FALLAS 2026

Camino del trono de la fiesta

A las puertas de conocer quienes serán las representantes de la fiesta el próximo 26 de septiembre, Levante-EMV repasa los perfiles de las 73 jóvenes que aspiran a ser la nueva fallera mayor de València

Amparo Irene Lorente Requena

JESÚS
FALLA VENEZUELA - AGUSTÍN
SALES
29 años

REBECA MAYOR LLOP. RAMIRO DE MAEZTU-ELS LLEONS

Profesora en uno de los colegios más afectados por la dana

Amparo trabaja con plaza fija en Catarroja y es una de las dos únicas ‘Amparos’ que hay preseleccionadas

No son pocas las preseleccionadas que, de alguna forma u otra, sufrieron la dana en primera persona. Amparo Lorente lo hace, o hacía en el CEIP Vil·la Romana, a dos calles del Poyo. «La directora dijo que, nada más comer, se fuera todo el mundo a casa. Yo recuerdo el aire que hacía, la sensación de «no tiene buena pinta». Me fui a casa lo más rápido que pude, pendiente del móvil y de que todo el mundo estuviera en casa. Perdimos toda la primera planta y en lo que quedaba nos convertimos en centro logístico para repartir ayuda. Hay que mirar adelante. En septiembre estrenamos cole». «Estrenamos» porque, con 29 años, ella sí que es profesora de Infantil consolidada. «sí: soy funcionaria de carrera. Ya pasé por mis interinidades, por marcharme dos años a Cataluña para hacer puntos, después en Orihuela... y ahora ya he podido quedarme fuera de casa». Tuvo agua en Fallas; antes, el agua menos deseada en octubre y agua en julio. Suya fue la preselección del aguacero. «Al final es una anécdota que nos quedará para el recuerdo. Y tanto que me acuerdo. Yo fui la segunda. Primero salió Marta y en seguida, pero en seguida, yo, pisándole los talones para que no nos llegara el apocalipsis. Y luego ya sabéis que con Blanca se fue la luz» y hubo que decirle el nombre a gritos. «Pues igual que nuestra Ofrenda, que fue en el momento más fuerte del 18 de marzo...». Pero «con lo que hemos vivido, tienes que aprender a relativizar» Curioso su nombre compuesto, porque Amparo es Amparo Irene. «Amparo por la Virgen, por si quedaban dudas. E Irene porque significa Paz en griego y mi madre es Mari Paz». Lo curioso es que lo más inusual ahora es el Amparo. «Es verdad. Estoy viendo ahora, con los niños, que está repuntando, pero en mi generación hay pocas». Sirva el dato: solo hay dos «Amparos» entre las preseleccionadas. Buscará el éxito para la falla Venezuela-Agustín Sales. Y ya le toca: «Fui fallera mayor infantil en 2004, pero mis padres no me presentaron. Estaban centrados en que tuviera enriquecimiento académico y no querían tomar decisiones por mi. Que lo hiciera de mayor». Ahora ha sido fallera mayor «cuando tocaba: tras acabar esas interinidades, sin estar con la maleta en cualquier sitio». Es fallera de Venezuela-Agustín Sales «porque es una de las fallas debajo de casa. Primero me apuntaron, con dos años, en otra, pero allí no conocían a nadie. Cambiaron a aquí, donde sí que conocían a gente y a los dos años de llegar ya me hicieron fallera mayor infantil». No puede dejar de llamar la atención, por curioso, su discreto tatuaje: «son... las coordenadas del pueblo de mis abuelos: Munera, en Albacete».

Blanca Hernando
Lozano

JESÚS
FALLA COSTA Y BORRÁS-AGUSTINA DE ARAGÓN
26 años

La fallera con el «i, per últim...» más famoso del verano

Blanca se enteró que era preseleccionada a gritos, al irse el sonido por el diluvio del 5 de julio justo en el momento de decir su nombre

«Es una película. Es el momento que será difícil que se repita, ¿no te parece? No lo pude vivir como es normal, pero es algo mío, muy mío, para siempre. Y ahí desfilé, entre relámpagos». La de Blanca Hernando fue la preselección más surrealista. Remontémonos al 5 de julio. «Ya con las nenas empezó a llover. Y en el momento de leer el veredicto, recuerdo al delegado decirle a Berta que lo leyera rápido. Primero nombran a Marta, luego a Amparo... y queda uno, y en ese momento «i per últim, la candidata...» y se corta el sonido». Ese vídeo fue uno de los más vistos este verano en la web de Levante-EMV. Todas las candidatas, giradas tratando de saber qué pasaba. «Yo no escuché mi nombre. Hubo un momento que miro al escenario y que en los labios de la última nena de la corte infantil veo que dicen «Blanca». Mis falleras mayores me dijeron «Blanca, que eres tu» y la reacción mía... pues la puedes ver en el vídeo». Saltos de alegría únicos, pero esto no había acabado, porque su paso por la pasarela ya fue en pleno diluvio. «Berta me dijo fuera rápido, yo estaba pendiente de no caerme, mis padres es cuando vieron que la elegida era yo... una película como ninguna, sin duda». Así prolonga su estadía en un lugar de privilegio de la fiesta, que la acredita además como Fallera mayor del 75 aniversario de la comisión. «Mi familia es fundadora. Mi bisabuelo y mi tio abuelo forman parte de las cinco personas que formaron la falla. Mi prima fue fallera mayor en el 50 aniversario y, de alguna forma, conseguimos seguir la tradición. Lo hablamos hace ya tres años. Lo pregunté en casa... es una forma de conmemorar la historia de la familia en la comisión y poder vivir actos muy especiales». Eso sí, pasando por un brete: «La votación, porque éramos dos. Es algo duro porque eso siempre es incómodo». Es Criminóloga recién graduada «pero ahora trabajo en la recepción de una clínica de fisioterapia». Explíquese: «Tengo el Superior de administración sanitaria, con el que pude acceder a la carrera. Para ejercer de crminologa es muy dificil encontrar trabajo recién graduada, se me dio la oportundiad de la clínica y fui adelante». Recién preseleccionada había obtenido ya la nota del TFG, dedicado a «Factores Neurobiológicos y Ambientales de la Psicopatía». Y cuando ya estamos en un sitio y graduada en el otro, ¿cómo se bifurca la vida? «De cara a septiembre, con todo el proceso fallero por delante, no voy a tomar decisiones. Me gustaría opositar a la Guardia Civil, porque hice las prácticas en el laboratorio del cuartel de Benimaclet». Su futuro inmediato es fallero. Ya había sido infantil en 2008 con Fonteta incluida, para la corte de María Berbel. «Aquella fue la segunda elección que se hacía Fonteta. Recuerdo que desfilamos con un abanico que ponía «Sentiments». Tengo todos los recuerdos guardados y lo tengo muy presente. Ahora, cuando nos dicen que será en el Roig Arena, puedo decir que viviré la elección en dos pabellones».

Marta Capella
Guanter

JESÚS
FALLA CTRA. ESCRIVÁ-
COOP. S. FERNANDO
24 años

REBECA MAYOR LLOP. RAMIRO DE MAEZTU-ELS LLEONS

Tres veces fallera mayor y dos de ellas jugándole al despiste

Marta Capella pasa el verano en Consultas Externas de La Fe mientras remata un año que empezó con un nombramiento inesperado

Marta está pasando el verano haciendo Endoscopias Digestivas en La Fe, sumando puntos, méritos, en su particular carrera por esa plaza fija de Enfermería que, en algún momento, llegará. «Llego dos años graduada, dos años de mercado laboral. La Enfermería no acaba nunca. Siempre tenemos hueco, pero hace falta paciencia, sea un turno de una semana o un verano cubriendo vacaciones. Yo, por ejemplo, llevo ya cinco trabajos en hospitales públicos y uno en empresa privada». ¿Y lo que más le gusta? «El hospital. Este verano estoy más en consultas externas, pero en La Fe tenemos unos médicos maravillosos y además del diagnóstico hacemos técnicas curativas novedosas. Una vez metemos el tubo, hacemos maravillas». Su historia fallera es muy rica. A ver: «Mi padre es del barrio de Jesús, mi madre del Cabanyal. La familia paterna son medio fundadores de la comisión, por lo que Carretera Escrivá «tiraba». Pero la de mi madre, con Reina-Vicente Guillot, también». Consecuencia: «Hasta los cuatro años estaba en las dos fallas, intentando ir a todo. Doble ofrenda, doble presentación... pero al final mis primas, mis amigas, estaban en «Carretera» y ahí ya me decanté y hasta hoy». ¿Y vivir? En el Cabanyal. Soy del Cabanyal. Hija de las Guanter de la Agencia de Viajes y prima de Carmen la de los play backs. Una vez, que no sabían que era la misma niña, fue primer y tercer premio en un mismo concurso de la JCF participando en dos comisiones». Y su historia de fallera mayor es riquísima. «Fui infantil dos años. Primero, en 2010 y fui preseleccionada. Y como no teníamos fallera mayor infantil, planteé que por qué no repetía». Y ante la reticencia materna por extender dos años, el razonamiento de niña no estaba mal tirado: «le dije: «¿Y si hubiese salido de la corte?». En casa me dijeron que no pero realmente me hicieron la repetición de sorpresa. Me dijeron que había otra niña, de un pueblo, que es la que iba a ser... hasta que ví que no existía, que era yo». Como sorpresa fue mayor en 2025. «Llevaban ya años diciéndome de ser, pero yo quería acabar los estudios. No había fallera mayor y lo planteé a mediados de junio». Tarde en el calendario. «Y me la volvieron a pegar: a los pocos días se anunció que teníamos fallera mayor, pero que no estaba presente y hay que llamarla en directo. Y empezó a sonar mi teléfono...». Su ajuar, hasta ese momento, era poco pero muy especial: «Una tela que me regaló mi iaia de Catalá en 2014. Para cuando seas fallera mayor, esté o no esté tu iaia. No estaba ya, pero me ha acompañado». Como la acompañan sus padres en el tatuaje. «JPM. Sus iniciales y la mía, son mi gran apoyo»

Belén Lafarga Cerradelo

PATRAIX
FALLA ARCHIDUQUE
CARLOS-XIVA
32 años

Una ciudadana del mundo con la fuerza de la energía eólica

Suecia, Dinamarca y Francia hicieron crecer a una ingeniera a quien Lucía García hizo desfilar la última en la Ofrenda del día 17

Belén Lafarga es una ciudadana del mundo moderno y le da tiempo para haber sido fallera mayor de «la falla de cerca de casa. A mis padres les gustó mucho el ambiente, las actividades y acertaron de pleno cuando me apuntaron. No pude ser fallera mayor infantil y soñaba con serlo de mayor» aunque se ha alargado «ya ves, por situaciones de la vida, pero ésta te demuestra que hay que poner las cosas en su lugar. Ha sido un año de ensueño por mucho que hubiese preferido antes». E incluso con un bonus track por ser la comisión de la fallera mayor infantil de València: «La gente se piensa que vas a tener muchas ventajas o inconvenientes pero al final todo es normal. Si, en la exaltación tienes la suerte de contar con la fallera mayor infantil y la corte y, desde luego, lo más importante es vivir la Ofrenda como lo he hecho, desfilando en último lugar y quedándome ne la plaza. Es una alegría enorme en mi año que para mi ha sido tan especial». Y como remate de su año, «haber hecho una la falla grande con una labor social fantástica, contra el cáncer infantil y el DIPG, basado en un mural que hay frente a la planta de Oncología». Ciudadana del mundo porque su proceso de formación ha sido lejos de casa. «Me fui sola a estudiar y trabajar y he estado cinco años viviendo en el extranjero, en tres países y siete ciudades diferentes. Eso me ha dado capacidad para ser independiente, tolerante y resolutiva. No lo cambio por nada del mundo porque ese vivir fuera de casa es lo que ha formado la persona que soy». Su ruta ha sido «Dinamarca, Suecia, otra vez Dinamarca y Francia. Y aún remate viviendo en Barcelona hasta el covid». Eso sí, «siempre volviendo en Fallas». ¿Y por qué?: «porque soy ingeniera de Energía Eólica. Trabajo en una multinacional que se encarga del diseño y mantenimiento de aerogeneadores. Me encargo del mantenimiento y diseño de soluciones correctivas, especialmente para material del mercado internacional. Es un trabajo en constante evolución porque se persigue generar la mayor antidad de energía con la menor cantidad de aerogeneradores». Un oficio totalmente 2.0 o 4.0. «Tenía claro que quería hacer una ingeniería. Soy una persona de ciencias que le interesaron siempre diferentes ámbitos: las matemáticas, el dibujo... escogí finalmente la energía porque era un campo que me parece muy interesante y amplio y dentro de ésta, las renovables. Con la asignatura de Energía Eólica supeque me quería especializar». La consecuencia: «llevo ya siete años trabajando en la misma compañía». Lo que sirve para conocer secretos de los aerogeneradores. «Si, te garantizo que ahi dentro, en la góndola, cabe más de una y más de dos personas. Por lo general casi todas llevan ascensor, pero tienen escaleras por si acaso y estamos entrenados para subirla y bajarla. Yo incluso estoy entrenada para hacer rescates». Capacidad y eficacia demostrada y que puede poner al servicio de la causa para que en la corte 2026 corran vientos favorables.

Izaskun Albertos Garcia

PATRAIX
FALLA XIVA - FRANCISCO
DE LLANO
22 años

El regreso de una fallera con nombre único en la historia de la corte

No ha habido más Izaskun en lo más alto de la fiesta que ella misma. Doce años después, regresa en busca de un doblete que premie al «retamal en lo alto del valle»

Izaskun Albertos está de vuelta. Con ella se estrenó este nombre en el santoral de la corte de honor, cuando fue infantil en el año 2013. «Mi abuela era de Navarra y en un viaje, mi padre vio, rotulado en un camión, el nombre de Izaskun y dijo que si tenía una niña, le pondrían ese nombre. Fui niña y estaba claro». Con una salvedad: «les gustaba también porque no era nombre para acortarlo». Demasiado optimistas: «en el colegio ya me llamaban «Izas», por lo menos los más cercanos. ¿Y en la corte infantil? «Desde el primer momento también abreviado». Por cierto, el nombre -que comparte con una de las cantantes históricas de Mocedadessignifica «retamal en lo alto del valle». Y ahora vuelve con su falla de siempre, Xiva-Francisco de Llano, a la que llegó «por mi tía abuela, que es fundadora. Fue ella la que apuntó a mi hermano mayor y luego a mi. Mis padres se incorporaron a partir de ser yo fallera mayor infantil y ahora están todos en delegaciones». Y ha sido prontito fallera mayor. «Fui infantil y quería, sí o sí, repetir. Quería eso sí, una vez acabados los estudios y poder dedicar un año a ser fallera mayor». El año pasado fue una de las coorganizadoras de la cena de cortes y a pesar de que apenas ha pasado un suspiro, no es la primera de su corte infantil que llega a la gran final: «el año pasado ya estuvo Carla Romero». Representará a una de las comisiones que llevan más a rajatabla la Experimentación. Este año fue el «fardaxo», un enorme lagarto de madera que apenas levantaba medio metro del suelo, pero que fue una de las apuestas, nuevamente, por el arte alternativo. «¿Que qué me llevé de ninot? El de la Exposición. Una figura de madera de una persona tumbada en el sofá que parecía hacer la posición del fardaxo». En lo profesional, desde luego no pasa el tiempo tomando el sol. Hablaba de estudios finalizados, su historia es la de muchas candidatas con el oficio más repetido de entre todas ellas. Es Profesora de Educación Primaria con mención de Audición y Lenguaje. «Terminé el año pasado la carrera y el próximo tengo las oposiciones. Desde entonces he trabajado en un comedor escolar, he dado clase a niños por la tarde y, sobre todo, he hecho cursillos para sumar puntos». Va con prisas por arreglar el futuro. «Los cursillos dan puntos, quiero, necesito, sumar más. Por ejemplo con idiomas porque tengo el C1 de valenciano pero no me cuenta porque eso es un mínimo exigible. El B2 de inglés pasa lo mismo...» cálculos de cara a una fecha aún lejana: «parece ser que serán en septiembre de 2026», lo que puede suponer una nueva vida después de, quien sabe, haber vivido todo un año en lo más alto de las Fallas. Otra vez.

Alba Escot Obón

CREU COBERTA
JOAQUÍN NAVARRO - CARRÍCOLA
21 años

La fallera que podría ser de la corte de honor... en su propio coche

Alba Escot está criada en el mundo de las Fallas por múltiples facetas. Sus padres la llevaron al casal desde el primer minuto de vida y ambos son ahora miembros de la Junta Central Fallera.

Alba Escot Obón (toda su identidad cabe en trece letras) tiene, en clave falleramayorista, uno de esos relatos tan reales como curiosos: «la corte de honor va en mi coche». Y tanto, porque su padre, Angel Escot, es miembro de Junta Central Fallera y, por extensión, acompañante de la corte. «Este año, siendo yo fallera mayor, hemos coincidido y, claro, cuando me dice «ven que te las presente» a donde me acerco es a mi coche». Ella tiene que buscar transporte alternativo porque el «Fama 1» rula por la ciudad. Alba es el fruto además de una historia fallera por partida doble en la JCF: su madre, Mari Paz Obón, es secretaria de infantiles. Y es fruto de una historia por partida doble en el barrio. «Mi padre era de San Vicente-Amparo Iturbi y se cambió a Joaquín Navarro-Carrícola por amor». Lo que se dice, literalmente, cruzar de acera la calle San Vicente. Por lo que Alba es «fallera de toda la vida. Mi madre pasó la Ofrenda embarazada de mi de cuatro meses». Fue fallera mayor infnatil dos veces y además, en años alternos. «En 2013 y 2015. Y en 2013 estuve preseleccionada». La explicación: «No era mi idea, pero mi prima era la fallera mayor, no había infantil y me dijeron que venga, que repitiera, que tenía los trajes...» y no hubo que lucharlo mucho. Ahora ha sido fallera mayor relativamente joven «e incluso iba a serlo antes: el año pasado». Finalmente se lo intercambió con otra prima. «Ahora lo he disfrutado mucho, cumplo 22 el día 27 de agosto. Me ha pillado en un momento muy bueno, antes de afrontar otras etapas en mi vida». ¿Qué etapas? Pues acabar «el Grado Superior de Deportes, haber trabajado de monitora de surf en una escuela de verano, haber estado en el comedor de un colegio...» pero de cara a septiembre, «empezar a preparar la oposición a Policía Local». Que si hay que retrasarlo porque llegan obligaciones cortesanas, se retrasa y tan contenta. «Siempre me ha llamado. De pequeña incluso quería ser bombera». Llegará, eso sí, con las fuerzas cultivadas. «En el grado de Deportes hacemo... si, mucho deporte. No me lo esperaba, pero el padel se me ha dado bastante bien. Y la natación, aunque la prueba física de la Policía Local es de carrera a pie». Tiempo tendrá para cumplir el mínimo de minutos por kilometro exigible. Extraemos el tatuaje que tiene a la vista. «Nessum Dorma». Era la canción favorita de mi abuela, que faltó el día de la «plantà» cuando fui fallera mayor infantil por pirmera vez. Mi madre, cada vez que la escucha, se emociona. Y ella se emocionaría si, tras la noche del Roig Arena, «nadie duerme» en casa.

María Navarro Díaz

CREU COBERTA
FALLA FRAY J. RODRÍGUEZ - PINTOR CORTINA 27 años

Una cara conocida del Teatre Faller de la mano del Fray J. de toda la vida

La llaman «la Leonardo di Caprio del Teatre Faller» por la cantidad de nominaciones recibidas. Ahora optará a la corte y luego, otra vez al «saragüell».

A María Navarro la autoproclaman «la Leonardo di Caprio del Teatre Faller» y ella da el dato irrefutable: «desde que subí a juveniles he tenido once nominaciones y aún no he logrado un «saragüell». Si, en infantiles he tenido dos, pero lo que es en mayores... yo no desfallezco. Además al final, esto es staff. Yo hago teatro, que me gusta; gano premios importantes con el grupo... y me hace feliz». Tanto, como que lleva en los escenarios de Fray J. Teatre «desde los siete años» y ha hecho sus cursos, sus castings y sus pinitos en el mundo de la actuación y la publicidad. Eso lo compagina con un movimiento profesional: se perdió la enóloga y se ganó la profesora. «Soy Ingeniera Agrónoma, con máster en Economía Agraria, pero luego pasé por el de Educación y me fui a la enseñanza: soy profesora en un colegio de Formación Profesional de Catarroja. Allí doy toda la rama de ciencias: Biología, Física y Química, Matemáticas, Informática...». A raíz de una particular historia, propia de un guión de comedia: «Me formé en la Escuela del Actor y me fui a Madrid a hacer cursos y castings. Estando allí yo quería trabajar y eché el currículum en un academia de refuerzo, ofreciéndome para dar clases. Pero... me equivoqué: mandé el portfolio de actriz a una academia y el currículum normal al casting. En la Academia me dijeron: «si: muy mona, pero vente aquí porque aquí no me estás dando ninguna información sobre tí». Me hicieron la entrevista, ahí sí que me conocieron... y me cogieron. Por la entrevista, ¿eh?. Estuve allí durante el último año de carrera junto al máster de Economía Agraria y vi que me gusta más. Y ahí estoy». En lo que no se equivocó es en la advocación fallera. «Fray J. es la falla de toda la vida de mi familia, de donde yo siento que estoy en mi casa. Es mi barrio, es mi todo. Mis amigas de toda la vida». «Si hay algo de lo que me siento especialmente feliz es que, siendo fallera mayor, ha vuelto mi tía, que fue fallera mayor hace casi 60 años y se borraron porque mi primo falleció en un accidente de tráfico. Se les hacía muy duro y se salieron. Y ahora, por ser yo fallera mayor, he conseguido que vuelvan al sitio que es su casa». Y eso que a ella misma le ha costado: «me quedé con la espinita de no ser infantil y ya dije que de mayor, sí o sí, pero no ha sido fácil: en mi comisión se hace por sorteo, pero si no sales en cinco años, automáticamente te nombran. El año de la pandemia se decidió de repetir el quinto año era, sí o sí, 2025. pero ha sido súper atípico porque, por ejemplo, este año, 2026, ¡se han presentado once!». Ahora se presentan 73, pero no será a sorteo. Y ahí María presentará su particular portfolio.

Daniela Roig Añón

PLA DEL REMEI - GRAN VÍA
JOAQUÍN COSTA - CONDE ALTEA
20 años

REBECA MAYOR LLOP. RAMIRO DE MAEZTU-ELS LLEONS

Heredera de una leyenda del valencianismo fallero

El Añón del segundo apellido de Daniela, que aspira al mismo lugar de honor que su madre hace 30 años, remite a su bisabuelo, un polifacético hombre de la cultura fallera, al que la ciudad honró con una plaza.

«Sé que es un apellido histórico y que llevarlo también es una responsabilidad». Y tanto, porque ser Añón y ser de Joaquín Costa-Burriana significa que Daniela pertenece a la familia de Vicente Añón Marco, patriarca del valencianismo. Impresor, artista, músico, escritor, fallero y mil cosas más. Creador de publicaciones, como los 101 Hijos Ilustres, de las barajas falleras, de las aucas «y de las hojas con el himno en valenciano que llevaba a los actos falleros para que la gente lo cantara. Cada vez que pienso que me sé la historia de mi bisabuelo, aparecen más detalles». Eso y mucho más: «Mi tía Amparo fundó el grupo de baile de la falla. Tanto ella como mi otra tía, Pepita -las entrañables «Hijas de Vicente Añón- me llevaban a todas partes». Daniela Roig Añón es generación heredera como lo fue su madre, Merche Añón Roig (una inversión de apellidos casual), de la que ha heredado facciones y pelo rizado y que fue corte de honor hace ahora 30 años, la última de la comisión en el salón de la fama. De una familia peculiar: «mi madre son ocho hermanos: siete chicas y un chico y si sumamos la generación anterior... cuando nos juntamos podemos ser fácilmente sesenta o setenta personas entre tíos y primos». También ha querido la casualidad que dos hijas de aquellas falleras de 1995, ella misma y Laura Llobell López (hija de Laura Lopez Albero) hayan sido falleras mayores y hayan superado la preselección. «Hemos estado yendo a los actos de una y otra no solo nosotras dos, sino toda la familia de 1995. Y lógicamente, a las Preselecciones de una y de otra». Daniela es joven: 20 años. Hará 21 en plenas pruebas, recién regresada del viaje en barco de todas las candidatas. «Tenía la idea de ser fallera mayor más tarde, cuando acabara la carrera, con los deberes hechos. Pero al final también he pensado en mi abuela, que aún está muy bien y nunca sabes cuantos años más va a estar así de estupenda. Así, este año ha podido verme con toda la energía». Estudia el doble grado de ADE y Derecho a la espera de decantarse y mientras, también trabaja en la tienda del Valencia Basket. «Se vende mucho y bien. Este año, por ejemplo, la primera camiseta, la de despedida de la Fonteta. Y la retro blanca. También la moda... no te puedes imaginar. El seguidor es muy, muy fan y lo tiene todo». Y después tanto trabajar en la Fonteta... los sueños falleros se van de la Fonteta al Roig Arena. Un secreto: el día antes de que Santiago Ballester y su directiva acudieran a conocer el recinto, ella ya había estado para conocer el megastore taronja.

Elia Domínguez Sánchez

PLA DEL REMEI - GRAN VÍA
FALLA ALMIRANTE CADARSO - CONDE ALTEA
25 años

Si hay que aplazar el MIR... que sea por una alegría fallera

Elia Domínguez avanza en su formación médica con el examen profesional y fallero en el horizonte

Casi mitad de la Sección Especial estará pendiente del Roig Arena con sus cuatro candidatas mayores, de otras tantas comisiones, en liza, además de dos infantiles. La primera preseleccionada fue la candidata de Almirante Cadarso, Elia Domínguez. «A mi madre le gustaba ese nombre». Elia sin «hache». «Sobre todo, que fuera corto, como mi hermano, que es Marc». Corto el nombre y larga la formación. De las más largas: «estoy graduada en Medicina y ahora estoy preparando el MIR. Si sale elegida lo tendrá complicado, porque el examen de 2026 es ya a tiro de piedra de las exaltaicones. Tiene mucho tiempo por delante. «¿Perspectivas? Sé lo que es un MIR, y que compites contra mucha gente. Mi objetivo es estudiar al máximo, sacar la mejor nota y poder elegir algo que me guste. Tengo muchas opciones, pero sobre todo los relacionadas con quirófano. No me limito a nada. ¿Si me dieran a elegir? Me gusta mucho la oftamología y la ginecología». Dos extremos de medicina «pero igual de importantes». Para ella es «una vocación desde pequeña y además, sin médicos en casa. Me he ido dando cuenta con el tiempo que, conforme pasaron los años, no he cambiado en lo que quería ser. Médica de niña y médica graduada». Recuerda por ejemplo «el Erasmus en París, donde las prácticas son con mucha responsabilidad. Ahí pude ver la importancia que tienen los estudiantes y que toda mano es importante en quirófano y en consulta. Salí muy fortalecida». El cargo de fallera mayor de Almirante Cadarso le llegó con el cuarto de siglo en el DNI. «Desde que fui fallera mayor infantil he soñado con serlo. He crecido viendo a mis amigas serlo. Ha sido este año y lo doy por más que bueno». Ahora estrena el Roig Arena, después de haber sido una de las primeras promociones que conocieron el teatro de los sueños de la Fonteta. «Estuve preseleccionada para la corte de 2009». Antes de fallera mayor fue cabo de la filà Sherezade en la Parada Mora y una vez no desfiló en la Ofrenda de valenciana, sino «de músico, con mi banda de Almàssera». Ahora, hace medio rato, rozó el ninot indultat. Ha tenido que conformarse con el subcampeonato y entregarle el premio Manuel Algarra a su colega de Especial y preselección Caren Prades. Y a pesar de no ganar, «ir, vamos, porque hay que saber ganar como saber perder. Hay que saber celebrarlo cuando ganas y felicitar cuando no es el tuyo». En septiembre tiene hasta trece opciones para escuchar un Domínguez y un Sánchez y todas con premio.

Paula Castell García

PLA DEL REMEI - GRAN VÍA
CONDE SALVATIERRA
22 años

Destino y mérito para estar a las puertas de lo más grande

Si sale elegida, a Paula la vestirán «en casa», pues su madre ganó la licitación para el primer traje oficial de la corte

La historia de Paula Castell en el proceso de elección tiene mérito y tiene destino. Mérito tiene su elección: «Ya sabes que no he sido fallera mayor de mi comisión y el jurado son los presidentes. Sabía que conocen mucho más a todas antes que a mí. No me quería hacer ilusiones, pero sí que te puedo garantizar que hice todo lo posible por que me conocieran en las horas que pasé con ellos. Di lo máximo de mí. No sé: debieron ver que soy una chica con objetivos». Y tiene destino por su propia presencia: «La plaza de candidata estaba vacante, algo que no suele ser habitual. Me dije que tenía 22 años, la carrera recién acabada y me dije que adelante». Pero el destino es por partida doble: «Se presentó otra chica y fue por sorteo. Así no había que meterse en una votación». La fallera mayor infantil de la comisión es quien hizo de mano inocente y le dio la oportunidad única para presentarse y, por sus méritos, pasar el primer draft. «Confío en el destino. En que si las cosas pasan es por alto». Y salió, dibujando una de las mejores caras de asombro de esas que se captan en el momento de escuchar los nombres. Su historia fallera empieza en su ciudad de origen, el Port de Sagunt. «Allí vivían mis padres y cuando nací me apuntaron a la falla El Palleter, donde ya ellos y el resto de mi familia llevaban toda la vida. Allí viví mis primeras experiencias falleras». Pero su vida cambiaría hace 18 años cuando «por motivos de trabajo, nos mudamos a València. Mis padres, junto con unos amigos, decidieron apuntarse a una falla del Cap i Casal, y eligieron la Falla Conde Salvatierra. La verdad es que todo encajaba: la ubicación, la historia… y, además, la sobrina de unos amigos era Fallera Mayor Infantil ese año. Desde el primer momento nos sentimos como en casa. Y así seguimos desde entonces, compartiendo cada ejercicio con la misma ilusión de siempre». Paula podría vivir una circunstancia única: ser de la corte y que le vistieran en casa el traje oficial de manga de farol. Porque su madre regenta la firma de indumentaria Montaña Caballero, que este año, mucho antes de superar la preselección, ganó el concurso público para hacer el primer traje de las mayores. El año pasado se vistieron allí las infantiles por lo que el «universo corte» lo ha vivido cerca. «Sí, un día fui a ver a las niñas, pero no me gusta ir a agobiar. Este año, salga o no, habiendo vivido las experiencias de la fase final, seguro que me acerco mucho más». Pero promete no tocar nada. «No, no tengo mucha mano con la indumentaria. A veces me han dejado deshilar alguna cosa... Algo que no sea frágil». Porque lo suyo no es ni agulla ni cisell. Es la toga. Casi a la vez que era preseleccionada recogía la beca de licenciada en Derecho por la Universidad Católica. «Ahora quiero hacer un máster, colegiarme y ejercer de abogada. ¿De qué? El tiempo lo dirá. Me gusta el Civil y el Penal, pero tengo tiempo para decidir».

Belén Sancho Romero

QUATRE CARRERES
OBISPO JAIME PÉREZ - LUIS OLIAG
21 años

En manos de Dios, en toda la extensión de la palabra

Belén Sancho se define como «cristiana en la forma de afrontar el día a día» y vivió en primera fila «la Telefonada» a María Estela

Belén está viviendo el camino a la corte «con muchas ganas de disfrutarlo y, literalmente, será lo que Dios quiera. Si es, porque tenía que ser y si no, también». Pero no es una frase hecha. Habla desde la convicción que le marca «mi fe. Soy cristiana, católica y practicante no solo en el sentido estricto de la palabra. Lo llevo en el corazón y en mi día a día. Es mi manera de ver la vida, la dejo en manos de Dios y eso me da tranquilidad. Y por eso soy feliz, porque nada depende de mi. No tengo ningún problema de decirlo y abiertamente. Me siento orgullosa. Me gusta. como puedes ver, en esto soy muy transparente». Y es por eso que afronta las pruebas de septiembre «sabiendo que me conocerán tal como soy», sin trampa ni cartón. Estudia el doble grado de Derecho y ADE en la Univerisitat de València «y lo comparino trabajando en el departamento de administración de una empresa de eventos musicales. Sí, voy a los eventos, trabajando en oficina». Y sin dejar de lado las experiencias espirituales en el tiempo libre: «soy monitora de juniors de San Bartolomé. Me encantan los niños y mi misión es ponerla en práctica ahí. Y lo hago desde el corazón». Y entre unas cosas y otras, fallera. «Nos mudamos de barrio cuando tenía dos años». Pero la vena fallera le llegó desde Benimàmet, «cuando, con seis años, vi a mi prima Laura como fallera mayor y luego en la corte de honor. Esos fueron mis primeros contactos con las Fallas, me puse insistente, «quiero ser fallera, quiero ser fallera» y en nuestro edificio teníamos bastantes vecinos de la falla del barrio». O sea, de Obispo Jaime Pérez-Luis Oliag. «Y desde entonces». Una vez cumplida la mayoría de edad «entré en las directivas. Fui tres años delegada de medios, el anterior a fallera mayor lo he sido de infantiles, he participado en el Concurso de Declamación, en presentaciones...». A todo esto, ¿a qué Laura se refiere que estuvo en la corte? «Laura Boscá». Estamos hablando de 2012. O sea, La Gran Familia: ella tenía siete hermanos (y todos posaron en el Extra de Fallas saliendo de cajas) «y mi padre también son siete». No le dio tiempo a ser fallera mayor «y tenía muchas ganas». Ha sido, además, la última en casa. Jovencita además. «Quería serlo a la vez que estudiar, porque te da flexibilidad. también quería compartirlo con la que ha sido fallera mayor infantil...» todo alineado o todo destinado. Si: de Obispo Jaime Pérez, con lo que vivió un día muy especial el 11 de octubre de 2023. La Telefonada a María Estela. «Estuve en el casal, claro. Es un momento único. De una tensión enorme por la espera. De lo que llamaríamos «nervios bonitos». No sabes si va a sonar, mirandola a ella, mirando el teléfono... oirlo sonar...». Siempre se está a tiempo de repetir

Sandra García Carro

QUATRE CARRERES
CRA. MALILLA - INGENIERO JOAQUÍN BENLLOCH
26 años

El regreso de actriz galardonada hace diez años

A contraestilo, de infantil fue primero candidata (y preseleccionada) y después fallera mayor

La historia siempre vuelve. Dentro del listado de galardones del Concurso de Presentaciones de 2016 encontramos un «Sandra García» como premio de actriz. De la época que todavía había dos categorías, pero con una competencia feroz: Doctor Waksman, Plaza del Pilar, l’Antiga... esa Sandra García tenía el Carro de segundo apellido y es la que ahora, con 26 años, vuelve a la primera línea como preseleccionada. «Mi papel era de una francesa. Imagínate hablar valenciano con acento francés. He participado en los escenarios de la comisión desde los cinco años. Con todos los personajes imaginables». La historia siempre vuelve también con la Fonteta. O con el combo Fonteta-Roig Arena. Sandra fue preseleccionada de infantil a contraestilo: antes candidata que fallera mayor. «Lo fui para la corte de 2009, la de María Berbel. Estoy censada desde los dos años, pero en la falla somos quinientos falleros y en casa pensábamos que no iba a ser fallera mayor infantil. Al final me presentaron y pasé la preselección. Pero mira, luego con el paso del tiempo sí que pude ser fallera mayor, aunque por entonces ya tenía trece años. Si, me volví a presentar, pero...». El bagaje fallero está, pues, demostrado. Con ella buscará sitio en el salón de la fama la comisión de Ingeniero Joaquín Benlloch. «Mis padres son de Campanar, que es donde son mis abuelos, pero se fueron a vivir a Calicanto. Iba al colegio a Torrent, pero acabé en Carrera Malilla porque teníamos vecinos que eran de la comisión». En lo profesional es Maestra de Educación Primaria. «He recorrido colegios en La Vila Joiosa, Mislata, Torrent...». Pero recuerda que la dana le pillo de interina en un colegio de Catarroja. «Estuvimos un mes y medio sin ir al colegio. Imagínate: toda la primera planta destrozada. Fuimos los profesores y los padres para intentar reconstruir como podíamos». Guarda imágenes «muy de pandemia, como las clases on line» y «situaciones que no imaginarías, como hacer quedadas en el parque». Aquella accidentada sustitución acabó y ha finalizado el curso «en un colegio de Montserrat como tutora de Tercero de Primaria, de niños ocho años, con 27 peques de los que he aprendido mucho. Te dan la vida». Su día a día ha sido salir de casa en Torrent «donde vivo con mi pareja», tener «mi momento, camino del colegio, escuchando mi podcast, mi tranquilidad», la misma que, a la vuelta a casa, «siempre necesito tener media hora para salir con mi perro». Este año, combinado con las exigencias de fallera mayor, el reinado y el reinado invisible: «los preparativos, los trajes...». Organización dispuesta, si nos ponemos, a guardar la carpeta si el Roig Arena es favorable.

Tania Rodrigo Martínez

QUATRE CARRERES
FALLA CRA. MALILLA - ISLA CABRERA
27 años

El premio a perserverar una, dos y hasta tres veces

Tania Rodrigo inicia la serie de preseleccionadas que se dedican profesionalmente al mundo de la enseñanza

Es la primera, pero no será la última ni de lejos. La fallera preseleccionada que tiene enfocada su vida al mundo de la Educación. Y es la primera, pero no será la última ni de lejos, que esa trayectoria profesional se ha cocinado a fuego lento hasta llegar, Tania, a que el próximo curso ya sea plantilla. Antes pasó por todo: «el grado de educación infantil y la carrera de Magisterio Infantil que hice a distancia en una universidad de Canarias». Y luego... «he trabajado de monitora de comedor escolar, he hecho ‘matineras’ y aulas de tarde, he dado clases particulares de repaso, he cuidado niños los fines de semana, he dado extraescolares... la vida de iniciación hasta que he tenido la inmensa suerte de quedarme donde hice las prácticas de Magisterio». Es decir, en «el Julio Verne de Torrent». Tomen nota porque esta historia, con matices, se repetirá en próximas candidatas. Hasta en su vecina de Ingeniero Joaquín Benlloch, Sandra García, que también imparte en la misma ciudad. Las Canarias en lo profesional y las Baleares en lo fallero. Porque con ella, la comisión de Isla Cabrera vuelve a estar en la pomada. Acumula las suficientes preseleccionadas, cortesanas (su última presencia, en 2023 con Paula Abel), falleras mayores infantiles y falleras mayores de València como para tener la condición de animadora del proceso desde ese extremo del barrio de Malilla. En el que la propia Tania vivía pero sin atreverse a franquear la puerta del casal «hasta que tuve la suerte de encontrarme una amiga en mis años de colegio que me descubrió lo que es la falla. Mi abuela vivía debajo de la falla pero no, no eramos falleros». Llamábase Lucía Satorres «y así conocí la comisión, el sentimiento y la pertenencia a un casal». Ahora cruzará otra cosa: la avenida de Ausias March para ir al Roig Arena tras seguirla y conseguirla: «he sido fallera mayor de la comisión al tercer intento». Es de las comisiones que tienen que recurrir a la votación. «Al final me tenía que tocar, ¿no te parece?». Acudir a una votación no es fácil, porque no salir no es cómodo. «Obviamente, feliz no te quedas. Pero somos una comisión muy grande y es una realidad que hay chicas jóvenes que quieren ser y que se presenten. Los votos se dividen, cada uno tiene su grupo... es comprensible que tus amigos te voten a ti, los de otra la voten a ella... pero al final, toda salimos y cuando te tiene que tocar, te toca». Pertenece a la palabra de Dios de la comisión: el grupo de play back «que ya sabes que somos muy competitivos. Lo soy desde hace cinco años y también estoy en el grupo de bailes. He estado tanto en el concurso de JCF, como en los Balls al Carrer, que este año además he podido participar la Dansà de les Falles». Y le toca vivirlo por dos: «Tengo una hermana melliza, Ainhoa. Me lleva cinco minutos de diferencia y aunque estamos creadas a la vez somos el día y la noche, el agua y el aceite. Nos amamos con locura, pero mis padres han tenido dos niñas que no podemos ser más diferentes en carácter, en aspecto, en aficiones... solo nos une las Fallas porque eso es cuestión de familia. Pero ella, por ejemplo, prefiere ser directiva y no fallera mayor. Ella juega el fútbol y a mi me van las actividades creativas...» pero «en el Roig Arena será mi primer fan».

Ani Torregrosa Pérez

LA ROQUETA - ARRANCAPINS
FALLA SAN VICENTE - MARVÁ
26 años

REBECA MAYOR LLOP. RAMIRO DE MAEZTU-ELS LLEONS

El último peldaño para un año perfecto, sin el «casi»

Tras ganar en belenes, falla grande y falla infantil, Ani aspira a redondear un año único antes de seguir su carrera profesional

«Si me gritas «Ana», seguramente no me daré por aludida. Soy Ani porque de pequeña era Anita. Pero soy Ana María, como mi madre. Mi bisabuela era Ana, tengo tías, primas, Ana». Pero no, no son de Albal, sino de València ciudad con orígenes en la Costera: Xàtiva por parte paterna y Moixent y Melilla, por la materna. Ani acaba de terminar Derecho «y en septiembre entregaré el TFG de ADE para tener el doble grado» y así serán dos: «Protección del Consumidor Vulnerable» y «un plan de empresa de una ropa de marca interior para tallajes complicados de encontrar». Con el nicho de mercado determinado: «generalmente se cree que por tener una copa más grande vas a tener una espalda más grande. Pero no siempre es así: se puede tener uno grande y otro pequeño o al revés y para estas persona es difícil encontrar sujetadores, prendas deportivas, bikinis... y las que lo ofertan suelen hacerlo para gente mayor, no para una persona joven que quiere sentirse joven... y quiere encontrar otra cosa». Defenderá los colores, el estandarte y el escudo de San Vicente-Marvá. «Mi madre me apuntó a los tres años en Cervantes-Padre Jofré, pero poco después, con los amiguitos del parque, nos apuntamos todos a San Vicente. Vivo en la Plaza de España, el casal me pilla a tres minutos. Podía haberse seguido en el norte, o quedarse en el centro o tirar hacia el sur y optó por esto. «Aquí estoy, muy feliz siempre y en mi año de fallera mayor no me ha ido nada mal». Y tanto, porque ha ganado el concurso de belenes y el de falla «y en infantiles hemos hecho triplete: ninot, sección e ingenio y gracia». Les falta rematar con, de momento, cortesana, esa que estuvieron cerca el año pasado con Andrea Arce. «Yo lo vi en el casal porque las entradas son las que son y preferí dársela a alguien que fuera de su gente. Lo vimos en el casal y luego la recibimos» En el futuro le gustaría sacar adelante «mi plan de empresa, pero considero que primero requiero experiencia. También me gusta el marketing y el protocolo y los eventos. El Derecho «no es mi vocación, pero me ha servido mucho para acumular conocimientos, que eso es muy importante». Tiene más: «soy bailarina. El ballet ha sido mi pasión desde pequeña. Hice el Conservatorio de Danza Profesional y lo compaginé el final de Primaria, toda la ESO y el Bachiller. Hacía 24 horas semanales y estudiaba por las noches. No me arrepiento de nada. Me llenó la vida. Lo volvería a hacer con los ojos cerrados. Me ha enseñado disciplina resiliencia y luchar por lo que quiero». No lleva tatuajes, pero sí una visible cicatriz en la muñeca. «Una trastada con cuatro años, en el Parque de la Vaca, en la calle Marvá. Con las anillas. Estaba todo el día boca abajo». Si sale elegida irá de cabeza, pero valdrá la pena.

Patricia Ten Viatela

LA ROQUETA - ARRANCAPINS
FALLA ALBACETE - MARVÁ
27 años

De religión cabalgatera y con un «Viatela» que la hace única

Patricia Ten, auditora de cuentas, es una de las pocas personas en España que tiene su segundo apellido

Patricia Ten presume sobre todo de Viatela «porque en España hay apenas 30 o 40 personas con ese apellido. Parece ser que es de origen italiano, pero no tenemos ninguna referencia o relación. Sí que sabemos que en algunos países de Sudamérica hay muchos» (cierto: sobre todo en Colombia). Y presume de vivencias, como cuando estaba en Bélgica «en el Erasmus, el día que la Llamada a Consuelo. Me di el gusto de grabarme, rodeado de gente que no entendía nada, dando saltos de alegría, llorando...». Porque Patricia es fallera de Albacete-Marvá, a la que llegó tras un viaje por el mapa fallero de la ciudad. «De muy niña era de la falla de la que mi madre había sido fallera mayor: Cádiz-Literato Azorín (cierto: en el libro aniversario de la Real Falla aparece como fallera mayor en 1989). Después nos mudamos a Campanar y como yo quería ser fallera y quería ser fallera, me apuntaron a l’Antiga. Y cuando ya finalmente nos asentamos en el barrio, fui a la falla de la que mi madre también había sido de niña». O sea, de la falla de la Hispanidad. En lo profesional es fácil verla arrastrando un trolley, llegar a una habitación, desplegar el material y aislarse del mundo exterior. «Soy Auditora Financiera» encargada, pues, de «informes de opinión» contratados por las empresas para verificar que sus cuenta son —ahí viene el tecnicismo— «la imagen fiel de la compañía». Es fácil imaginar que no jugaba a los auditores con las muñecas. «Estudié un doble grado de ADE y Turismo», algo que tiene su mérito: «estudiar por hobby. Siempre me han gustado los números, pero hay una parte de mí que siempre me ha gustado: el patrimonio y la historia. Turismo fue casi como hobby porque sabía que mi carrera iría a lo financiero. Es una profesión en la que se aprende mucho, donde te dan la oportunidad en seguida. Llevo cuatro años en el mismo sitio». Como fallera de Albacete-Marvá, es cabalgatera. «Por supuesto. «He sido de todo: he sido limón, alma en pena, animal... y otras veces simplemente de figurante, apoyando. Es muy divertido y para nuestra comisión es muy importante. Nos paralizamos pensando solo en la Cabalgata». Para una fallera mayor de AlbaceteMarvá, ganar la comparsa es como para la de Convento Jerusalén ganar la Especial o la de Cuba-Puerto Rico la Iluminación. «Sí: es algo muy personal, una ilusión máxima. La comisión se vuelca y debemos seguir haciéndola. Me da miedo porque si alguna comisión deja de participar, la Cabalgata puede correr peligro. Pero no será por nosotros: nos gusta, lo disfrutamos, hace falla...». Un secreto: «me gusta mucho la música de bandas y de orquestas. Mi abuelo tiene 90 años y nos encanta ir a ver algún concierto, cuando vienen las grandes orquestas... siempre encontramos una excusa para ir juntos». Y otro, aún mejor: «si me quitas un casco, igual estoy escuchando un pasodoble. He crecido con esa música. Mi abuelo siempre me la ponía en el coche y para mi, escuchar, por ejemplo, ‘El Fallero’, se me pone la piel de gallina». Escuchar «Patricia Ten Viatela» en el Roig Arena también le pondrá la piel de gallina. Garantizado.

Carmen Prades Gil

LA ROQUETA - ARRANCAPINS
FALLA CONVENTO JERUSALÉN
25 años

La apuesta personal para septiembre tras un marzo apoteósico

Profesional del mundo del transporte, es sobrina de un histórico de Convento: Pedro Ródenas ‘Manzanita’, a quien le debe el ingreso en la fiesta

«Llegué a Convento cuando tenía diez años y a través de mi tío, que era fallero de toda la vida. Yo era la niña que quería ver falleritas de pequeña y que acababan soltando en la semana de Fallas. Era mi forma de vivir las Fallas de muy pequeña hasta que entré en la comisión. Lo que pasa es que justo el mismo año que me apuntaron faltó mi tío, pero en casa tomaron la decisión de no sacarme y es la mejor decisión que pudieron tomar. Luego han sido mis padres los que han ido contagiándose». Carmen Prades tuvo un particular padrino muy conocido en el universo Convento. «Era Pedro Ródenas, ‘Manzanita’, que ya sabes que era una persona muy conocida». Y tanto. Toda una institución en la falla y en la hostelería Barrachina. «Algunos reveses de niña me han hecho madurar desde muy pequeña». Ahora, Carmen está embebida en terminar de formarse para seguir en el negocio familiar, que está dedicado «al Transporte y la Logística». Y no es Transportes Prades, sino Transportes Torres, el primer apellido de su bisabuelo, el creador hace más de cien años. De hecho, su padre, Carlos Prades, es el presidente de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística. «Estoy pasando por todos los departamentos por si, con el tiempo, acabo siendo la gerente de la empresa». En el mes de julio tuvo preselección y San Cristóbal. «Por supuesto, en uno de nuestros camiones. De hecho, aprender a conducirlos es uno de mis retos pendientes». Las múltiples ruedas acabaron ganando a la bata blanca. «Estuve tres años estudiando Medicina, que era lo que había querido ser de niña, pero finalmente le di un giro a mi vida. Me puse a trabajar un verano y me empezó a gustar muchísimo. Hice el grado de Transporte y Logística, ahora acabo de terminar el Máster de Transporte Intermodal en la UPV y ahora estoy con el grado de Administración y Finanzas». Y siempre trabajando a la vez «pero eso es por lo que nos pasa a los jóvenes: cuando empiezas a recibir un sueldo... ya no lo quieres soltar». Lo soltará si septiembre le es favorable. Para hacer juego con el marzo más espectacular: primer premio de Especial y Ninot Indultat. ¿Cuando alguien lo ha ganado todo no se va con más presión? «Siempre he soñado con el año que he vivido, con ser fallera mayor, pero no imaginaba que sería así. Lo que he disfrutado y lo que he vivido. Ahora voy respaldada por la comisión, pero me lo tomo más como algo personal, como Carmen, que es la que quiere dar todo lo que es por vivir la experiencia y servir a la fiesta». Y si hay que celebrarlo, levantando una copa por Manzanita.

Lucía Mínguez Gabarda

RASCANYA
SAN JUAN BOSCO DUQUE
MANDAS
19 años

Quería ser fallera mayor... y ha sido mayor e infantil en 6 años

Es una de las preseleccionadas más jóvenes y acaba de terminar el Grado Superior de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico

«Mis pasiones son el arte, sean los bailes, que lo hago en El Piló de Burjassot y en Aires Serranos de Alcublas, la pintura...» y sobre todo las Fallas con máster de mundo corte. Conoce a los intríngulis del proceso y sus protagonistas y debe estar en una nube después de haber superado la primera fase, siguiendo un deseo, ser fallera mayor, que persiguió toda su vida: «Había sido de niña de Mistral-Murta. En 2016 (ella tenía por entonces ocho años) nos cambiamos con un grupo de amigos a Poeta Emilio Baró. Yo quería ser fallera mayor infantil, pero al llegar a una comisión nueva, cualquiera niña me ganaba por antiguedad, que es el criterio que prima. Cuatro años me estuve intentándolo» -es decir, prácticamente hasta semiadolescente- «y no había manera». Debió ser frustrante pero como el deseo no había remitido, «después de 2018 buscamos una falla porque yo quería y quería ser. Fuimos a San Juan Bosco y no es que lo consiguiente: es que el presidente embarcó a mi madre para ser la fallera mayor. Y fue, de verdad, un año maraviloso. Además, si mi sueño era ser fallera mayor infantil, jamás imaginé que el sueño de ella era ser fallera mayor». Fallera mayor tardía con 13 años y fallera mayor precoz con 18 para 19 años. «Aún no tenía pensado serlo tan pronto, pero al final también pensé que se puede romper el estereotipo de que las más jovenes «no están en edad». Yo he estado en cargos de responsabilidad en la comisión desde joven y quiero demostrar que se puede optar a todo con 19 años. Pero igual que con 40 años. Sé que ahora pueden decir que soy muy joven para lo que es habitual, pero me veo totalmente capaz». De momento tiene la primera pantalla superada y la comisión busca un puesto de honor que no disfruta desde 2009. Lucía lo hará en Torrefiel tras venir desde Benimaclet. «Mi abuela nació en la calle Alegret, pero también somos alcublanos por mi abuelo materno y por los paternos soy de Villar. Padre de Villar y madre de Alcublas es muy típico. Voy allí en el verano. Ahí descubrí que quería dedicarme a sanidad porque al lado de mi casa estaban las personas mayores e iba con mi maletín a jugar a los médicos. Con Benimaclet y los pueblos «hablo y pienso en valenciano. Aprendí el castellano en clase» En lo profesional sanitario, «he acabado el Grado Superior de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico» y he hecho prácticas de investigación «lo que me ha permitido se fallera mayor con comodidad, aprovechando cada cosa y disfrutando». Su futuro puede ser entre cultivos biológicos y bichos. «Todo el mundo, cuando lo dice, se asombra. Me gusta el tema forense, criminalístico, me sirva también para opositar a policía nacional, puedo desarrollar la carrera de medicina. Había pensado en septiembre ponerme a trabajar, pero ¿qué hago ahora?». Por ejemplo, esperar, que todo es posible.

Virginia Pulido Martínez

RASCANYA
FALLA M. MONTORTAL - JOSÉ
ESTEVE
28 años

A la búsqueda de una nueva corte 18 años después

Virginia Pulido ya estuvo en la corte infantil de 2008 y ahora vuelve convertida en odontóloga especializada en niños

Virginia Pulido responde plenamente al prototipo de candidata contemporánea: «Las Fallas son mi pasión y sabía que acabaría volviendo a ser fallera mayor de mi comisión» pero que lo es, tanto fallera mayor como candidata, a una edad bastante mayor de lo que era hace una generación. «Tenía que ser cuando ya estuviese trabajando para no ser una carga económica para mis padres» y por si fuera poco, «este año, mi infantil es mi prima pequeña y me hacía mucha ilusión vivirlo juntas». Para autogestionárselo ya debe estar en el mercado laboral. Y lo está. «Soy odontóloga especializada en el paciente pediátrico» y eso va más allá de la superficialidad de recomendar aparatos. «Es cuidar del niños en todos los ámbitos, desde caries a traumatismos y cualquier aspecto del crecimiento. Llevo tres años ejerciendo y trabajo como autónoma en varias clínicas. Es una especialidad muy concreta y lo normal es ir alternando a lo largo de la semana. Campanar, Sagunt, Alzira...». Aún duda de ver en el futuro la Clínica Virginia Pulido, pero se nota que está en ola ascendente. «La sensación que veo es que los empresarios acaban siendo eso: más empresarios que odontólogos. No quiero tanto gestionar agendas y material como estar con mis niños». Tiene que ser algo muy vocacional. «Antes fui higienista bucodental y ahí ya trabajé con una ortopediatra excepcional que es lo que me hizo abrirme el camino». Virginia Pulido viene enriquecida por su paso por la corte de 2008 «con Victoria Blázquez de fallera mayor. Es una experiencia que recuerdo muchísimo. Me cambió la vida, me enseñó muchísimas cosas como fallera y como persona. Me enriqueció completamente». Ya organizaron la cena de cortes, en el año 2019 y son un ejemplo de la injusticia del mantra de «siempre salen las que fueron corte infantil». «De mi año se han presentado cuatro y sólo ha llegado a la corte Anna Duggan». Dato y relato. ¿Y por qué de Marqués de Montortal-José Esteve? «Una hermana de mi abuela fue una de las primeras falleras mayores infantiles de la historia de la comisión. Siempre hemos sido de ahí». Ya era niña cuando se mudaron a Xirivella. «Me recogían en casa de mis ‘iaios’ junto a la falla. Es que esa es mi casa de fallas». Estarán pendientes de ella en Gestalgar porque «mis abuelos, los de Torrefiel, tienen casa allí. Es mi lugar de verano, de fin de semana...». A este municipio de los Serranos lo contempla con melancolía tras los destrozos en la dana en su particular tesoro del cauce. «Mi lugar favorito tardará en volver a ser igual. Pero lo espero y deseo». Igual antes su vida, nuevamente, vuelve a ser diferente por un año en lo más alto de las Fallas.

Lydia Carcelén García

RASCANYA
FALLA PRIMADO REIG - SAN VICENTE DE PAUL
26 años

Una experta en leyes con ‘l’agulla i el cisell’ en casa

Lydia Carcelén, recién habilitada como Abogada y Asesora Fiscal, daría una alegría en el pueblo donde vivía García Lorca

Toda una experiencia. «Que tu madre te haga los trajes, porque además es profesora de Corte y Confección. Y ser tu misma la que cortas la tela para tu traje más especial... y quien te lo diría, porque, además, mi madre, mi indumentarista, es de Granada». Lydia se presenta en el Roig Arena como baza de Primado Reig-San Vicente de Paul, «la comisión de toda mi vida y de toda mi familia. Me ha criado allí y no la cambio por nada. Es una comisión muy familiar, muy natural, en la que nos conocemos todos. Y eso hace arraigo». Razones de peso para sentenciar que «mi comisión es la mejor de todas». Nadie lo duda. Lo cierto es que su vida gira alrededor de «la 106» y de esas calles a mitad camino entre el Orriols más tradicional y el más moderno. «Sigo viviendo allí, en casa de mis padres. Algún día me independizaré con mi pareja, pero soy muy feliz en las calles donde he vivido». De allí salió también para ser la fallera mayor infantil en 2009. No salió preseleccionada y aún faltaban diez años para que una de sus compañeras de comisión, María Cavero, inscribiera por primera y hasta única vez el nombre PR-SVP en lo más alto. «Hemos tenido preseleccionadas bastantes años últimamente». En lo profesional es Abogada en fase de crecimiento. «Trabajo en un despacho del centro de València, Santa Clara Abogados» y ha rematado con el doble máster, de Asesoría Fiscal, su auténtico objetivo vital. Su trabajo está centrado más en el trabajo tributario de las empresas que en la arena de los juicios. «Control de la contabilidad, inspecciones de hacienda y todo lo que hay detrás, las cuestiones legales. Si hace falta ir a sala, vamos también, pero normalmente no». ¿Es la primera abogada de la familia? Y tanto: «aparte de mi madre, mi padre es peluquero. Pero no, no es él quien me peina de valenciana». Llega a la gran final siendo una de las preseleccionadas elegidas «a lo raro». Ella en el casal de Músico Espí, a refugio tras la tromba de agua de aquel sábado de diluvio e ilusión. «Ya lo ves. La lluvia nos sigue acompañando. Lo recordaré como algo nada usual, es verdad. Te dejas llevar. Te sabe mal por la comisión organizadora, Músico Espí, que se lo habían trabajado muy bien, pero al final, pues ya ves, tuvo que ser casi a ciegas, pero con la misma ilusión». Ella tuvo suerte de acabar pronto la zozobra: fue la primera adulta nombrada. Ahora «feliz por superar el reto de estudiar y trabajar, y conseguir mis objetivos en lo profesional», se prepara para el reto fallero. Pero en verano no faltará la visita a los abuelos. Los «granaínos». «Nunca falto a visitar Valderrubio. Donde está la casa de García Lorca». Ella tiene ahora una gran cita, pero no a las cinco de la tarde.

Andrea Martínez Martín

PILAR - SANT FRANCESC
FALLA PLAZA DEL PILAR
25 años

Segunda oposición a la vista: la de magisterio y la de Fallas

Nuevamente, la falla del Pilar presenta la credencial de su fallera mayor, la primera en su familia en sumergirse en la fiesta.

Andrea Martínez cumple 25 años este 11 de agosto -por eso le «adelantamos» la edad un día, ya que el recorte de prensa queda para la posteridad-, llegó a la falla de la plaza del Pilar por el «tercio infantil». Es decir, apuntarse de niña es libre y si creces y te gusta, te quedas. Ella llegó por insistencia. «Mi residencia fallera es la casa de mis abuelos, que era en la calle Guillem de Castro y soy la primera en la familia que entró en la comisión. Me encantaba vestirme de valenciana y les seguía a todo lo que hacían. Al final mi abuelo se convenció de que probara y me inscribió. Hablaba de aderezos y cosas así en casa. Después entraron mi madre, cuando fui fallera mayor infantil, y mi hermano también se ha apuntado desde niño». Y se dice «se ha apuntado» porque fue no hace tanto tiempo: «nos llevamos diez años de diferencia». Lo que la convertido a ella en el comodín fácil. «Recogerlo del colegio, del Instituto, aquí, allá... de niño y de adolescente». Ya casi no sabe donde empieza la hermana y donde la madre «y estoy muy feliz de tenerlo», aunque fuera la princesa destronada a los diez años. «Para nada: hacemos muy buen equipo». Y de ahí a pasar las noches viendo las entradas de las góndolas por Maldonado. «No hay fallera mayor, y no hay miembro de la comisión, que no lo disfrute». Queda dicho que fue fallera mayor infantil. En 2012 y es original al describir su preselección: «no pasé el río». Ahora sí. Después de ser fallera mayor. «En la comisión, las que queremos ser lo tenemos bastante hablado. A mi me venía bien, porque era el final de la carrera y sin oposiciones a la vista». Oposiciones para atarse de por vida al mundo de las aulas. «Estoy preparando las de de Magisterio y mientras, estoy trabajando en un colegio». El camino de «una profesión vocacional». Con su inicio «como todas, en un comedor y en extraescolares» y la primeras chinchetas en el mapa educativa: «Esclavas de María, en Tres Forques «y en San José, «detrás de la escuela de Artesanos en Russafa...». El lenguaje del tatuaje siempre dice mucho. Lleva un «MAMA» donde se unen brazo y antebrazo. «Lógicamente, es por mi madre. Lo llevamos las dos». Y una luna «mi perro, que llegó en un momento difícil, cuando faltó mi abuela, y nos trajo mucha alegría». Quien sabe si se tatuaría un «28/09». En cualquier caso sería sinónimo de éxito en el Roig Arena.

Natalia Mateu López

PILAR - SANT FRANCESC
QUART - PALOMAR
24 años

Una inversión de futuro que, de momento, da dividendos

Una profesional de Finanzas que sabía que, perdiendo votación para ser fallera mayor, al año siguiente sí que lo conseguiría

Natalia hizo una inversión de futuro. Algo que la acompaña en su día a día profesional, pero que aplicó en materia fallera. Y los dividendos han sido ser fallera mayor de Quart-Palomar en 2025 y, ahora mismo, entrar en el particular Ibex 73, el de Preseleccionadas. «Al regresar de seis meses en Finlandia me dije que era el momento perfecto en lo profesional, lo personal y lo familiar. Y me presenté a la votación sabiendo que iba a perder, pero que luego ganaría». Se explica: «había otra candidata que ya se había presentado el año anterior. Y en mi comisión existe la costumbre de que, si te presentas por segunda vez, la gente suele votarte. Sabía que iba a perder porque había otra compañera que se lo había ganado y después me pasó a mi lo mismo». Pero al revés. La terminología es financiera porque la inquietud laboral de Natalia Mateu es compleja, pero no cualquier cosa. «Estudié Administración y Dirección de Empresas en Edem. Luego me marché un año a Dublín para estudiar Recursos Humanos, algo que me sirvió además para soltarme más aún en inglés y ahora trabajo como investigadora en el departamento de I+D de un Fondo de Inversión». En las dos carreras hay Finanzas y Matemáticas Financieras. ¿Es broker? «No llega a serlo. Es ver oportunidades que hay en el mercado. Determinar la legislación si se quiere abrir una Empresa Tecnológica Financiera...». Ahora defenderá la cotización de Quart-Palomar, comisión que aparece con cierta cadencia en el cuadro de preseleccionadas y también en el de cortesanas. «Mis amigas del colegio desde niña eran de Quart-Palomar y para mí siempre fue «la falla de ir a ver quemar». He salido en la Ofrenda sin ser aún fallera, siempre cruzaba la calle para ir a verla, porque yo vivo casi enfrente, entre Guillem de Castro y la Gran Vía». En definitiva, «era la falla que me llamaba. Necesitaba pertenecer a ellos». Y tras un pequeño paso por Norte-Doctor Zamenhoff «en cuyo grupo de baile también estoy, así como en el de Sargantana», se apuntó «recién iniciada la mayoría de edad». Poco ha tardado pues en ser fallera mayor. «No siendo fallera lo veía una utopía. Siempre lo había visto, lo que es, lo que hacen... esa ilusión de serlo. El «¿Y si sí?»». Y fue que sí. «También participo en el grupo de teatro de la comisión». Heredó de los López la estatura y de los Mateu la identidad en Dos Aguas. «Toda la familia de mi padre es de allí. El pueblo está lleno de «mateus». Antes, cuando vivían mis «iaios», íbamos más pero siempre me acerco en Pascua y en verano». Si en 2026 no acude menos, o no acude nada, quizá es por una buena noticia fallera. Que contaría en su red: @diaridunafallera.

Gema García Atienza

PILAR - SANT FRANCESC
FALLA EN SENDRA - PLAZA COLL 25 años

En busca de la alegría que le falta a la plaza más coqueta

Maestra de Primaria y de contrato, llega como heredera de una familia con generaciones en Velluters

Un año más, no falla el promedio de profesoras entre las 73 candidatas como principal ocupación profesional de aquellas que sueñan con llegar a lo más alto en la fiesta. Y Gema García viene a reforzarla en su condición de maestra en La Purísima Franciscanas, «ya de contrato», recompensa a hacer un recorrido por «el comedor de Pureza, cubrir una baja y... ya. Soy ex alumna de este colegio. Me llamaron para hacer una baja de maternidad y ahora una prejubilaión. Llevo ya dos años». Si lo hace bien, para mucho tiempo. «Está en Tres Cruces» y este curso ha ejercido de «Tutora de Primero de Primaria, seis, siete años». La Plaza Coll es un entrañable recoveco de Velluters, al que se debe llegar normalmente por antecedentes familiares. «Estoy por la familia de mi padre. Vivían en la calle Murillo y mi abuelo se apuntó allí. Cuando se conocieron y se casaron, mis padres tenían que elegir, En Sendra o Luis Lamarca». Y «si, ganó mi padre, que ya sé que es raro, pero tiene su razón de ser: había más familia en En Sendra. Mi madre era más el grupo de amigas». Así que la vida de Gema, apuntada al nacer «y con la primera ofrenda de meses, porque nací en mayo» ha transcurrido en una placita «que rodea a la falla y queda muy coqueta» y la abierta plaza de Viriato, que hace ya años les dio oxígeno y posibilidad de hacer la vida fallera. «Ya no tenemos la casa de la calle Murillo, pero no te lo vas a creer: mi padre encuentra sitio para aparcar. No sé cómo lo hace». Y al lado está el Conservatorio de Velluters, «donde he estudiado Música. Como puedes ver, mucha de mi vida es en el mismo sitio. Toco el clarinete y si me llaman para reforzar en Semana Santa, estoy en la Agrupación Musical de San Isidro». Tocar en Fallas... «no. Me gusta vivirlo de fallera». No fue fallera mayor infantil, por lo que no pudo volver a ponerse la banda en el 75 aniversario «pero estuvieron mi primo y mi hermana, que fueron infantiles en 2016. A mi me tocó aplaudir desde abajo». Ahora, de mayor, sí. «Todo se dio y acabé acordándolo con mi antecesora: ella en el 24 y yo en el 25». Con ya más de tres cuartos de siglo de historia, En Sendra fía en Gema una deuda que tiene pendiente consigo misma: entrar en el cuadro de honor. «Nunca hemos tenido. «Alguna preseleccionada sí» - incluyendo alguna reciente- «pero nos falta tener, vivir y disfrutarlo». Si es ella, mejor que mejor.

Inés Plaza Soriano

MALVARROSA - CABANYAL BETERÓ
BARRACA - ESPADÁN
23 años

Una abogada para defender la ilustre añada infantil de 2011

Inés Plaza es la fallera de la corte de un mismo año que llega a la final y busca seguir el ejemplo de María Estela y María San Miguel

La corte infantil de 2001 batió todos los récords de retorno: cuando se hicieron mayores, tres de ellas fueron falleras mayores de València y tres más estuvieron en la corte de honor de diferentes años. Las de una década después, la añada de 2011, está «en proceso»: ya tienen una fallera mayor (María Estela Arlandis) y una cortesana (María San Miguel). Aviso para histéricos del «siempre salen las infantiles»: el año pasado, otras dos estuvieron en la Fonteta, pero no salieron. Ahora, Inés Plaza llega al Roig Arena tratando de romper el empate para bien. Y hay más esperando: «este año, Sara Sancho es fallera mayor en su comisión». Quedémonos con Inés, que gusta de cifras redondas. «Fui fallera mayor infantil en el 50 aniversario de mi comisión. Y de mayor quería repetir, claro, pero sin un año en concreto porque estaba estudiando... tenía todas las perspectivas, pero sin una fecha especial marcada. Pero llegó el 25, no había fallera mayor, el año sonaba bien, no había ningún motivo para no ser y en casa me dijeron que por qué no. Y dijimos que adelante». Y saca su propia conclusión: «al final lo ves con perspectiva: tenía a los cuatro abuelos, lo han vivido y en abril perdí a mi abuelo materno. El destino es así y ahora, que los cuatro hayan podido disfrutar mis fallas de fallera mayor, es un regalo». Un abuelo que era todo un personaje en el Cabanyal: «Claro, Rafelín el Practicant». El que iba por las casas con la moto para pinchar a la gente». Tiempos de jeringa de cristal desinfectada en un cazo de agua hirviendo. «Mi madre y mis tías son «las hijas de Rafelín» y yo, la nieta». Fue la generación previa la que entró en el mundo de las fallas. «Mi abuela materna es de Benigànim y llegó aquí para estudiar en el que era internado de la Malvarrosa. Luego se casó con mi abuelo y se asentaron en el barrio. Veía BarracaEspadán debajo de casa y fueron sus hijas las que ya se apuntaron». ¿Y ella, Inés? Hace catorce años, en el Extra de Fallas, apuntaba inquietudes periodísticas, pero ha virado hacia la toga. «Estoy estudiando el Máster de Abogacía en el Universitat de València. Este año lo he acompañado de las extracurriculares en un despacho de abogados». ¿Para ser abogada de mayor? «Mi intención es el ejercicio. En el despacho estoy en procesal. Me gusta litigar, el ejercicio. Pero también tengo en perspectiva el doctorado. Quiero dedicarme a la investigación, que es un campo muy interesante: desarrollo de teorías, d etesis, evolución del propio Derecho en función a la rama...». Está totalmente institucionalizada. Su discurso es rápido y fluido. «Cómo adaptar y mejorar el derecho a la sociedad. Es una ciencia social flexible...». Y a la pregunta, la respuesta es no: «no he participado en ligas de debate. He seguido alguna, pero no he llegado a eso». En lo fallero, pureza demostrada: «mi primera ofrenda fue con mes y medio». En dos meses y medio, quizá, más.

Carmen Martínez Castillo

MALVARROSA - CABANYAL BETERÓ
FALLA RÍO TAJO - CAVITE
27 años

Fallera comprometida con su presente de agente de igualdad

Dos días después de su exposición de trajes como fallera mayor, la dana arrasó Massanassa, su poblacion de residencia

«Las mujeres de mi vida me han inculcado grandes cosas. Trabajo para que sigan teniendo el papel y la visibilidad que se merecen». Y Carmen Martínez ha hecho de ello una profesión: es agente de igualdad. «Trabajo asesorando a empresas, ayuntamientos, fundaciones... en materia de igualdad y politicas inclusivas». O sea, «hacer cumplir las normativas actuales». Un oficio 5.0. «Muy desconocidos. De hecho, este año, por fin, aparece como estudio reglado» y sustanciado tras haber hecho el grado en Ciencias Políticas y de la Administración Pública. Y no se queda ahí, porque también ha hecho voluntariado en Cruz Roja dentro del Área de la Mujer y colectivos en exclusión social. Así lo refleja en un perfil convencido de lo que hace. Igualdad para el día a día y para las Fallas. «No solo somos una cara bonita, sino muchos valores, con todo lo que aportamos». Su vida se ha movido entre dos partes del mapa. Massanassa «porque es donde fueron a vivir mis padres». Massanassa significa dana. «Sí. No vivimos en planta baja, pero el rellano estaba en muy malas condiciones y hemos acabado por volver a la Malva-rosa. Podemos decir que tenemos suerte de tener una segunda residencia. Lo recuerdo como una noche muy larga y recuerdo muchas imágenes. Perdimos un coche, el de mi hermana, pero con todo lo que ha pasado... durante un tiempo teletrabajé, asimilamos lo que pasó y tiramos hacia adelante. Ser fallera mayor me ha servido para agarrarme a una ilusión. Mira: dos días antes había hecho la exposición de trajes y dos días después, todo eso». Su propia comisión fue una de las que abrió puertas para recoger productos de ayuda inmediata. Y lo de la Malva es por parte materna. «De allí eran mis abuelos y por eso tenemos casa. Mi abuela es quien me llevó a la falla de muy, muy niña y la que me ha inculcado la fiesta. La recuerdo como alguien que conocía a todo el mundo: mi imagen es ir con ella a comprar y parar en cada esquina». Los abuelos ya no están, pero sí la falla, donde este año ha ejercido «porque me tocaba. En mi comisión va por antigüedad y me presente porque la vida me lo permitía en ese momento para serlo como hay que serlo: al cien por cien». No es el único revés de su vida: «tenía diez años cuando mi papá faltó. Por eso no pude ser fallera mayor infantil y eso es lo que me ha hecho cogerlo ahora con más ilusión». Lo recuerda cada día en la piel. Es un libro. «Mi hermana, que es maestra, hizo un cuento sobre cómo tratar el duelo en los niños y las niñas pequeñas. Lo tenemos los dos». Se llama ‘El papá de Carmen’.

Sandra Fito Sánchez

MALVARROSA - CABANYAL BETERÓ
MALVARROSA - ANTONIO PONZ
25 años

Sandra Fito Sánchez

Regreso desde la Malvarosa 16 años después

Sandra Fito es la tercera fallera de la corte infantil de 2010 que llega a la gran final. La niña se hizo enfermera y siempre en su barrio, Malva-rosa.

Sandra Fito también es enfermera. De carrera finalizada y aplicada a la labor inicial de toda profesional de esta rama: ir acumulando contratos y, por extensión, experiencia y puntos. Pero ahora está en pausa voluntaria. «Cubría una sustitución que acabé en febrero y desde entonces me he dedicado a disfrutar, primero mi falla y ahora, lo que venga». De momento, una preselección afortunada. Pero deja atrás una primera etapa en la que ha pisado todo lo pisable en la sanidad pública: «He estado en La Fe, el General, 9 d’Octubre y mi último contrato fue en el Arnau. Y doblando muchas veces hasta que me dieron un contrato un poco más largo». ¿El futuro de plaza fija? «Depende de las oposiciones, que salen cada cierto tiempo». Mientras va acumulando puntos. Y acción: «donde mejor me desenvuelvo es en Urgencias. Te llega cualquier cosa, todas las ramas, y aprendes mucho». Para los que tienen memoria selectiva cortesana es un nombre que tiene que sonar. «Fui fallera mayor infantil de mi comisión en 2009 y al año siguiente estuve en la corte de Ariadna Galán, con 10 años». Si lo consigue, sería la primera de esa promoción que consigue el doblete. Ya entonces destacaba por su tez morena. «Eso es mi padre, sin duda» y el pelo rizado. Dieciséis años después, es ella misma . El nueve la acompaña porque ella misma nació en octubre de 1999, muy poco antes del Efecto 2000 y su madre fue fallera mayor en 1989. Ha sido fallera mayor en el recién finalizado ejercicio «inclinándome hacia mis peques y porque en mi falla somos muchas, en mi grupo somos muchas. Quería que mi mejor amiga fuera la saliente. Todo acuerdos». Eso sí, todo en Malvarrosa. «Somos del barrio de toda la vida». ¿Con algún recuerdo popular? «Quizá mi abuelo lo conocerían por el de los electrodomésticos, porque tenía una tienda muy conocida, aunque cerró hace ya años. La gente de toda la vida sí que saben cual es, seguro». No en vano, es de la falla de la luz en el Marítim.

Blanca López Ferriols

CANYAMELAR - NAZARET
FALLA BARRACA - TRAVESÍA
DEL ROSARIO
27 años

Monitora de irresistible cardio con raíces en el puerto y en Argentina

Blanca López es monitora de gimnasio de las especialidades más exigentes y hasta ha hecho entrenamientos de artes marciales mixtas

Lo normal en una ciudadana de los Poblats Marítims es llevar historia de barrio detrás. Blanca López lo tiene porque su abuelo paterno «trabajó en los astilleros, haciendo barcos». Pero la peculiaridad llega de más lejos por la parte paterna. «Mi padre es argentino. Nació allí y se vino con 14 años». Y ante la pregunta: «Se llama Baldomero, pero solo Baldomero, sin ningún otro nombre». Y ante la pregunta: «No, ya no tiene acento. Por desgracia, porque me gusta. Es xarraor como todo buen argentino. Ir allí es un viaje familiar que tenemos pendiente para conocer su historia». Pero eso tendrá que esperar porque ahora, la atención está en el futuro inmediato: una plaza en lo más alto que su hermana ya rozó como preseleccionada hace diez años. «Es por ella por la que somos falleros. De pequeña vio un pasacalle, le gustó eso de niñas vestidas de princesitas y la apuntaron a la falla que está debajo de casa de mis abuelos, luego se apuntaron mis padres y al cabo de un tiempo aparecí yo y también me apuntaron». Fue fallera mayor infantil en 2010 y ahora repite vivencias. Como vivencias son su vida profesional. Muy original. «Antes quería ser fotógrafa, la vida dio un giro porque no pude entrar en el grado superior y me introduje en el de deporte. Los mejores años de tu vida». Y ahora, tras habilitarse en Les Mills, es feliz con su trabajo de «monitora de gimnasio». Cruza la ciudad cada día para llegar a los Viva Gym de Tres Forques y Patraix. Da clases de todo lo más al día: «Body Combat, Body Pump, Zumba, Pilates, Yoga, Spinning...». Y hasta ha hecho sus pinitos, «pero de entrenamiento, no de competición» con las artes marciales mixtas. «He entrenado MMA con hombres y me gusta practicarlo y también verlo». Todo suena a resistencia y cardio. «Si hago tres clases diarias, un entrenamiento de fuerza y bailes regionales en un lunes cualquiera... y a las seis de la mañana a abrir el gimnasio». Imparable que se dice. Y profunda con los tatuajes de la piel, que refleja toda una vida. «Tienen mucha historia: uno es con una de mis mejores amigas, la fallera mayor de 2026. Estuvimos mucho tiempo separadas, nos gustan las flores y son dos brazos entrelazados. Un ‘Indivisibles’ por mis primas. Somos un pack indivisible de tres. Detrás llevo la luna de El Principito, que representa a mi hermana y que lo tenemos los dos». Y otro es psicología aplicada: «La formula de éxito de la persona. Conocimiento y Habilidad te llevan a muchos sitios, pero la A es Actitud. Y en el tobillo llevo las iniciales de mis abuelos». Un FMV o un CH tatuado tampoco estaría mal.

Paula Laguna Lleonart

CANYAMELAR - NAZARET
DR. J. J. DÓMINE - AV. DEL PUERTO
25 años

Fallera del puerto y profesional de los probióticos

Paula Laguna es la segunda de dos hermanas que llega a la gran final representando a la comisión «jota jota»

A lo largo ya de cientos de entrevistas a preseleccionadas ha desfilado prácticamente todo el glosario de mercado laboral. Pero siempre puede llegar una nueva candidata para añadir un oficio inédito hasta ahora. El de Paula Laguna es muy 2.0 y, o mucho cambian las cosas, o tiene trabajo para mucho tiempo: «Trabajo en una empresa que se dedica al mundo de los probióticos. Estoy en el departamento de creación de diseño y desarrollo de alimentos». Puesto de trabajo en un laboratorio que consiguió tras estudiar Ciencia y Tecnología de los Alimentos «con un máster posterior en Ciencia e Ingeniería de los Alimentos. Es una carrera con muchas salidas y mi trabajo lo combina todo». Su objetivo en el día es «tratar de desarrollar esos alimentos y dárselos al consumidor. Trabajamos con clientes y tenemos productos propios». Y ahora viene el reto de ver si está institucionalizada. Lo está: «los probióticos tienen plena base científica detrás, con microorganismos que tienen efectos beneficiosos para la salud. Hay que explotarlos y utilizarlos para el interés general». ¿Hay productos en el mercado que llevan su mano? «Por supuesto que sí, pero recuerda que es un trabajo conjunto». Con el desarrollo profesional encarrilado, ahora le falta redondear el desarrollo fallero. Defenderá a la comisión de «jota jota». «Somos una falla muy familiar, donde quien llega, se queda». Es la comisión del Puerto, de la que ella este año es la delegada de Festejos y Juventud. «Me paso la vida en la falla y aunque me he independizado con mi pareja, sigo cerca de casa y de la falla». Es la segunda Laguna Lleonart que llega a la gran final. Hace tres años estuvo cerca su hermana Sandra. Busca la comisión un puesto de honor que «solo hemos tenido una vez, en 1984 (Nuria Blava). Mi hermana es la última preseleccionada que hemos tenido». En aquel entonces, verano de 2022, supimos que su padre era el dueño del quiosco del final de la Avenida del Puerto, en plena demarcación de la comisión. «Pues allí sigue. Cada vez quedan menos quioscos, pero el continúa. Ya era de mis abuelos». Familia también del barrio «aunque tenemos casa en Chella por el origen de una de mis abuelas». La comisión no irá con una, sino con dos bazas: ella misma y Adriana, la infantil. «Este año me han atribuido ser la fallera mayor de la suerte». Explíquese: «cuando fui fallera mayor infantil dimos el quinto premio de la Lotería Nacional. Ayudamos mucho al barrio, porque todo el mundo, claro está, compra en la falla». Y este año... «el número que jugamos es el 22418. Pues bien, en la preselección mi infantil llevaba el 8 y yo el 2». El mejor reintegro posible: dos plazas para la Roig Arena. Allí desfilará Paula; Sandra lo verá desde la grada y a ambas las acompañará Amanda, el nombre que las dos llevan tatuado en el brazo. «Éramos tres. La gemela de mi hermana. Se nos fue en 2010, pero siempre va con ambas a todas partes».

Elena Dasí Ramos

CANYAMELAR - NAZARET
FALLA ISAAC PERAL - MÉNDEZ
NÚÑEZ
28 años

Del presente en comunicación al futuro en aulas

Elena Dasí hizo las prácticas de Periodismo en Levante-EMV y de niña no pudo presentarse a la corte por la derogada ‘regla de los 14 años’

Elena Dasí llega a su momento más importante y con ella se salda cierta deuda moral: «fui fallera mayor infantil con trece años y no me pude presentar porque ya sabes que hace años no te podías presentar si cumplías 14». Mucho hubo que pelear, hace dos años especialmente una familia de Campanar, para acabar por fin cno ese agujero negro, pero para entonces Elena ya era una mujer adulta en el mercado laboral. Al que llegó tras hacer una parada en Levante-EMV: «Estudié Periodismo y después rematé con Relaciones Públicas. He estado trabajando cinco años como directora de comunicación en una agencia de marketing digital y justo este año he decidido dar un cambio total a mi vida y me estoy preparando para ser profesora de Lengua y Literatura castellana en Secundaria o Bachiller. Pero durante el camino hizo las prácticas en este periódico. «Estuve en la sección de Comunitat Valenciana. Recuerdo, por ejemplo, una huelga de taxis; y tambien en Cultura. Ahí recuerdo un Sagunt a Escena, una entrevista a Miquel Navarro... fue hace bastante tiempo ya, en verano de 2018» y después «el plan de estudios de la UJI permite completar con otra carrera de la rama año y medio. Las prácticas eran en una agencia, Neurona Digital, y ahí he estado cinco años». Pero ahora ha decidido dar un cambio «porque era muy feliz en la agencia, pero pensando en la futura Elena, quizá quería optar a una vida más estable» dígase plaza fija oposición mediante. Y está obligada a predicar con elo ejemplo. «Soy ‘friki’ de la ortografía, la sintaxis...» entonces, a la hora de usar el wasap, ¿predica con el ejemplo o lo llena de abreviaturas? «No, para nada. Y mal me sabe que se me escape alguna tilde cuando tecleo». Ahora está donde no pudo ni optar de infantil. Para dar una nueva dimensión a una familia muy fallera. «Soy desde los cuatro años y mi familia siempre ha estado vincolucrada. Tengo dos hermanas y las tres hemos sido falleras mayores infantiles: Patricia fue la primera en 2008; yo en 2011 y Mireia en 2014. Ahora empiezo yo el ciclo de adultas y las otras dos vendrán. Mi padre es vicepresidente, su pareja es presidenta de la falla los últimos diez años. Mi madre es de Obispo Jaime Pérez. Y ya te digo que muy buen rollo con todos y entre todos». Los Dasí son oriundos «del Saler. Mi abuelo tenía un campo allí, por lo que siempre ha estado presente aunque no tengamos casa allí». En el colegio siempre ganaba concursos de redacción. «Pero recuerdo uno sobre las Fallas porque fui tercera. Se me quedó ahí. Siempre me ha gustado redactar, contar lo que pasa». Y otra curiosidad: «juego al fútbol. He estado 7 años jugando en la UD Fonteta y este año me pasé al Paiporta. Con lo que pasó se cambiaron de horario y de lugar de entrenamiento y no lo pude compaginar bien. Digamos que el tema del fútbol está en ‘stand by’ a la espera». Este mes de septiembre hay un mercado de fichajes, pero no para el césped, sino para el equipo más especial de las fallas, formado por 13 jugadoras.

Anabel Moltó Bonafont

EL CARMEN
FALLA RIPALDA - BENEFICÈNCIA
28 años

Otra hija de «Ribesan» invitada de honor al año más especial

Trabaja como «BI» y ha vivido el cargo de fallera mayor desde un puesto privilegiado por ser la sucesora de Berta Peiró en la comisión.

«Soy Business Intelligence. Pero mejor te lo explico». Si, mejor, porque es una condición laboral, la de Anabel Moltó, nueva de dimensión desconocida. «Trabajo en una web que es una comunidad financiera, en la que se trabajan muchos datos: usuarios que entran, que compran... y luego el CEO y los trabajadores quien saber esos datos, sintetizarlos, trabajarlos e interpretarlos para que puedan tomar las decisiones». Una vida frente a la pantalla «llevo ya cinco años en la empresa» a la que llegó después de haber estudiado «Gestión y Administración Pública, después un Máster de Gestoría habilitante, entré en la empresa para hacer eventos, luego anuncios y ahora soy eso, «BI». Una fallera de Ripalda-Beneficència, de Ribesan, de lo más profundo del barrio del Carmen, es una historia de la ciudad. «Soy de la comisión básicamente porque mis abuelos maternos eran de esta falla. Mi madre creció allí y me apuntaron nada más nacer. Era la falla de debajo de casa de mis abuelos. Luego mis padres compraron un piso allí también, abajo. Lo que pasa es que ahora está alquilado. Tenemos el de mi tío y alquilamos uno en el mismo edificio. Salí de allí de fallera mayor infantil y ahora tenía que hacer lo mismo». Su historia infantil también es poco habitual: fue fallera mayor en 2008 «y mis padres no me quisieron presentar a la preselección. Les daba miedo saber si lo podrían gestionar si las cosas iban bien. Supongo que ese verano me compensarían con muchas cosas». Ya metida en los años veinte ha vuelto, pero de adulta. «Sabía que quería volver a serlo, a volver a pasar por la Virgen, que me vieran mis abuelos, aunque haya sido desde el cielo. En febrero de 2024 es cuando dije que quería ser la siguiente. Que ya me tocaba. Y así fue». No hace falta echar muchos cálculos para recordar que es la comisión de la fallera mayor de València actual. «Tengo la suerte de que Berta es amiga mía. En la comisión han gestionado muy bien para hacerme sentir la fallera mayor y ella la de València. Mi año de fallera mayor ha sido aún más privilegiado gracias a ella. Mi mejor regalo ha sido esa Ofrenda la final... la más dura y bonita de mi vida. También te diría lo de ver en primera fila la Exaltación... son regalos que me han llegado». Fuera de peinetas y ordenadores... «soy una persona muy particular. Me gusta viajar y ahí soy otra persona. He ido a Tailandia y he saltado la comba de fuego; me he bañado con tiburones, estuve en un barco que naufragó...» adrenalina no siempre buscada. Hay más adrenalina esperándola en el Roig Arena.

Alba Arbiol Lázaro

EL CARMEN
FALLA PLAZA DEL ÁNGEL
18 años

Denominación de Origen El Carmen al mil por cien

De edad joven para los parámetros actuales, Alba ya fue preseleccionada de infantil y coprotagoniza el doblete de la comisión

Alba Arbiol aporta, en la lista de preseleccionadas, el cincuenta por ciento del encanto de una comisión, que está en una nube: «nunca hemos tenido fallera en la corte de honor. Y preseleccionadas, pocas. Y sin embargo, en la preselección salió mi prima, Pau, e inmediatamente después, yo. No les había dado tiempo a los falleros ni a sentarse. Imagínate la felicidad por tener a las dos falleras preseleccionadas». Pau es Pau Fernández, la infantil que es prima postiza: las madres son las muy mejores amigas «y nos consideramos familia». Tanto, como que Alba no ha tenido problema en ser fallera mayor con 17 años con tal de acompañarla «porque ella sí que estaba en la edad perfecta para ser infantil». Alba es fallera mayor a contraestilo de edad «pero siempre puedo volver a serlo dentro de unos años». Es una comisión pequeña, de censo limitado «pero jamás me cambiaría a otra. Es la falla de mi familia, que son originarios del barrio. No concibo las Fallas si no es en la Plaza del Ángel, de la que soy desde que nací». Origen cien por cien del Carmen. Pedigrí absoluto. «Mi abuelo materno, Lorenzo Lázaro, es refundador de la comisión. Vivía en la plaza de Navarros, al lado mismo de donde se planta mi falla». Cierto: la plaza del Ángel tiene antigüedad de 1902, pero tras muchos años con intermitencias tras la Guerra Civil, la continuidad se marca desde 1969. Pero hay más: «Mi padre había sido de la plaza de la Santa Cruz antes de conocer a mi madre, pero con el tiempo también ha sido presidente del Ángel» - tanto, como que fue quien sucedió al histórico Joaquín Pérez Zapater-. Y falta la traca final: «mi madre es la presidenta actualmente». Familia, falla y residencia: «Conservamos la casa de mi abuela paterna en la calle de la Cruz, a dos minutos de la falla, con lo que ahí es donde vamos durante la semana de marzo». Esa posibilidad de poder repetir en el futuro la vivió ella misma: fue fallera mayor infantil dos veces. «En 2016 fue la primera. Si: el año ese en el que un coche se llevó por delante mi falla infantil, una parte de la grande, atropelló a mi fallera mayor... y ese año estuve preseleccionada». Y repitió en 2019. «Era el aniversario de la refundación de la comisión y no había falleras mayores. Y mi fallera mayor de 2016 me dijo de repetir las dos. Además, mi padre era presidente... no me lo pensé». Ainhoa Pizcueta, la mayor, fue la preseleccionada ese año. Con 18 años «y 19 en enero», Alba está todavía en el «insti». «Estoy en segundo de Bachillerato en la rama de Ciencias Sociales del IES Malilla, que es el barrio donde vivo. Este año me he partido el curso en dos para poder vivir el año de fallera mayor sin agobios. Este año lo terminaré y procuraré así llegar con las notas reforzadas». De momento, Alba y Pau han reforzado la ilusión de una comisión entrañable.

Ana Sánchez Pérez

EL CARMEN
FALLA SAN MIGUEL - VICENTE
IBORRA
23 años

Una entrenadora de baloncesto en el Roig Arena

Ana Sánchez, de ‘Els Antics’, vive ahora las mismas experiencias que su hermana Sylvia hace apenas doce meses

La historia familiar de Ana Sánchez demuestra algunos de los cambios por los que ha pasado el proceso fallero. «Mi madre fue de la corte de honor en 1986: Silvia Pérez Pons. Se presentó al sector y salió elegida con 16 años. Y tres años después fue fallera mayor, en 1989». Este relato, este escenario (la edad, ser primero candidata y luego fallera mayor...), hace cuatro décadas, era absolutamente normal. En su caso, sin embargo, hay incluso un añadido: «recuerda que 1989 fue el año del agua. Pues bien, decidieron que pudiera repetir al año siguiente». Y echando la vista atrás, es cierto: hubo falleras mayores que repitieron cargo para resarcirlas de aquellas fiestas pasadas por agua, más incluso que en este. El caso es que su madre es la penúltima fallera de «Els Antics» que ha pasado por lo más alto. «Y la última, Mamen, fue hace 23 años». En casa ya lo vivieron todo el año pasado con su hermana mayor, Sylvia, también preseleccionada. «Yo fui infantil en 2012, en el 150 aniversario de la falla. Y este año he tenido mucha suerte: no hay nada más bonito que tu hermana pasándote la banda. Y digo suerte porque no me tocaba por antigüedad. Pero las que tenían más edad querían esperar un poco más por cuestión de estudios. Yo lo pedí y me lo concedieron. Una felicidad absoluta. Yo le subí a ella la banda en su exaltación y luego ella me la impone a mi. ¿Habrá algo mejor?». No le tocaba por antigüedad a pesar de ser fallera desde el minuto uno: «nací un 11 de febrero, el día de la Presentación de mi falla. La primera persona de fuera de la familia que me tuvo en brazos fue mi fallera mayor». Y, así de tierna, «mi primera Ofrenda fue con días de edad». En lo profesional está todavía en periodo de elaboración. «Estoy acabando la carrera de Protocolo y Organización de Eventos», con un año aún pendiente de Bachelor «que quiero cursar en Irlanda, porque me interesa sobre todo los eventos culturales. Y los falleros, no te cuento. Soy delegada en el sector, he estado en festejos, artístico, play back...». Una destitución nunca es agradable. Salvo que sea... por causas de fuerza mayor fallera. «Ya hemos hablado que ojalá tengan que buscar otra entrenadora en mi lugar». Porque Ana, además, es «entrenadora de baloncesto en San Pedro Pascual». «Mi hermana ya empezó a jugar, pero quien lo cogió de verdad con ganas y se orientó al deporte fui yo. Fui jugadora hasta senior y luego ya entrenadora. No veas las niñas lo ilusionadas que están conmigo, aunque me preguntan si voy a seguir con ellas». Porque las pruebas con el jurado llegan con el nuevo curso y, por consiguiente, con la pretemporada. «Ahora subimos a Alevín de primer año. Está claro que en septiembre, con las pruebas, lo voy a tener imposible y a partir de octubre...». El tiempo lo dirá. «Soñar es gratis». En el Roig Arena, futuro escenario de baloncesto, sirve hasta ser nombrada la 13. Eso es, sería, una victoria sobre la bocina. The last shot.

Laura Llobell López

PLA DEL REIAL - BENIMACLET
EXPOSICIÓN-MICER MASCÓ
27 años

Otra fallera «next gen» procedente de la corte de 1995

Laura Llobell, fallera mayor de Exposición, es la segunda candidata de este año cuya madre estuvo en la corte de honor de hace tres décadas. Es diseñadora de su propia marca de ropa deportiva

La historia vuelve a veces. La casualidad, menos, pero también. Si el primer fin de semana de Preselecciones era elegida la hija de una componente de la corte de honor de 1995 (Daniela Roig, hija de Merche Añón), el segundo fin de semana se convocaba a otra hija de aquel año: Laura Llobell, hija de Laura López Albero. Las «next gen» de 1995, la de Raquel Giner como fallera mayor, se traduce en «los hijos que han tenido nuestras madres. Yo soy la mayor de todas, mi madre fue la primera en casarse y yo la primera en llegar. Cuando nos reunimos somos mucha, mucha gente». Defenderá la candidatura de la falla Exposición, comisión de la que ya era su madre «y me apuntó cuando tenía un añito». Su antecedente cortesano materno fue con retraso: «ella fue fallera mayor en 1993, pero fue de la corte en 1995 porque pudo presentarse al ejercicio siguiente. En casa, los falleros son los López. Mi hermano fue presidente infantil, pero yo no fui fallera mayor infantil». Ahora lo entiende: «vivíamos, como ahora, en Xàtiva. Y el ir y venir a València era, habría sido, muy complicado. Ahora sí que me he dado cuenta lo que supone. ¡Claro que me enfadé, pero a cambio me prometieron que lo sería de adulta!». Dicho y hecho. Y ahora, el desplazamiento de La Costera al «cap i casal» es más llevadero con 26-27 años. «Pero también he vivido más en València estos meses. Tenemos la casa de la abuela materna». En lo profesional ha ido creciendo metódicamente. Después de ocho meses en Irlanda para perfeccionar el inglés estudió Dirección de Empresas y «En octubre empecé un MBA de Dirección de Empresas de Moda (Master of Business Administration). Acabaré en octubre». Y ahora está en plan incubadora. «Estoy emprendiendo mi propia marca de ropa femenina de padel. Era un sueño, lleno de retos». ¿Por qué la moda? Porque siempre me ha interesado. Estuve cuatro años trabajando en el departamento de exportación de mi empresa familiar, pero en esta vida tienes que dedicarte a lo que verdaderamente te guste». Nada que ver porque la lo que tratan en casa son los cítricos. «Tenía ahí la espinita de la moda, pero obviamente, antes quería formarme y en casa y con el máster y las prácticas en el departamento de Druni estoy preparada». ¿Para revivir experiencias 31 años después? «Si, de vez en cuando seguimos viendo álbumes». Quien sabe si dentro de un año se ve otro álbum.

Paloma Clemente García

PLA DEL REIAL - BENIMACLET
FALLA GENERAL PANDO - SERRANO FLORES
24 años

Una aspirante a juez para defender a la marea amarilla

Paloma Clemente lleva ya dos años preparando las oposiciones y ya estuvo en la final para la corte infantil de 2012

Paloma le pone valentía a su futuro. «Soy graduada en Derecho y estoy preparando las oposiciones para la Carerra Judicial y Fiscal». ¿Para ser? «Juez. Tengo claro desde pequeñita y toda mi vida ha ido encaminado hacia ahí. Estudié la ESO y Bachiller sabiendo que quería estudiar Derecho». Además, le pilla en casa «porque mis padres también tienen la carrera». ¿Y lo de juez? «Como mi padre seguía ejerciendo fui conociendo los juzgados y en la carrera me enfoqué más hacia Fiscal, pero en las prácticas las hice con una jueza maravillosa. Veremos qué pasa en el futuro». Sabiendo que la preparación para juez es un ‘matapersonas’. «Llevo preparando dos años, pero es cierto que es un camino largo. No sé cuanto me espera. Pueden ser nueve años, pueden ser cuatro... yo diría que en cinco seis deseo poder conseguir mi primer objetivo». Curioso: la componente de la corte de 2024 surgida de Pla del Reial-Benimaclet tenía ese camino. «Si. Beatriz Prieto. La conozco: estamos con el mismo preparador. He visto en primera persona con ella la preparación y la corte». Ella vivió la ‘casi corte’: «en mi casa, salvo mi madre, todos hemos tenido cargos: mi hermana y yo hemos sido falleras mayores infantiles y hasta mi hermano Javi, que tiene síndrome de Down, ha sido presidente infantil. Este año me ha acompañado como presidente mi padre». Y el ‘casi corte’: «estuve preseleccionada para la corte infantil de 2012». Es de General Pando. «La falla del barrio, de la que eran mis padres, los dos, desde que eran niños. He nacido y crecido en el barrio. No había elección de ser de otra falla. Y allí seguimos». Lo mismo que con otra parte del vecindario: «por supuesto, soy del Valencia CF. Socia desde hace muchos años». Ahora ha sido fallera mayor «porque era la ilusión de mi vida». Y el empujón final: «que mi sobrina ha sido fallera mayor infantil. Y como esto era la ilusión de mi vida...». General Pando es un caso curioso en materia cortesana: empezaron la época totalmente democrática como un tiro, con presencias constantes. Pero en las últimas décadas han bajado mucho el pistón. «Desde que yo recuerde, Susana Moreno en 2014 y este año Julia Medina. Las dos infantiles». No es supersticiosa. «¿Lo dices por el amarillo verdad? No, no lo soy». Su comisión es la única de la ciudad de València que el color corporativo es el amarillo. «Además, nos encanta el amarillo Pando. Somos una falla muy numerosa y ver una masa amarilla y ya sabes que eres Pando. Sé que hay otra en el censo de la Junta Central Fallera -Monte de Piedad de Xirivella- y sé que hay una en Paterna... pero es difícil que te equivoques».

Sara Costa Martínez

PLA DEL REIAL - BENIMACLET
FALLA VICENTE SANCHO
TELLO-CHILE
26 años

Estirpe fallera por todos los lados imaginables

Sara Costa es hija de presidente, nieta de corte de honor, madre de fallera mayor y hermana de preseleccionada

Sara Costa completa el repaso que ha hecho Levante-EMV a las 73 candidatas a fallera mayor de València 2026. Y se cierra con una joven que tiene relatos muy interesantes. En lo personal y en lo fallero. En lo familiar, su árbol genealógico recuerda a aquello del inglés, el francés y el chino: «mi abuelo Costa es portugués, mi abuela es de Teruel y se fueron a vivir a Francia. Allí nació mi padre; venían a veranear a València y conocía a mi madre desde niños. Surgió el amor y se vino aquí». Y a su padre le dio tiempo a «perder el acento francés, que no le queda nada, y a hacerse el más valenciano de todos». ¿Una prueba? «Fue presidente de la falla cuatro años. Yo era niña e iba detrás de él, como la mascota, acompañándole en todos los actos, apuntando la agenda para saber cuando iría con él». La historia de las recientes preseleccionadas de Vicente Sancho Tello la protagoniza una misma familia. En infantiles, la propia hermana de Sara (no puede negarlo: las fotos de Mar Costa candidata infantil es una Sara Costa en pequeña). Y en adultas, las hermanas María y Amparo Navarro «mis primas». Y siendo todas familia, quiere decir que también coinciden en el relato. Que es historia curiosa en las Fallas: la de la propia comisión, que apareció y desapareció pero fue capaz de hacerlo sin perder identidad: «Mi familia pertenecía a la antigua comisión. Mi abuela fue corte de honor en 1964, con Amparo de Rojas y Cárdenas». Se llamaba entonces Cardenal Benlloch-Vicente Sancho Tello-Avenida del Puerto. «Después se disolvió, pero cuando se reorganizó, diez años después, volvió mucha gente que ya había pertenecido y quería continuar. Como mi familia. Desde entonces mi madre fue fallera mayor en 1990; yo infantil en 2010 y mi hermana en 2018 y preseleccionada para la fallera mayor infantil de 2019. Viví con ella todas las pruebas, ayudándola... aunque no salió, ella guarda un buen recuerdo». Todo remite a las Fallas: «mi madre se llama Beatriz precisamente porque a mi abuela, estando en la corte, le gustó mucho el nombre de la fallera mayor infantil de València, que era Beatriz Gascó». Sara es hija del barrio mil por cien. Y también en lo profesional. Tiene el doble grado por la Educación Infantil y Primaria por la UCV «y estoy trabajando, y ya son tres años y medio, en el colegio donde estudié, el Santa Ana. He pasado por todo: monitora de comedor, del grupo católico de tiempo libre... el proceso natural, que me ha llevado de momento a seguir enlazando unas bajas con otras. Voy disfrutando cada oportunidad que me llega». Dejémosla que salga de la zona de confort: «me gusta mucho hacer surf». Eso, en València, es imposible. «Lo hago en Somo, en Cantabria». Ahora falta por ver si, el 27 de septiembre, coge la ola buena.

Cristina Velázquez Romero

QUART DE POBLET - XIRIVELLA
FALLA PLAÇA SANT JOAN
23 años

Farmacéutica heredera de la tradición del «vice perpetuo»

Defenderá la candidatura de la Plaça de Sant Joan i Voltants, de la que su familia acumula historia desde el primer minuto

Hace ya tiempo que la elección o nombramiento de una fallera mayor de comisión no se materializa con la protagonista en el casal sino a distancia, muy lejos de casa, por cuestiones académicas. Por ese motivo, Cristina andaba a unos cuantos miles de kilómetros. «En Nuremberg, haciendo el Erasmus» y allí le hicieron la Telefonada, pero no en la primavera de 2024, sino en la de 2023 «porque en mi comisión se hace dos años antes» -así hay tiempo para planificar- «imagínate lo emotivo que puede ser estar tan lejos y que te llamen para preguntarte si quieres ser la fallera mayor»-. En Alemania «porque de pequeña fui al Colegio Alemán. Tengo el B2 y me tiraba hacer el curso allí». Dijo Auf Wiedersehen y regresó para cumplir «con lo que tanto mi familia como mi círculo o yo misma sabíamos que iba a ocurrir alguna vez». Porque no había sido infantil y para continuar la tradición familiar «porque mi madre, mi tía, mi prima... todas habían sido falleras mayores. Somos la tercera generación». En la falla «Sant Joan», nunca «San Juan», «Sant Joan i Voltants» donde están desde el primer minuto. Y además, con púrpura en la historia de la comisión. «Mi abuelo, Gerardo Romero, es vicepresidente perpetuo. Estuvo en la falla desde sus inicios y le gustaba participar en todo lo que fuera, especialmente en los belenes, donde conseguimos premios Extraordinarios -efectivamente, a finales de los ochenta y primeros de los noventa era un enemigo de cuidado-. Desgraciadamente, faltó el año que mi tía era la fallera mayor, pero ahora forma parte de la historia de la comisión». Ahora Cristina y su infantil, Candela Guijarro, son las dos bazas con las que irán al completo al Roig Arena para inscribir el nombre de la comisión en lo más alto de la fiesta, recién celebrado allí el paso a «cuarentones» con el 40º aniversario celebrado como si de unas «bodas de» se tratara, hace apenas dos años. «Somos hijos del pueblo por mi abuela. Hemos crecido aquí y estamos muy arragiadas: también nos gusta ir a verlos miracles del Altar de Xirivella. Somos vecinas de toda la vida». Y en su caso, en lo laboral también. Andaba de Erasmus alemán dentro del grado de Farmacia y ahora llega con la carrera bajo el brazo y trabajando en una de Xirivella. Eso es llegar y besar la farmacopea. «Tuve la suerte de poder quedarme en la Faarmacia donde hice las prácticas curriculares. Me gustaría seguir formándome, hacer un máster en Ensayos Clínicos y por qué no, de cara al futuro, poder coordinar o dirigir Ensayos». De momento se desenvuelve a gusto «con el contacto con el paciente. Poder verles, ponerles cara, preguntar cómo están, ver su evolución, cómo mejoran». Es un verso suelto. «Soy la primera en el mundo sanitario. Me llamaba la atención desde niña». Y también le llama la atención el reto que tiene por delante en septiembre.

Andrea Turégano
Olmo

QUART DE POBLET - XIRIVELLA
FALLA LUZ CASANOVA - PADRE ESPASA
25 años

Mil por cien hija del barrio con un sueño que tiene forma de número 5

Andrea trabaja en el departamento administrativo de una empresa de transportes y lleva con orgullo los colores de la parte de Quart del Barrio del Cristo

Andrea Turégano salió elegida jugando el partido en casa «y hacía 23 años que no organizábamos la preselección. Ese año también tuvimos preseleccionada». Es del Barrio del Cristo. «Mis calles, mi mundo, mi falla». Esa rareza geográfica que «tiene un azulejo que te dice que a partir de aquí estás en Quart de Poblet y a partir de aquí, en Aldaia». Ahora defenderá los colores de la falla del Barrio del Cristo (la de València, porque también hay una en la parte de Aldaia) y optar a un puesto, la corte por lo menos, que vivieron en 2018 con Nekal Martínez, «nuestra única representante hasta ahora». En lo profesional trabaja en el departamento administrativo y financiero de una empresa de transportes tras haber estudiado «Administración y Finanzas. Fue mi primer trabajo tras estudiar y allí estoy». Pero no, no en al lado de casa, sino «en la Avenida del Puerto, al otro extremo de la ciudad. «Si, pilla un poco alejado, pero no pasa nada. No está mal salir del barrio porque, al fin y al cabo, mis calles son mi vida». De hecho, nacer, nació en Manises «pero mi familia materna ya vivía en el Barrio y a la hora de decidir el colegio, la familia, la fala... nos quedamos allí». Fue fallera mayor infantil en 2009. Ahora repitió «porque si eres fallera toda la vida, tu familia también... lo vas a ser, aunque nunca sabes cuando es ese momento idóneo. Tenemos la suerte de que podemos consensuarlo. Se alteró la lista un poco con el covid pero entre estudios, independencia económica y demás, aposté al 25. Me presenté, estaba yo sola, con lo que no hubo que votarlo, y he vivido un año excepcional». Con un primer premio de falla incluido. La estatura es «de mi padre. Yo soy alta y él me saca una cabeza» pero «no, no he jugado al baloncesto y mira que lo han intentado». La vida en un tatuaje. O en tres. «Uno de ello son las dos fechas de nacimiento de mis tres hermanos». Lo aclara: «tengo dos mellizos». Otro por «mi nombre. Nunca te olvides de quien eres». y otro: «mi número de la suerte: el 5 y con un 5, un 5 de julio, es con el que salí en la preselección. Y el que llevaba de infantil». Sería todo un detalle que le dieran ese en septiembre. Por si sigue la racha.

Mónica Melero Sáiz

QUART DE POBLET - XIRIVELLA
FALLA TRIBUNAL DE LES
AIGÜES
29 años

Delantal blanco’ para una fallera que lo vive por toda la familia

Mónica Melero estudió Dirección de Cocina, pero ahora trabaja como gerente de procesos en las oficinas de Mercadona

Mónica Melero dio un giro a su vida, porque primero iba para la hostelería: estudió Dirección de Cocina «y me he dedicado a ello, pero luego pasé a la parte más administrativa, como gerente». En principio debería haber sido tener el restaurante propio. «Quería ser cocinera, porque además me encanta. No había carrera universitaria e hice el Ciclo Superior, pero ya ves cómo se desarrolla la vida...». Porque ahora está en otro proceso de la cadena alimentaria: es gerente de procesos en las oficinas de Mercadona. Con lo que, residiendo como reside en Aldaia, «mi día a día es cruzar hasta Albalat, pero encantada de hacerlo». Eso, en lo profesional. En lo personal es la pequeña, muy pequeña, de la casa: «no me esperaban, porque me llevo nueve años con mi hermana mayor». Y en lo fallero, lo normal: «soy desde que nací y en la falla de detrás de casa, Tribunal de les Aigües. Primero se apuntó mi hermana a través de una amiga. Y años después, yo. Nací en agosto y en seguida estaba apuntada». Su parada en el pabellón del «jefe», el Roig Arena, es el final a un camino muy buscado «porque en mi falla se es fallera mayor por votación y yo me presenté tres veces. Si, es duro cuando no te eligen, pero lo que tienes que hacer es no perder ni la ilusión ni el sentimiento. Este año, además, he sido fallera mayor con mi padre de presidente». Y lo vive por partida cuádruple: «ni mi hermana ni yo hemos sido falleras infantiles ni ella lo ha sido mayor. Así que ha sido el mío el reinado que vale por toda la familia». Ni una ni otra han sido falleras mayores infantiles «y serlo yo este año es la ilusión compartida por las dos». Sus sentimientos van a flor de piel: «tengo un tatuaje compartido con mi hermana, otro con mi mejor amiga, que es media mariposa; otro por mi sobrino, que es un pistacho; el trébol de tres hojas, que somos mi hermana, su mejor amiga y yo, que para nosotros es lo que da suerte. Y otro con mis compañeras de sector, con un hilo rojo, que ya nos lo nombró la mantenedora en nuestra exaltación». A todo esto, ¿todavía es cocinitas? «Me sigue encantando cocinar. He ganado en la falla el concurso de fideuà y el de postres. Este año no, que era fallera mayor y tenía que ser jurado». Ahora le toca a ella su mejor receta para llegar a lo más alto de la fiesta. De momento, tiene delantal blanco.

Helena Martínez Duval

MISLATA
FALLA SALVADOR GINER - GREGORIO GEA
22 años

Estudios por «amor al arte» y Fallas por amor a la tradición de casa

Helena «con hache» está acabando Historia del Arte pero convencida de que acabará trabajando en el complejo negocio familiar de Transportes de Residuos

No hay preseleccionada que no sea una caja de sorpresas. «Soy Helena con hache porque mi madre es Elena sin hache». Y además, con trampa: «nacer, nació en Francia y en la partida de nacimiento, era Helena. Ella volvió con mis abuelos con un año de edad y se la quitó. Cuando nació su hija, o sea, yo, la recuperó». Pero esperen, porque el Duval es un apellido francés «Es absoluta casualidad que mi abuelo se fuera a trabajar al lugar de donde viene su apellido. Algún antepasado debemos tener, pero no lo tenemos localizados». Los orígenes de proximidad son más sencillos: «mi padre vivía en Molinicos, de Albacete y mi madre es valenciana del todo». ¿Y qué papel desempeña Mislata en todo esto? «Pues cuando volvieron buscaron un sitio para vivir. Y no pudieron elegir mejor. Sea València, sea Mislata». ¿Y qué papel desempeñan las Fallas en todo esto? «Mis padres se apuntaron, mi hermano fue presidente infantil». Y aquí también hay una particularidad. «Mi padre se cambió de falla, a Doctor Marañón, por cosa de amigos, pero yo me he quedado porque además no había debate. Yo, de la mía, no me muevo. Tenemos mucha risa con eso, pero tener amigos en más de una falla es el mejor plan». También es curiosa la preparación para la vida. Estudia Historia del Arte en la UV pero nunca mejor dicho, «por amor al arte» porque verse, se ve en el futuro «en el negocio familiar, que es la gestión y el transporte de residuos, en el que estamos toda la familia. Seguramente acabe por hacer también un grado dedicado a eso». Lo del Arte «porque me gusta. Porque cada libro que leo me enriquece», pero reconoce que «hay pocas plazas para becarios, para abrirse camino... está la opción de restauración, pero hay muy poco trabajo». ¿Y cómo le dejaron en casa? «Mis padres dicen que hay que perseguir los sueños. Me dejaron estudiar lo que más me gustaba. Me encanta sentarme a leeer cosas». Incluso «pensé en opositar y ser maestra, pero eso significa que puedes irte a cualquier sitio y yo me he criado y quiero vivir aquí». Fue fallera mayor infantil en 2012 y ahora ha repetido de mayor. «Porque me han animado mis seres queridos. Seguramente sola no me habría atrevido. Pero tienes los padres, la pareja, los amigos... y me han demostrado muchísimo. Y lo hice por mí, por vivir la experiencia. Mi momento». Y falta un tip en forma de tatuaje: «Ya ves que es muy pequeño. Es el signo de Piscis, que lo somos mi madre y yo, y ya sabes que somos Elena y Helena. Lo ha hecho todo tan bien que solo le puedo ofrecer lo mejor. Es mi pilar fundamental. Mi madre, mi amiga, mi hermana...». Para tatuarse el mar entero.

Paula Torralba Rumín

MISLATA
FALLA PLAZA DE LA MORERÍA 25 años

La apuesta de la «Ciutat Vella de Mislata» para seguir soñando

Después de 32 años esperando volver a la corte, la Morería sueña con tener presencia por segundo año consecutivo con la baza de una profesora de inglés.

El tatuaje que luce discretamente pone Ama tu Caos. «Es el título de una novela de Albert Espinosa. Muy recomendable», pero con una particularidad: «está escrito con la letra de mi padre. No sé ni qué me inventé para que me lo escribiera, pero lo hizo y así se lo llevé al tatuador. Es un homenaje a él. Mi padre es muy especial, es mi persona favorita». Convicciones profundas para quien sigue haciendo camino. «Ahora mismo soy profesora de inglés en una academia», a lo que ha llegado «después de hacer Magisterio de Educación Primaria y sacarme el C1 de inglés. Ahora, además, me estoy especializando en Audición y Lenguaje». Porque, como alguna otra preseleccionada, ha hecho los deberes pero no le han dado aún el premio. «He hecho la oposición y aprobé, pero sin plaza, por lo que me toca estar a la espera, estar en bolsa, ir cogiendo oportunidades, sumando méritos y esperar una nueva oportunidad». Aquí las hay. «Es una profesión muy demandada y requiere tiempo y paciencia, pero al final merece la pena». ¿Frustra? «Normalmente, si, porque has dado el cien por cien y has cumplido con el objetivo, pero no te dan el premio. Pero has de ir preparado para el no, porque estas cosas pueden pasar. La frustración pasa, ha de pasar, rápido porque con motivación, especialmente cuando estás ya haciendo los primeros trabajos te hace volver a estudiar, volver a presentarle y seguro que, al final, lo logras». Es, pues, «una carrera de fondo». Como una carrera de fondo fue la espera de la Plaza de la Morería para verse en lo más alto. «Tuvimos en la corte de 1994 a Gema Monfort. Pero desde entonces, y a pesar de las preseleccionadas que habíamos tenido, no habíamos conseguido repetir». Hasta este año, que vivió en primera fila en calidad de «comisión con preseleccionada». «Confiábamos mucho en Martina Fas y ha sido para todos una alegría muy grande. Nos ha devuelto la esperanza». Ahora, ella defenderá la posibilidad de repetir un año después. «La Morería es la falla en la que he nacido. Mi madre ha sido fallera mayor dos veces, mi abuelo ha sido casalero media vida, mi hermano presidente infantil... todos estamos vinculados a la falla». Es la Ciutat Vella de Mislata. «Mi abuela vive allí y en Fallas nos mudamos allí, invadimos, llegamos con los trajes...». Fue infantil en 2011. «Fue una experiencia maravillosa. No tanto la preselección porque estaba muy enferma y, la verdad, no la disfruté. Este año, en el regreso, tenía ganas de disfrutarlo de verdad. Y encima, ahora con el premio de salir preseleccionada». Y a la espera, porque 32 años no es nada y un año aún menos.

Lucía Montesinos Pérez

BENICALAP
FALLA AV. ECUADOR - ALCALDE GURREA
30 años

Abogada con vitrina llena de premios en el «play back»

Lucía Montesinos ya participó en el proceso «exprés» de 2022, tras las Fallas de Septiembre, y ahora vuelve pero en un escenario diferente

Lucía Montesinos vuelve al Teatro de los Sueños después de ser una de las que protagonizó las preselecciones y la Fonteta más exprés de la historia. «Es que incluso la decisión de presentarme la tomamos en cinco días». La razón es sencilla: estamos hablando de la que se celebró después de las Fallas de Septiembre de 2021, aquella en versión reducida. Ella lo fue aprovechando la «tripitición» de su fallera mayor. «De hecho, en mi sector fueron muy pocas las falleras mayores». Fue un visto y no visto. «Recuerda que no tuvimos punxà, ni Batalla de Flores...» Ni entrevistas. Lo intentó porque en su comisión, «si eres fallera mayor, llegarás en todo caso como ahora, con 30 años o más, porque somos muchas y va por antiguedad», aunque afortunadamente para ella, es una edad plenamente válida ahora. Y será el tercer viaje en el tercer escenario diferente «porque también estuve preseleccionada de infantil y fue el año de Viveros». Ahora le espera el Roig Arena «y en casa... te lo cuento: mi madre son seis hermanos y mi padre, seis hermanos. Somos muchos primos, me llevo maravillosamente bien con ellos... pero no sé cuantas entradas me tocarán para poder atender las peticiones». Más que en la Fonteta, pero tampoco le sobrarán. Ha sido fallera mayor para completar un ciclo más dentro de una trayectoria fallera «desde niña», en la que no ha faltado al punto fuerte de la Avenida de Ecuador: «si: he hecho play back desde pequeña. Y estoy orgullosa de ser de un grupo que hizo tantas cosas bien. Yo he sido, que recuerde, en infantil, dos veces primer premio, un segundo, un tercero... y en mayores estuve en el que ganamos con Mary Poppins». En la vida no fallera no se ha conformado. Es Abogada «ejerciendo en el ámbito mercantil y fiscal y gestiono la parte legal de la empresa familiar, dedicada al transporte». Con el recorrido lógico: carrera en la UV con mención de inglés, en el Grupo de Alto Rendimiento Académico. Luego el máster habilitante... «y también estoy en la junta de Abogados Jóvenes del ICAV. Estoy encantada con mi profesión. Me formo cada día, está en constante evolución, con normaticas nuevas... estudio diariamente. No hago juicios porque trato de llegar a acuerdos, que siempre es más ventajoso. Alguna vista he tenido, pero no sueles llegar». En verano estará reponiendo fuerzas para lo que tiene que venir en Huélamo, un pequeño pueblo de Cuenca, el de su familia materna, aislado del mundo exterior «que es uno de mis sitios favoritos de mi vida. Allí voy, de allí es mi pareja...». Y en casa por parte de padre, «todo Benicalap. Mi abuelo era «llauro», de la Lluna de Benicalap». Ahora buscará el «cel» de la fiesta.

Miriam Aparicio Clemente

BENICALAP
FALLA PEDRO CABANES - JUAN XXIII
29 años

Boda aplazada por la dana y exaltación pocos días después

Miriam recibió la banda tres semanas después de casarse con el chico que conoció hace doce años... en partidas ‘on line’ de trivial

La vida reciente de Miriam parece de película, pero es realidad, la misma que tanta gente ha vivido en los últimos meses: «Tenía la boda el 2 de noviembre, con la masía en Chiva y el traje en Alfafar. Ni el lugar estaba en condiciones, ni se podía acceder a la tienda, ni había autobuses... decidimos aplazarla a enero. Tres semanas después fue mi presentación como fallera mayor». Todo apostado al 2025, como la preselección. Solo una cosa se quedó en su sitio: «el viaje de novios, que tuvimos que hacer en la fecha prevista de noviembre. No te creas que era fácil pensar en irse después de lo que había pasado, pero estaba pagado, mi permiso en Consellería concedido... no fue el viaje como lo habríamos soñado». La conclusión es que «hemos salido más fuertes» y con la ilusión en un año que ha sido redondo en su vida y que empezó «porque hubo suerte: en mi falla se elige la fallera mayor por antigüedad, pero este año pude serlo; además, una amiga me pasaba la banda». Porque antigüedad la tiene limitada en Juan XXIII «porque de niña fui de Borrull-Socors. De allí es toda mi parte de pequeña, allí fui fallera mayor infantil...» y se incorporó a la comisión de Benicalap «a través de mi peluquera. Ese año se vino también a vivir a València mi pareja desde Almería y yo quería que conociera las Fallas porque sabía que le gustaría mucho». Pero echen cuentas: «nos apuntamos en noviembre de 2019». Ya saben lo que pasó en marzo de 2020. «Le dije que ya conocería las Fallas como toca y, finalmente, lo ha hecho. Estamos súper a gusto con esta nueva familia y estamos en la delegación de Festejos». Para cuando aterrizó en la comisión acababa de terminar su paso por la corte la última representante de esta comisión en lo más alto, Azahara Vallet, de la corte de Marina Civera. Luego volveremos con la cosa familiar. En lo profesional es profesora. «Este año he estado en un colegio de Educación Especial porque mi especialidad es la Pedagogía Terapéutica. He trabajado en la transición a la vida adulta, tenía siete alumnos de 18 años, cada uno con sus características. Ha sido un año enriquecedor, porque he aprendido mucho. Estimulamos los sentidos y los preparamos». Mucha vocación se requiere para la educación especial. «Puede ser más complicado porque cada niño es un caso diferente, pero cada pequeño gesto de afecto se valora más que en un colegio ordinario. Te lo aseguro». Decía que su ya marido había venido de Almería. «¿Cómo nos conocimos? No te lo vas a creer: jugando en un trivial on line. Lo que son las cosas, el azar me lo puso como rival de juegos, empezamos a jugar y a jugar» un mensaje por privado «de si vas a ganar alguna partida»... y todo lo demás está escrito. A lo fallero aún le quedan episodios.

María Gómez Martínez

BENICALAP
ACACIAS-PICAYO
19 años

Una maestra en formación para orgullo de Los Pedrones

La fallera mayor 2025 de Acacias-Picayo prepara las oposiciones profesionales y falleras en su futuro inmediato

«Y el año que viene quiero opositar». Es la declaración de intenciones que toda estudiante de Magisterio tiene tatuada en su proyecto de vida. Salvo que, desde hace ya tiempo, esté en un concertado o en un privado, contratada o fija. Pero la oposición es para toda la vida, un colchón al que muchas aspiran, incluyendo la infinidad de profesoras que forman parte del grupo de Preseleccionadas. De las de este año, los anteriores y los que vengan. María Gómez es maestra de Infantil y Primaria con mención de inglés. «Dentro de lo que cabe he tenido suerte, porque todo lo que he trabajado hasta ahora ha sido en València. He estado en Argos, en Guadalaviar y este año en una escuela infantil: La Paloma». Con poco más de un año de carrera bajo el brazo «no me quejo. Sé que es el camino que tengo que seguir y ya veremos qué me depara el futuro». Pero quiere, quiere y quiere. «Vocación pura y dura. De niña le daba clase a mis peluches. En casa me decían si había una opción B y no lo había». María defenderá la candidatura de Acacias-Picayo, ese lugar que hubo que improvisar como sede de la preselección por una alerta meteorológica que no se materializó. «Garantizo que no es lo normal. Es que había mucha gente y era julio». Llegó a la comisión de Benicalap sin tener que recorrer mucho camino porque «es la falla de debajo de mi casa. Mis padres querían que hiciera amiguitos nuevos. Llegué con tres, cuatro años». Pero, eso sí, «ellos no son falleros. Veían que sacaban paellas en la calle, chocolate a la calle, que acogían a todo el mundo... y dijeron que era el lugar indicado. Nos metieron a mi hermano y a mi, que nos llevamos seis años — él es el mayor— y ya sabían que íbamos a estar bien». No son falleros o, mejor dicho, no eran falleros, porque este año, siendo ella la fallera mayor, ha vencido la resistencia: «los he apuntado». Y más: «mi abuela materna procede de Santander y este año pasé a mi sobrina santanderina en la Ofrenda. Es la hija de mi prima. La apunté porque me hacía mucha ilusión que lo viviera». María no fue fallera mayor infantil de Acacias precisamente por esos tres años iniciales. «En mi comisión es por antigüedad y esos años que no tuve es lo que me lo impidió». Y para ser fallera mayor y estar a las puertas de un sueño ha sido tras una votación, pero condicionada. Se explica: «en mi falla se tiene cierto miramiento: si te presentas el año de antes, al siguiente te miran de otra forma y te consideran. En 2024 fuimos tres las que optamos. Este año pasado fuimos dos y ya me tocó a mi y la que quedaba es la fallera mayor ahora». Y todos felices. Santander es el refugio largo. El corto, a una horita, la aldea de Los Pedrones «la de mi abuelo materno. No, no tenemos campos, pero sí casa. Siempre que tengo un momento voy porque es el sitio donde desconecto, donde cojo energía. Es mi sitio». Y el Roig Arena, de momento, también.

Noemí Úbeda Esteve

BOTÀNIC - LA PETXINA
SAN JOSÉ DE LA MONTAÑA-TERUEL
24 años

La segunda experiencia «Úbeda» a las puertas de la corte de honor

Noemí Úbeda, estudiante de ADE y trabajadora en el comedor de Escolapias, sigue los pasos de su hermana Salud, que estuvo preseleccionada para la que fue corte de María Estela.

Úbeda y la falla San José de la Montaña son sinónimos de pertenencia y de implicación. «La parte más tradicional fallera es la de mi padre. Ha sido vicepresidente toda la vida, mi hermana y yo llevamos también toda la vida de directivas... nos hemos criado en la falla. Lo que se dice de toda la vida. Vivo en la propia calle que da nombre a la falla... ¿qué más se puede pedir?». Con la particularidad de que, al referirse a San José de la Montaña lo hace como «avenida», que las cosas tienen una categoría y «lo han cambiado hace unos años». Y Úbeda y Preselección remite a no hace tanto tiempo atrás: su hermana Salud Úbeda estaba en la misma condición que ella hace dos años, con los dos pies no en el Roig Arena, sino en la Fonteta. Optó a todo en la que acabó siendo corte de María Estela. «Ahora estamos con los papeles cambiados. A las dos nos encantan las Fallas. La tengo de ayudante personal. De la Fonteta y los días previos guardo unos grandes recuerdos. Sé que lo disfrutó y fue súper feliz aunque no saliera». A Salud le pusieron el nombre por Algemesí, el pueblo materno. El suyo... no está claro cómo se le dice. «La decisión en este caso le tocaba a mi padre. Soy Noemí, efectivamente, con acento en la i. No te sabría decir cuantas veces me lo cambian por Noemí. Hasta en una misma frase me lo han dicho de las dos formas». Pero que quede claro que es aguda talmente. Está estudiando ADE «y trabajo en un colegio de monitora. Es una oportunidad y me encantan los niños de siempre. Siempre he estado ligado a extraescolares de mi colegio y es un trabajo que me encanta: es en Escolapias». Apenas unos cientos de metros hacia abajo. No fue fallera mayor infantil y si fue mayor fue «a partir de haber visto a mi hermana. Yo siempre he sido la sorpresa en casa. Fue un año increíble, una alegría permanente» O casi siempre: «Mi anécdota quizá no es la más bonita, pero le da mucho mas significado a todo. El día 19 me puse malísima. No pude ir a la Misa de San José, que para nosotros es un acto muy importante. Tuve que ir al hospital a que me pusieran goteros... cuando estaba en el hospital, a las ocho de la tarde, veía que se iba a quemar la falla. Pasara lo que pasara tenía que salir. Me quité los goteros, me vestí de valenciana y ese momento de entrar en el casal, viendo a todo el mundo apoyándome, después de un día tan duro, sin poder disfrutar del 19 siendo fallera mayor había sido muy, muy complicado... solo por ese apoyo todo vale la pena».

Aída Mora Ayuso

BOTÀNIC - LA PETXINA
FERNANDO EL CATÓLICO-ERUDITO ORELLANA
25 años

Una rusoparlante del año 99 para la falla 99

Aída es técnico de Proyectos de Innovación en el puerto y durante muchos años, primera flauta en la UM de Algímia d’Alfara

Irlanda, Italia, Polonia, Suecia... el mapa de Europa está lleno de chinchetas de los estudios que realizan las candidatas a fallera mayor de València. Sin embargo, Aída aporta un nuevo lugar y una duración «extra-large»: «estudié dos años en València y dos en Moscú. Luego con el máster me especialicé en Logística. Hago estudios de mercado, planes estratégicos, asesoramiento... soy técnico de Proyectos de Innovación en la Fundación València Port del departamento de Inteligencia de Mercados». Y con trabajo de sobra, visto lo pujante que es el puerto. «Trabajo en el Edificio 3 de la Autoridad Portuaria y también en el de Ingenieros, que está al lado, delante mismo de Transmediterránea». Es decir, un trabajo con vistas al mar. Mejor imposible. ¿Cómo va con el ruso? «Ahora estoy estudiando más para sacarme el B1. Al ser una doble titulación me obligaban un nivel mínimo. Parece más difícil porque el alfabeto es cirílico, pero luego hay palabras que son latinas. Cuando aprendes a leer, las cosas cambian». ¿Cómo se llega hasta ese despacho con vistas al mar? «Me iba a especializar en embajadas pero vino el covid y la guerra, me tuve que volver de Rusia y en el máster mi director Vicente Pallardó me recomendó la Logística. Hay una cátedra con la Fundación y llevo allí tres años, muy contenta». El buque navega «y me encanta lo que hago en el día a día. Me siento muy bien profesionalmente y muy agradecida. Quizá no era mi idea al pricipio, pero he encontrado una vocación. Viajo al extranjero...». Y le da una cierta independencia económica para haber sido fallera mayor. Es de la falla 99, el mismo año en que nació. «Porque es la falla de toda la vida de mis primos. Yo nací en el 99 y pasé mi primera ofrenda con el segundo año de fallera mayor de mi prima. La tradición en casa era de ellos y de la abuelita Lola porque eran del barrio. Mi padre es de Algímia d,Alfara y mi madre sí que era de almirante Cadarso de niña». Y al poco tiempo, fallera mayor infantil: en 2007. «Tenía siete añitos. Me encantaba vestirme y embarcaron a mis padres. No me arrepiento para nada serlo a esa edad. Me acuerdo de mi fallera mayor Patricia, del día de la presentación, de actos... y aún conservo amigas del sector». Y este año le tocó ser fallera mayor adulta, a una edad más típica: 24 para 25... «Tenemos la habitual lista de a quien le toca cada año y yo quería serlo al acabar los estudios, tener algo de independnecia económica... y señalé el 2025. Y encima, mi padre se ha presentado a presidente y aún más contenta de compartira con quien iba a ser mi infantil Julia, que también ha sido preseleccionada» Alba es una caja de sorpresas: aún le queda otra. Es una virtuosa de la flauta travesera. «Llevo muchos años. He sido muchos años primera flauta. Tengo el grado profesional y pertenezco a la Unión Musical de mi pueblo, hemos ganado muchas veces el Provincial y el Autonómico. Este año van al Certamen Internacional, pero no he podido. Me encanta, pero tenía que decidir entre música y carrera y no quería lo primero como una obligación. Además, mi bisabuelo fue fundador y sé que es un orgullo para mi abuelo». Algímia d'Alfara siempre en el pensamiento. «Tenemos casa y pasamos el verano».

Lorena Sempere Purificación

BOTÀNIC - LA PETXINA
FALLA NORTE-DOCTOR ZAMENHOFF
25 años

Nutricionista, enfermera en proyecto y ‘clavell’ fallero

Lorena Sempere continúa la tradición familiar en la falla Norte, a la que apuntaron con nombre y apellido antes de nacer

«Mi abuelo materno tenía una carnicería en la Plaza Redonda. Si me llevas, te podría decir exactamente donde estaba. Por eso mi madre era de la falla Lope de Vega. Estuvo allí y también en Isabel la Católica». Pero, contraestilo, acabó apuntándose ella a la falla de él, del padre de Lorena, «que era la falla suya desde niño. Mi madre se apuntó y nosotros, mi hermano mayor y yo, estamos apuntados desde antes de nacer. Para todos, la falla es una forma de vivir y de entendernos». Tiene que ser alguien muy importante en la comisión para ser el ojito derecho de su histórico presidente Jorge Defez. «No es familia, pero como si lo fuera. Mi padre ha sido directivo suyo, me ha tenido en brazos, fue mi presidente cuando yo era infantil, lo ha sido este año y conmigo ha terminado, después de 33 ejercicios de presidente». Todo eso y más son las credenciales falleras de Lorena con su falla, «el Clavell», NorteDoctor Zamenhoff, cuya candidatura defenderá ahora en el Roig Arena en busca de una plaza de honor que, en los últimos tiempos se les ha resistido. Llega a la gran cia tras haber sido fallera mayor «no a los diez años, como yo quería al principio, pero, mira, circunstancias, no fue en ese momento sino ahora. Llegó cuando llegó. Y como es algo que yo quería, que en casa querían... tenía que pasar». Le pilla a mitad camino de la formación académica, que a la vez es personal: «tras el Bachillerato me apunté al grado superior de Dietista, que me sirvió de puente para hacer después Enfermería por la Universidad Católica». En ello está. «Aunque hay enfermeras dietistas, yo lo que quiero es ser enfermera de cualquier cosa, ayudar a las personas, solucionarles sus problemas». Le viene de antecedentes: «lo he vivido de cerca con mi madre». Y le gusta: «he hecho prácticas en el mismo hospital que mi madre, el 9 d’Octubre y los compañeros fueron maravillosos, me dieron mucha capacidad de decisión, - siempre en los límites marcados- y aprendí muchísimo. Me ha hecho crecer y creer en lo que soy». Lo de la alimentación también lo ha vivido en carne propia «porque he hecho ballet desde pequeña en el Conservatorio Profesional» con el control que eso supone o debe suponer. Y entre libro y apósito, «trabajo como monitora en el comedor de mi antiguo colegio, Agustinos. No me da tiempo a aburrirme». Menos se aburrirá si el Roig Arena le obliga a colgar por un tiempo la bata blanca.

Eva María Sanjuán Fabuel

RUSSAFA A
FALLA REINO DE VALÈNCIA-
SAN VALERO
25 años

Una cita en el Roig Arena para VALERO completar el «dos de dos»

Eva se presenta con una fórmula poco habitual: en diferido, porque fue fallera mayor, pero no en 2025, sino en 2023

Eva María, «Eva a secas y Evita en casa, aunque tenga ya 25 años», pertenece a un tipo de candidata que antaño era bastante más habitual y que ahora aparece cada mucho tiempo: serlo «en diferido». Es decir... «Fui fallera mayor en 2023. En aquel momento no pude presentarme por motivos personales, pero ahora sí que he podido». Y ahora, en el Roig Arena, completará un «dos de dos», porque cuando sí que fue candidata como fallera mayor saliente fue en infantiles en el año 2010 y allí tuvo también cita, pero en la Fonteta. «Ese año, además, mi madre fue la fallera mayor». No en Reino de València-San Valero, que es a la que defenderá ahora, sino en Virgen de Lepanto de Castellar. «Toda mi familia era de allí. Pero con el tiempo aterrizamos en San Valero en 2014. Al año siguiente mi hermano pequeño ya fue presidente infantil y luego yo fallera mayor en 2023». El Fabuel la delata «y aún más el Iranzo» que es de su abuela materna porque son apellidos casi endémicos de Castellar. Y ese éxodo fue el mismo que trazó su tío, el indumentarista Jorge Fabuel, que empezó en el pueblo, en la calle Ador y ahora preside la comisión ruzafeña, como anteriormente lo hizo también en Virgen de Lepanto y tiene la tienda al otro lado de la avenida. Eva echa una mano o dos. «Hago lo que puedo. Siempre estamos para ayudar. Es un trabajo con mucho estrés sobre todo a partir de noviembre. Casi no vives, o lo haces por y para el trabajo, en el que pones en juego las ilusiones de las clientas que han confiado en ti. Ayudo lo que puedo, ayudo. No me des algo muy elaborado, pero en lo que haga falta: hacer recados, coser forros, gestiones rápidos para quitar volumen de trabajo... así hago desde que tengo uso de razón». Y si lo hace es «porque en mi trabajo solo trabajo dos tardes a la semana. El resto de la semana son turnos de mañana». Se refiere a su oficio principal, en el Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de València «en el área de asistencia al colegiado». ¿En calidad de? «Estamos para ayudarles en su asesoramiento, responsabilidad civil, cualquier trámite donde no sepan donde dirigirse. Estamos a su disposición». Por haber estudiado «Administración, pero formándome de forma continua porque es una profesión que abarca muchas cosas y tiene grandes responsabilidades». Y lo está fija y feliz. «Con suerte y tranquilidad por ser algo estable». Es la del medio de dos hermanos, cuatro años mayor y siete años menor uno y otro. Pero la vida la hace con su pareja «desde el 1 de marzo pasado». Un éxodo que habrá que ver si se reformula en función a lo que ocurra en nada.

Paula Marí Turrientes

RUSSAFA A
FALLA MATÍAS PERELLÓ - LUIS SANTÁNGEL
27 años

Nuevo capítulo familiar fallero 32 años después

Ha compartido el cargo con su hermana, 16 años más joven, y desarrolló sus primeros años de Farmacia en París

En redes sociales, su comisión de autodenomina MPLS, las iniciales de las dos calles princiales, pero Nuria se presenta como candidata de «Matías Perelló-Luis Santángel-Peris y Valero y Canals». No queda ni un soportal por nombrar en una falla con cruce, calle paralela y callejón. Y Nuria se presenta para tratar de continuar la dinastía. Su madre es Nuria Turrientes, corte de honor de 1994. Y son un calco físico. «Soy farmacéutica y ahora mismo trabajo de Visitadora Médica». Un oficio nuevo entre las candidatas. «Estudié Farmacia, que era lo que, desde siempre, quería hacer». Y después hizo un master de Cosmética y Dermofarmacia «en París, donde hice prácticas y el TFG. Me quedé dos años trabajando allí en Oficina de Farmacia. Cuando volví fui a lo mismo, que era lo que más me gusta: la atención con la gente, pero con el tiempo tenía el run run de la industria farmacéutica. Eso es mucho más difícil laboralmente: requieres un master específico, experiencia... pero encontré una oferta que lo enfocaban de otra forma, lo conseguí y estoy en ello, muy feliz» Ahora su día a día es, sigue siendo, maletín y coche «planificas tus días y visitar médicos para explicarles o terminar de matizar tu producto. Y luego trabajar mucho en casa, hacer resúmenes, análisis... es mucho más complejo de lo que parece». La receta fallera es «de toda la vida». Primero -los antecedentes maternos- de Cedro-Explorador Andrés. Después aterrizaría en Matías Perelló-Luis Santángel. «Que somos como una familia». Pero una familia que es La Gran Familia. «si, es enorme de cantidad de gente. Me he sentido muy arropaday querida y es muy bonito». Siendo de esa comisión ya parece un tópico: ¿viene de Maristas? (la procedencia de una parte importante del censo cuando la comisión se reactivó). «Pues no te lo vas a creer, pero estudié Bachillerato en Maristas. Pero no, no llegué allí por eso. Mi madre se cambió conmigo y fuimos como a tantear el terreno: no conocíamos la comisión, pero teníamos una amiga que era de nuestra antigua falla, nos la recomendó... y nos encantó desde el primer momento. La cercanía, muy de falla. Pero claro, mirara donde mirara, me encontraba con gente de Maristas». En Cedro aún fue fallera mayor infantil «con mi hermano de presidente infantil» y fue preseleccionada. «Lo disfruté con mucha felicidad, con ocho años, tantas niñas juntas...» y tocaba repetir «porque llevaba tiempo queriendo ser fallera mayor. Cien por cien. Vamos por antiguedad» y el resultado final es una peculiaridad: «quería ser con mi hermana pequeña, con la que me llevo 16 años y cuando pudimos, dijimos que éste era el año. Y es la mejor decisión que pudimos tomar». Ahora ella se queda a la espera de otra decisión.

Lía Dutor Carcelén

RUSSAFA B
FALLA CÁDIZ-DÉNIA
24 años

No podía ser más que fallera: nació el 19 de marzo

Lía Dutor trabaja en el sector de la publicidad programática y procede de una de las familias fundadoras de Cádiz-Dénia

«La falla se creó con tres familias, incluyendo los Dutor». Y van para centenarios, aunque la actual comisión reanudó su actividad en 1974, tras siete años de ausencia. Lo cierto es que Lía es historia y antecedente en Cádiz-Dénia. «Con idas y venidas, mi familia es fallera de toda la vida de allí». Y ahora tratará de ofrecer a la comisión un puesto entre las elegidas mayores. Lía estrenaría ese nombre en el santoral de la corte de honor. Con su puntito: «mis padres querían nombres cortos y que no se pudieran abreviar. Y ahí nos tienes: yo me llamo Lía y mi hermana se llama Noa. Y por si tienes alguna duda, además sin hache al final». Días de poco, vísperas de mucho, o al revés: «es que... mis padres se llaman Manuel Alejandro y Rebeca María». Lía trabaja en el sector de la publicidad programática en una agencia. Tras haber estudiado «Negocios Internacionales. Y luego hice un máster de marketing y venta digital». Ahora mismo está en una empresa, BidBalance que está vinculada con Digital Menta, en Russafa. «Hago gestión de campañas. Incluyendo, por ejemplo, plataformas de televisiones digitales... o en Levante-EMV». Como fallera de Cádiz-Dénia interviene activamente en «el Teatre Faller y en presentaciones. Me gustan mucho los escenarios». Eso sí, lamenta aquel año que «tenía más papel y era novel, con lo que podía optar al premio y al final no pude hacerla porque se movió la fecha y, después de practicarla todo el año, se aplazó y me iba de Erasmus». ¡Tatuaje a la vista! «Todos son importantes. La palabra ‘Joy’ porque quiero recordar que hay que disfrutar de la vida. Otro por mi abuelo. De la flor del mes de marzo y un sol porque en el erasmus fui a Países bajos y lo echaba tanto de menos... eran 300 días de nubes. Me regalaron un tatuaje por mi cumpleaños y pedí expresamente un sol por lo mal que lo pasé añorándolo». Fue fallera mayor infantil en 2011 y en este caso de mayor «no me tocaba porque va por lista, pero corrió plaza, mi prima fue la fallera mayor y pudimos compartir actos e intercambiar la banda». Lo mejor para el final: «nací un 19 de marzo, a las dos de la madrugada. Mi madre estaba en la falla, intentando aguantar, y no hubo manera. Al final, a la hora de la Nit de Foc, tuvieron que llevarla al hospital». Cada año, en Cádiz-Dénia, hay celebración. «Cuando fui infantil regalaba huevos kinder y de mayor solemos llevar una tarta y me cantan». Este año también, pero incluyendo en la verbena, claro está. Y quien sabe si en el balcón municipal tras una ‘mascletà’, la última.

Lydia Serrano García

RUSSAFA B
CÁDIZ - LOS CENTELLES
27 años

Una biotecnóloga embebida en enseñanza Secundaria

Lydia vivió al día la recuperación de las Fallas tras la pandemia con su padre en la Interagrupación y en la Mesa de Seguimiento

«Mi carácter cambio mucho cuando hice el Bachiller de Excelencia en Cheste. Para una joven muy familiar, de 16 años, irte a vivir fuera de casa, de lunes a viernes, es todo un aprendizaje. Y después de acabar la carrera trabajé cuatro años en una fundación con alumnos en exclusión social dándoles repaso, apoyo familiar y seguimiento educativo». Episodios que han ido madurando la personalidad de Lydia Serrano, la fallera con la que Cádiz-Los Centelles quiere volver a hacerse visible en la corte. Con ella y con la infantil, Adriana Galindo, que irán por partida doble al Roig Arena. Lydia acabó estudiando Biotecnología pero cambió los laboratorios por las aulas. «Soy profesora de Biología y Matemáticas en Secundaria en el colegio San José, muy cerquita de la falla. Me apasionan las ciencias, pero también la docencia, pero de mayores». Se sale de esa norma de educación infantil y primaria, profesión mayoritaria entre las preseleccionadas. «Tras acabar la carrera y trabajar en la fundación me di cuenta que quería seguir por ahí. Hice el máster de profesorado el año pasado, hice las prácticas en San José, detrás de Artesanos, en Doctor Sumsi, y he estado de sustitución todo el año». ¿Se quedará? «He cubierto una convalecencia larga, esa misma persona se jubila en unos años y dicen que quieren contar conmigo». A cruzar los dedos. Y no será que no lo intentó con la bata blanca: «Hice el BIR, que es el MIR de biología y biotecnología (Biólogo Interno Residente). Es una oposición muy exigente con muy pocas plazas en toda España para trabajar en laboratorio de hospitales, haciendo análisis clínicos, cultivos de microbiología...». Ahora, junto al encerado, enseña a niños de 12 a 16 años. «Fisiología humana. Cómo funciona el cuerpo humano. Luego ya nos metemos cosas más complicadas. Al ser joven creo que les aporto que hablamos en el mismo idioma. Biología también la suya, que el barroquismo de la corte no está reñido con las pasiones deportivas: «Si, he encontrado la tecla con el ‘crossfit’». Pasó la primera ofrenda con dos meses y fue fallera mayor infantil en 2009. Ha repetido en 2025 y con un objetivo añadido confesaba: «Poder desfilar como fallera mayor en una Ofrenda de 18 de marzo». En casa son súper falleros. «Tenía que portarme bien porque mi premio era bajar los viernes. Ahora me he independizado con mi pareja, pero el casal sigue siendo mi segunda casa». De Cádiz-Los Centelles y Serrano de apellido. Si: su padre es Guillermo Serrano, presidente de la Agrupación de Russafa y presidente de la Interagrupación en plena pandemia. «Lo recuerdo sin parar en casa, en las reuniones de la Mesa de Seguimiento, cuando estábamos todavía sin saber qué pasaría con las Fallas o cuando volveríamos». Ahora le toca hacer seguimiento de las andanzas de su hija.

Anabel Calero Bru

POBLATS AL SUD
PLAÇA DE LA SEQUIOTA-EL PALMAR
31 años

Un apellido histórico para defender a la falla del Palmar

Tiene la dana en su historia por partida triple: salvó el traje, perdió el coche y ahora trabaja en un gabinete pericial

Anabel simboliza perfectamente la relación de la dana con su tierra, el Palmar: daños localizados, pero tangenciales en comparación con la calamidad general de no mucho más allá. «Perdí el coche porque lo tenía arreglándolo en Castellar. Pero nos tenemos que conformar con lo que hemos pasado». Y más: «yo tenía mi traje, que era muy especial, en Paiporta. A los tres días me llamó la indumentarista, Julia Sanfélix, para decirme que se había salvado porque los guardaba en el piso de arriba. Su planta baja quedó arrasada, pero el traje estaba salvado, por lo que aún le tengo más cariño». Eso sí, fue una de las falleras mayores damnificadas de fechas. «Tenía la presentación en noviembre y se me pasó a febrero porque fue la época en la que no se celebró nada porque no era el momento. Me quedaba apenas una prueba, pero hasta diciembre no pude entrar en Paiporta. En el sector se ha pasado muy mal». Paradojas de la vida, en lo profesional también ha estado en contacto con las consecuencias de la dana: trabaja como administrativa en un gabinete pericial. «Desde entonces entró mucho trabajo por los vehículos siniestrados porque colaboramos con el Consorcio. Ha sido bonito a su manera porque sabías que estabas ayudando a la gente, pero también ha sido duro al escuchar una a una cada historia». Ese es el trabajo, que «a la vez estoy compaginando con los estudios para opositar en la Secretaría de Intervención en la Administración Local». Acabó Derecho y en lugar del máster empezó la carrera de las oposiciones. Ahora mismo está en un qué hacer. «Dentro de unos años quiero estar en el mundo jurídico, sea sacándome la plaza o haciendo el Máster de Abogacía. La cuestión es que el derecho administrativo lo tengo tan tocado...». Tanto es así, que ya la preparación de la primera intentona «me ha hecho crecer, gestionar las emociones dentro de la auto exigencia. He aprendido, he mejorado y he avanzado como persona». Detengámonos en el apellido. Bru. La heráldica de su casa habla de origen catalán y del sur de Francia con un escudo que tiene una mata de «bruch» o brusco. Un antepasado debió llegar al Palmar para convertirlo en uno de los apellidos endémicos de la isla junto a los Chardí, Aleixandre, Estevens... «si: mi madre es del Palmar de toda la vida. Y mi padre, Calero, llegó a partir de mi abuela desde Jaén buscando trabajo desde muy joven». Acabó en uno de los restaurantes del Palmar, se conocieron y, ahora mismo, la principal consecuencia fue una preseleccionada que se lo pensó a la hora de ser fallera mayor. «No fui infantil» y estaba ya en uno de esos límites de edad. «En las del año pasado empecé a pensármelo en serio, pasando su tiempo de incertidumbre, de preguntármelo. Al final me presenté, lo hablé con mi pareja, con mis padres... y además fui la única que se presentó». Su historia se sigue escribiendo tras una sui generis preselección, con el veredicto leído en el interior del casal. «De repente en medio de un acto súper bonito, todos corriendo dentro del casal porque empieza a caer el diluvio, mientras los presidentes estaban arriba, deliberando. No pudimos hacer el último desfile, pero cuando bajaron los presidentes se leyó con un altavoz. Si, dentro de todo, se escuchó bien». Para seguir escribiendo su historia.

Gema Rueda González

POBLATS AL SUD
FALLA HELLÍN - PEDRO
LUNA
31 años

Una fallera mayor que se hizo famosa sin desearlo

Gema Rueda fue uno de los rostros visibles de las comisiones más afectadas por la dana en la zona cero de València

Gema Rueda es una de las falleras mayores de comisión más conocidas de 2025 y no precisamente por gusto. Es fallera de zona cero absoluto, de La Torre, y fue una de las grandes portavoces, en materia fallera, de la desolación que sufrieron las comisiones. Ha recibido visitas oficiales, ha recibido reconocimientos y, en definitiva, es una de las ejemplificadas en el trabajo de recuperación del eje social de los barrios afectados. «Es una fama no gustada y no deseada. Lo hubiese preferido por los premios de la falla, pero asumí esa responsabilidad con mi comisión y con mi pueblo: ser una figura que quisiera representar y no bajar los brazos. Por el barrio, por la comisión y por mi misma, que creo que no me lo merecía. Yo perdí la planta baja de dos casas, un corpiño de mi traje de cuando fui fallera mayor infantil que había querido recuperar. De familia no nos faltó nadie, pero no puedo decir lo mismo de los amigos, como Manolo «El Guitarra». Esto nos ha arrancado seres queridos, enseres, recuerdos y nos han arrancado meses de vida, de disfrute, de unión y de vida». Los recuerdos son demasiado limpios por recientes. «Al principio no sabíamos por donde tirar, imagínate. Es pasados unos días cuando te preguntas cómo se van a solucionar los problemas. Primero entré en un modo hibernación, solo pensando en limpiar y avanzar, pero la gente empujó, creyó y pasó. Tuvimos Fallas y, sin olvidar nada, hemos seguido teniendo vida». Gema es hija del pueblo. «Mi padre es sevillano y se vino de niño a Castellar. Pero mi madre sí: sus «malnoms» son Calderera y Nana. Este último no sé el porqué pero el primero es porque mi familia tenía una fábrica de calderas». Siempre La torre. «Mis padres tuvieron a bien apuntarme a la falla del barrio. Es mi casa. Somos de la periferia y eso quiere decir que somos gente que vivimos en esas calles, aunque seamos muchos, que lo somos. Me han visto nacer y crecer». Fue fallera mayor infantil «con mi madre de fallera mayor» y finalista para la corte infantil de 2004. Este año lo fue por una cuestión de azar: «éramos dos candidatas y en mi falla se hace por sorteo, pero poniendo tantas bolas como número de años llevas en la comisión. Lo demás lo hace la suerte». En lo profesional «realmente soy restauradora, pero he acabado en una empresa de transporte internacional» en el departamento de «operativo de tráfico». Es decir, «llevar el seguimiento de los camiones, las órdenes de pedidos, servicios que necesitas comprar. Además trabajo en el departamento de Italia. Hablo más en italiano que en español o valenciano». Después de conocer, sin querer, el idioma de la adversidad y la solidaridad.

Mar Peris Sendra

POBLATS AL SUD
FALLA MOSSEN JOSEP CUENCA 27 años

Una pediatra que hace la ruta Gandia-Pinedo por las Fallas

Ya fue finalista para la corte infantil de 2009 y este año ha cumplido las obligaciones falleras cambiando turnos «y durmiendo poco»

«Mis compañeras residentes, mis tutores y mis adjuntos me han ayudado y facilitado mucho las cosas con cambios de guardias. Al final miro hacia atrás y veo que he perdido muy pocos actos. Lo que sí que he perdido y no las puedo contar son las horas de sueño, pero te garantizo que si algo tengo, es energía». ¿Quién puede verse obligada a combinar guardias, sueño y Fallas?. Pues Mar Peris y quienes son como Mar Peris. «Soy Médico Residente en el Hospital de Gandia. En la especialidad de Pediatría». Y este año de fallera mayor lo ha hecho a base de esa marquetería laboral. «Tengo un piso allí, pero iba y volvía cuando podía. Estoy al lado». Un poco relativo lo de cerca la ruta Gandia-Pinedo, especialmente a la hora de echar gasolina. «Lo normal es que vuelva los fines de semana o algún día especial. Como los de fallera mayor en la comisión». Sigue haciendo camino en la más que exigente profesión. «Estoy en Pediatría, que es una especialidad bastante solicitada. Y si: me costó mi esfuerzo, mis lágrimas y mi sudor. Al segundo infanto. Y digo al segundo porque el primero lo repetí porque al principio quería hacer ginecología, lo mismo que mi madre. He aprendido mucho de ella con la consulta, con los partos..., pero lo que más me gusta el bebé . Dos días antes de elegir repetí y me fui a pediatría. Todos los días me reafirmo. Veo un niño en Maternidad y me vuelvo loca». Pinedo cien por cien. «Es mi familia, son mis raíces..., me encanta vivir de Pinedo. Somos muy de allí. Mis abuelos, sus antepasados... y vivo en la última casa antes de llegar a la playa, en la Cruz. Casa, pero casa, casa, con vistas al mar. ¿cómo no me va a gustar estar allí?». Tan Mar como su nombre. «Eso es cosa de mi hermano y jamás se lo agradeceré lo suficiente». Fallera toda la vida «de antes de nacer. En marzo ya me apuntaron, dos meses antes llegar». Fue fallera mayor infantil en 2008 y preseleccionada para la que acabó siendo corte infantil de 2009. «Me acuerdo perfectamente, tanto de las que salieron como de las que no» -entre las que hay nuevamente compañeras de aventuras-. Ahora cambia la Fonteta por el Roig Arena. «Tengo mucha curiosidad por saber cómo será». Ahora ha repetido fallera mayor, pero adulta y repite escenario para soñar. A pesar del trabajo en el hospital. «Era el momento y eran las ganas y, por qué no, la valentía». ¿Cómo se gestiona? «Durmiendo poco. Con ganas se puede todo». Evitó la votación «porque en mi año no se presentó nadie más». Conclusión, «era el momento». El tiempo dirá si ahora es tiempo para más cosas.

Andrea Pérez Frías

CAMPANAR
FALLA SIERRA MARTÉS - MIGUEL SERVET
25 años

Una fallera para hacer soñar de nuevo a la marea azulona

Andrea Pérez, auxiliar de enfermería en el 9 d’Octubre, busca la segunda presencia en la corte de su comisión

«Gritamos como locos». Y sirvió para demostrar que «es posible». El pasado año, Sierra Martés-Miguel Servet vivió, por primera vez en casi 35 años, la felicidad de ingresar en el «club de la corte de honor» con Noa Domínguez. Ahora, en el Roig Arena, Andrea Pérez Frías puede suponer la felicidad multiplicada por dos si materializa el doblete. Andrea fue la última elegida en la peculiar -a la fuerzapreselección de Benicalap-Campanar en el sobrecalentado casal de Acacias-Picayo: fue la tercera adulta de la segunda preselección, la de Campanar. Ahora sueña con todo defendiendo sus nuevos colores: la marea azulona de la comisión a la que ha llegado ya como adulta hecha y derecha. «Antes fui fallera de otra comisión, de la que mi abuelo fue fundador, Avenida Ecuador-Alcalde Gurrea». Al otro lado de la avenida Burjassot. «Es donde me han visto nacer, crecer, vivir mi adolescencia y siempre será también «mi falla» aunque las cosas cambiaron cuando faltó mi abuelo. Era el nexo que nos unía y a partir de que se nos fuera nos fuimos desapuntando, yo me puse a trabajar... y mis padres establecieron que, para saber apreciar el valor de las cosas, para ser fallera me lo ganara con el sueldo. Por todo eso, estuve fuera un par de años y luego, a través de amigos, a donde llegué fue a Sierra Martés. Allí llegué, por eso, hace cuatro años». Y, sin embargo, fallera mayor rapidisimo. «Va por antiguedad y esto ha sido casi un ahora o nunca. Me presenté con la idea de que si no salgo, feliz, porque ya habrá más oportunidades y si lo soy, muy feliz. A la que ha sido mi infantil le hacía ilusión de serlo conmigo, en la falla se sabía y al final ha sido una cosa de entendernos y respetarnos. Y por eso lo conseguí. Una felicidad enorme». En lo profesional, trepidante y sólida. Es Auxiliar de Enfermería en el bloque quirúrgico del 9 d’Octubre. «Llevo allí tres años y medio. Antes estuve dos años en el Consuelo, que es de la misma empresa, Vithas. Es un servicio que me gusta mucho, no es nada monotono, cada día es un mundo, hay que estar atenta y alerta. Si tienes que correr, tienes que correr, pero hacer todo con calma, dispuesta a velar por una vida que no es la tuya». Y siempre aprendiendo. «Llevo cinco años y nunca te estancas. Aprendes cosas nuevas, te enriqueces en cada momento». Recordando que «me decanté por la Sanidad a partir de un periodo en que mi madre estuvo malita. Este tiempo en el hospital, como hacían el trabajo, cómo ayudaban a que se curara y se recuperara, fue lo que me acabó por inspirar. Fue un punto de inflexión». Una parte de su vida la lleva tatuada en la piel. «Es parte de mi: Son historias de mi vida: por ejemplo, uno con mi madre, un angelito por mi iaio, el «tinc el cor encés en flama» con cuatro amigas... son cosas que siempre me suman». Momentos de inflexión como el que puede encontrar no en un hospital, sino en un pabellón.

Amparo López Doménech

CAMPANAR
FALLA VALL DE LAGUAR - PADRE FERRIS
27 años

Participante en otra oposición... pero con plaza garantizada si la pasa

Mª Amparo forma parte, de momento, de las profesoras que sacan el examen, pero necesita sumar más para consolidar el empleo

Si se compara la elección del Roig Arena con la profesión de Amparo López no cuadra. Ambas son una oposición. En la fallera hay o no hay plaza. O te aprueban o no te aprueban (está lo de la «suplencia», pero se usa poco). En la del mundo de la enseñanza te pueden aprobar... pero no haber plaza. Así lleva dos exámenes ya, con los deberes hechos, pero viviendo de interinidades a la espera de volver a presentarse y, ahora sí, alcanzar el puesto fijo. Que ese no dura un año, sino toda la vida. «Es una pena porque las que somos novatas necesitamos ir sumando méritos para alcanzar a las interinas que llevan tiempo. Vamos haciendo pinitos. Este año, por ejemplo, estoy haciendo un máster en Psicopedagogía y también he hecho uno de Investigación en Didácticas Específicas. Y así, entre la nota y los méritos, tocará volver a hacerlo. Iremos a por plaza, pero volviendo a repasar, estudiar.... y trabajar de interina. Este año, en Mislata. He tenido la suerte de estar solo en uno, y cerca de casa. El curso pasado, por ejemplo, estuve en VilaReal y en Castelló, y viajando continuamente». Llegará un día que será Maestra de Educación Infantil y serán otras las deberán sumar los méritos que haya acumulado. Los falleros los tiene ya adelantados, a la espera de la reválida. Con la que remataría una trayectoria que la llevó a Vall de Laguar-Padre Ferris «como tantas otras niñas: a través de las niñas del colegio del barrio. Porque mi madre era de Joaquín Ballester, pero las niñas del colegio del barrio eran de Vall de Laguar y ya sabes que eso tira mucho. Estoy desde 6-7 años. Llegué, probé y me quedé, como se dice en estos casos». No le dio tiempo a ser fallera mayor infantil «porque, siendo por antigüedad, me habría tocado con 13 años. Mi madre me dijo que me compraba un traje a cambio y que probaría de mayor». Lo que ha llegado ahora. «El nombramiento es por sorpresa. No hay lista, no hay acuerdo previo...» son experimentales hasta para eso. «Hacen comboi entre familia, amigas de las que saben que quieren ser... « el método es casi por conspiración. «Se elige en San Juan y dicen tu nombre, así, sin avisar». Y fue porque insistieron: «Me pilló en plenas oposiciones, ese día venía de un examen y la verdad es que estaba muy cansada, no tenía claro de bajar... y me dijeron que lo hiciera, que no dejara de hacerlo. Allá que bajé con mis deportivas...» el resto de la historia continúa. Siendo de Vall de Laguar puede ser complicado decidir qué ninot se lleva una, suponiendo que haya un ninot. Es su caso con el «Insòlit» de Anna Ruiz. «Me llevé la figura de la Exposición: una caja con un espejo y la manzana» una forma de ver el cuadro de Magritte. Una curiosidad familiar: «Tengo raíces francesas. Mis abuelos fueron a trabajar y mi madre nació y estuvo allí hasta los once años y regresó sin saber nada de español, porque la hablaban en francés para que se integrara. Y al volver es cuando empezaron a hablarla en español». Si sale elegida puede sonar un «Quelle joie!» en la grada.

Marta Salvador Salinas

CAMPANAR
FALLA PADRE DOMÉNECH -PÍO XII
22 años

Un dilema académico en busca del sueño de su vida

Marta Salvador pertenece a ese grupo de falleras a las que le llegaban las pruebas condicionando la decisión del Máster

El caso de Marta Salvador ejemplifica muy bien el hecho de que ser preseleccionada también tiene, para no pocas de ellas, una cara B, llena de dilemas, condicionados por una decisión que llega tarde en el tiempo, a finales de septiembre. Llega a las pruebas con el título de Ingeniería Industrial y Desarrollo del Producto bajo el brazo con el diploma acuñado en el CEU. Y llegado ese momento se planteaba hacer un máster. Pero ¿y si la noche del Roig Arena los hados son favorables? Porque un máster y la corte no son del todo compatibles. «Mi intención es hacerlo dedicado al diseño de joyería y complementos en Suiza. Me he estado informando y esta opción me atrae mucho». Pero.... «sé que es muy difícil ser una de las trece elegidas, pero siendo que el máster es fuera de casa, he decidido posponerlo al próximo año, puesto que sería incompatible en el caso de ser una de las afortunadas. He preferido apostar por el sueño de mi vida». El fallero se refiere. «Y si no tengo la suerte de ser una de las elegidas, me dedicaré a complementar mis estudios con cursos. Por ejemplo, ya he visto uno de Diseño Asistido por Ordenador e Impresión 3D, que también me servirán de gran utilidad para aprovechar mejor un Máster de estas características, que me han comentado que son muy exigentes». Poco a poco y con cabeza. Lo de la joyería es después de deshojar la margarita con otra de sus bazas: «diseño de automoción. Muy diferente, ¿verdad? Quizá es porque en casa somos apasionados de los coches». «De pequeña me encantaba dibujar. Mi abuela es muy manitas y mi padre dibuja maravillosamente». Esto es el 2.0. «No quería ser profesora, como mi madre y mi abuela. Mi padre daba diseño industrial en la UPV, lo descubrí y parecía hecho que ni adrede para mi». Pero ahora quiere diseñar un máster fallero. Defendiendo a la comisión de Padre Doménech, que es «la falla familiar. Con nueve años me apuntaron mi madre y mi abuela. Siempre habíamos hecho ruta fallera todos los años la familia al completo. De ver la ofrenda al completo...» Estaba llamada a aterrizar «en la falla familiar con los primos, tanto yo como mi hermano menor». No fue fallera mayor infantil, por lo que «este año lo he cogido con una ilusión enorme». Y pronto, con 21 años. «Quería cuadrarlo con mis primos, que han sido fallera mayor y presidente infantil». Y tiene más: «Llevo practicando baile desde niña, muy niña». Hasta ahí, todo bien. «Y también esquiando. Y si no, hago surf. Y si no, hago italiano». Volviendo al esquí, eso es un deporte que carga el diablo en caso de ser fallera mayor. «Si: he coqueteado con el peligro yendo a esquiar del 1 al 5 de enero, aún siendo fallera mayor. Con un poco de cuidado. De verdad que lo he tenido en cuenta». Que el afán rompe el ligamento. No fue el caso y llega a las pruebas de una pieza.

REBECA MAYOR LLOP. RAMIRO DE MAEZTU-ELS LLEONS
REBECA MAYOR LLOP. RAMIRO DE MAEZTU-ELS LLEONS

Rosa Bañuls Miquel

CAMINS AL GRAU
FALLA ALBEREDA - FRANÇA
28 años

REBECA MAYOR LLOP. RAMIRO DE MAEZTU-ELS LLEONS

Vuelta al teatro de los sueños falleros dos años después

Rosa Bañuls, este año como fallera mayor de su comisión, es la única preseleccionada que ya ha vivido el proceso en versión adulta

Son muchas las preseleccionadas de este año que han vivido la misma experiencia en la Fonteta pero en versión infantil. Rosa Bañuls es la única que lo puede vivir con la perspectiva de adulta, porque estuvo en el mismo lugar que ahora, hace dos años. «Sí: pude estar porque mi fallera mayor era mayor y no se presentó y me lo ofreció». Pasó las pruebas y vivió la rampa del pánico en Fonteta. «Cuando se lee el resultado pierdes la cuenta de cuántas se llevan ya nombradas. Es un recuerdo agridulce, quieras o no. Porque no te nombran, efectivamente, pero me quedo con las candidatas que salieron, porque viví mucho con ellas. María Estela y su corte siempre estarán en mi corazón. Si, no salí, pero he visto que lo han disfrutado y que me han representado bien». Y ahora repite. «Porque te gusta la fiesta de tu ciudad y porque sueñas con ello». Además, condicionando su futuro porque «mi sueño, en lo profesional, es irme a vivir fuera y no lo he hecho todavía por la asignatura pendiente que tenía con las Fallas. Primero, ser fallera mayor. Ahora... Dios quiera que sea un año más tarde de lo previsto». Porque Rosa sí que llega, en esta ocasión, como fallera mayor saliente de su comisión. «Pensaba que ya no me llegaría, que hasta aquí había llegado mi aventura, pero la verdad es que tuve suerte, porque no se presentó nadie de las fundadoras y, finalmente, he sido este año». Además, el del 25 aniversario de Alameda-Av. Francia. Previamente había hecho carrera fallera en Gandia «donde vivíamos. Soy fallera de la Plaza del Prado desde que nací. Después ya nos vinimos a València, y en 2006 fui fallera mayor infantil del Parotet. Luego me cambié a Alameda, que es donde estoy». No falla: el sector sanitario es el segundo más extendido entre las preseleccionadas, solo superado por las dedicadas a la enseñanza. A Rosa le viene de familia. «Mi padre, mi hermano, mi cuñada... desde pequeña acompañaba a mi padre, que es reumatólogo» -el doctor Fabián Bañuls Bolta-, «a la consulta». Hace dos años decía estar trabajando en el Hospital IMED, y allí continúa. «A mi lo que me gusta es el quirófano, pero te toca eso: neurología, cardiología, medicina interna...». ¿Y por qué quirófano? «A raíz de estudiar el experto de Enfermería Dermoestética, Micropigmentación y Paciente Oncológico trabajé en cirujanos estéticos y también por estar en los turnos quirófanos de urgencias. Al final, es un lugar o lo odias o lo adoras. Y yo me apunto a lo primero. Urgencias es apasionante, porque debes luchar por la vida de la persona en cuestión de dos segundos». En cuestión de segundos cambiará también su vida la noche del 27 al 28 de octubre, con la esperanza de que segundas partes sean más felices.

Laura del Carmen Herrera Carmona

CAMINS AL GRAU
FALLA EL PAROTET
26 años

Fallera antes de nacer... su comisión

Su familia es fundadora del Parotet. Ella fue, cronológicamente, el último nombre escuchado de entre las 146 preseleccionadas.

Fuego por todas partes, porque Laura del Carmen es fallera «desde que nació». Porque su familia es fundadora de la comisión del Parotet y porque su madre «que es quien nos metió en las Fallas» vino «con meses de vida con mis abuelos desde Écija, y ya sabes que aquello es La Sarten de Europa». Por lo que estaba totalmente predestinada. Ahora defenderá la probabilidad del Parotet por partida doble junto a su infantil, Sira Juan. Otro doblete, tras el que remataron hasta el final Mireia Mansilla y Mónica García en la corte vigente. Además, ella tiene otro logro estadístico: es «la última». La número 146 de entre todas las preseleccionadas. La última adulta de la última preselección. Queda dicho que son de Av. Francia-Alfredo Torán y Olmos desde el minuto uno. «Cuando yo nací, en 1999, aún no existía. Estuve dos añitos en Mont de Pietat porque mi abuela vive en Xirivella. Luego nos mudamos a la Avenida de Francia. Era cuando no había más que un edificio y una falla, la de Alameda. Allí estuve un año y al siguiente mis padres se reunieron con vecinos y formaron El Parotet». Una comisión que es multitud. «Tenemos lista de espera». A pesar de ser esas fincas menos barrio, más despersonalizadas. «Aunque parezca que vivimos aislados, no te creas: tropiezas con la misma gente cuando sales y o son falleros de nuestra comisión o de la otra. Y somos muy acogedores». No, no vive en la Torre de Francia. «En la de al lado». ¿Pero se sube a la azotea para ver los grandes eventos falleros? «No hace falta: desde mi casa veo la Nit de Foc en primera línea, auténtico palco Vip. Lo tengo hecho. Estamos súper agradecidos con la nueva ubicación». Es original con el tránsito de fallera mayor: Fue infantil en 2010 y si muchas veces se dice de querer ser diez años después, ella quería «quince años después de infantil. Me parecía redondo y una forma de cerrar un círculo. En mi comisión va por antigüedad, pero, a pesar de los muchos que somos, pude ser ese año. El año no me eligió a mi: yo lo elegí» que no siempre pasa. Se llama Laura del Carmen «porque mis padres querían Laura y nací el día del Carmen» pero «celebró el santo con Laura». En lo personal «estoy estudiando el máster habilitante de Abogacía. El Derecho te aporta y mucho y puedes ir creciendo toda la vida. Estás en constante aprendizaje. Las leyes van cambiando y soy una persona curiosa e inquieta, que le gusta aprender día a día». Sin miedo a ganar «o a aprender. Da muchas tablas y si creo en algo, soy insistente y convincente». Ahora debe ser convincente ante siete personas.

Rebeca Mayor Llop

CAMINS AL GRAU
FALLA RAMIRO DE MAEZTU-
ELS LLEONS
26 años

REBECA MAYOR LLOP. RAMIRO DE MAEZTU-ELS LLEONS

Entre pasión fallera y vocación por las personas dependientes

Rebeca Mayor sacrificó ser fallera mayor infantil por el baloncesto, pero estaba prometido que de mayor no faltaría a la cita

«Mi padre es de la comisión desde niño. Luego conoció a mi madre y también entró en la comisión. Ni se te ocurra decir en casa de no ser fallero. Eso no está en discusión». Rebeca es de las típicas falleras apuntadas antes de nacer, pero no fue fallera mayor infantil. «Estaba en la Federación Valenciana de Baloncesto. Se lo propusieron a mis padres, ellos se reunieron conmigo y dije que me quedaba con el baloncesto siempre y cuando luego fuera fallera mayor de adulta. Es algo que se ha llevado en silencio en mi casa, sabiendo que algún día llegaría». Y llegó. Abandonó el baloncesto «en primero de la ESO, con doce o trece años» y aún «me fui al voleibol», pero la promesa continuó y llegó el pasado ejercicio. «Laboralmente, era compatible y con mi fallera mayor infantil, Laura, y yo, siempre habíamos querido ser a la vez». Ahora, Rebeca ha superado la «fase de grupos» y llega a las eliminatorias directas. En Ramiro de Maeztu-Leones ya saben lo que es alzar el título de campeón. La pilló de recién veinteañera la elección de Carla García como fallera mayor infantil de València. «Recuerdo que nos juntamos en el casal. Éramos muchísimos con nervios, gritamos, lo celebramos, a la espera de que ella bajara de su casa. Fue una ilusión muy grande». Su trabajo son palabras mayores. «Es muy vocacional». Porque es psicóloga «y pensé que me dedicaría a la jurídica y forense, pero cuando entré en lo social es cuando vi que mi día a día tenía que ser esto». Y «esto» es trabajar «en una vivienda tutelada con personas adultas, todas ellas diagnosticadas con algún problema de salud mental» dependiente de una empresa privada con plazas también públicas. No es un trabajo precisamente ni fácil ni contemplativo. «Son personas que necesitan apoyo, trámites, apoyo emocional..». En el caso de un mayor de edad tutelado «tienes casos de esquizofrenia, trastorno bipolar, depresivo... Trabajo en dos viviendas, una tutelada con siete plazas y otra de más autonomía con cinco más. Es ayudar a dar el paso de que se puedan independizar y vivir con calidad». Lleva dos años en el proyecto. «Antes estuve en una ONG trabajando con sinhogarismo femenino». Un trabajo con retos diarios. «Los pasos son como la vida, la que quien algo quiere algo le cuesta. Pequeños pasos. Por ejemplo, reducir compulsiones de alguien con trastorno es, para nosotros, un logro. Hay momentos muy bonitos y otros que no lo son, y ahí es donde debes dar lo mejor de ti. Antes que tener una patología son personas y hay que cuidar de ellos como cuidarías de tu familia». En lo familiar, Rebeca es Rebeca por la película. «Es cosa de mi madre. Sabía que, si tenía una niña, le pondría ese nombre y se lo dijo a mi padre antes incluso de casarse». Poder femenino, que simboliza también el tatuaje que se le adivina en el antebrazo. Lo lleva ella, «y mi madre, mi tía... y mi abuela». «Es la estrella polar y otra pequeñita al lado que simboliza la compañía que nos hacemos». Quien sabe si, con el tiempo, tiene que tatuarse también una estrella con trece puntas.

SARA RÍOS SÁNCHEZ. LOPE DE VEGA

Sara Ríos Sánchez

LA SEU - LA XEREA - EL MERCAT
FALLA LOPE DE VEGA
19 años

Fallera del centro,
pero centro de verdad

Sara Ríos reúne dos características inusuales: es preseleccionada «joven» con 19 años y, siendo de comisión céntrica, tiene casa debajo del casal. Fallera del centro, pero centro de verdad

Sara Ríos llegará al Roig Arena con 19 años. De momento, ya está en capilla esperando vivir la experiencia mientras continúa embebida en los estudios de Enfermería en la Universidad Católica de València. «He acabado segundo y me quedan dos años. He empezado con las prácticas en La Salud en Maternidad, Pediatría, Quirófano...». Defenderá los colores de Lope de Vega, que es su falla por tradición paterna. «He nacido en la comisión por la rama Ríos. Mi abuelo llevaba la lotería en la falla, padre, mi tío, mis primos... mi familia al completo. Y es candidata de Lope de Vega pero Serie Oro: tiene casa en la demarcación. «En la Plaza Redonda. Como estoy estudiando en València, estoy aquí con mi abuela». Una auténtica hija del barrio, que eso es de un mérito enorme. «Tenían una parada de venta de pantalones. Vivían en la propia plaza y ahora en la calle Derechos». Lugares centenarios para una falla también secular: ella ha sido fallera mayor del que se ha conocido como «la 110 de la 110. Es decir, el 110 aniversario de nuestra comisión, que su número de censo es ese». Y en su caso, con todas las ventajas de ese particular paraíso de vivir allí mismo: «los trajes de valenciana están todo el año aquí.». Más cerca imposible: «el casal está debajo de mi casa». Ventaja absoluta. «Los falleros en nuestras comisiones tienen que buscar algún sitio de alquiler, con los precios disparados, con la ciudad cortada...». Ella está ahora con la «iaia» mientras estudia. Y mejor así, porque la residencia familiar la tienen «en Oropesa y desde siempre. Pero te garantizo que si hay que bajar todas las semanas a la falla, se baja. Es una hora». 19 años es una edad joven para lo que ha sido tendencia. «Me considero una persona muy madura, con los pies en la tierra, que sabía lo que quería. Además, tenía que ser la fallera mayor de Vega, mi infantil». Ahora tiene todo el futuro por delante.

Vega Archer Ríos

LA SEU - LA XEREA - EL MERCAT
FALLA MERCADO CENTRAL
20 años

REBECA MAYOR LLOP. RAMIRO DE MAEZTU-ELS LLEONS

Una periodista en formación que ya hacía radio de niña

Vega Archer es la hija del presidente del Mercado Central y, si sale elegida, estrenará su nombre en el santoral de la corte de honor adulta.

Vega Archer celebrará su 21º cumpleaños el 12 de octubre, un día antes de la Telefonada. Estará como un flan si, antes, el Roig Arena le ha sido favorable, aplicando que segundas partes pueden ser buenas. «Fui fallera mayor infantil en 2015 y siempre he estado muy orgullosa de decir que desfilé por la Fonteta, aunque la aventura acabara allí». Ahora vuelve, pero en el Roig Arena, superando la preselección «con el mismo número 8 que entonces». Con 20 para 21 años está aún en fase de estudios. Con el doble grado en Periodismo con Publicidad y Relaciones Públicas. «He terminado el tercero y en septiembre empiezo cuarto». Ahora mismo pasa los calores del verano haciendo prácticas en la Cope «donde me tratan como periodista totalmente, como una trabajadora más». Periodista «desde pequeña, pero igual desde que tenía cuatro años. Cogía un taco de folios y les decía a mis padres que iba a presentar el telediario. La radio me ha apasionado. Llegué a tener un programita y todo, Menuda Festa en News FM, de niña». Vega se estrenaría en el santoral de la corte mayor. En la infantil lo fue Vega Calvo en 2018. «Cuando nací no era un nombre muy común. Mi padre es el responsable. Busca la inspiración en la Virgen de la Vega». Y defenderá los colores del Mercado Central, una comisión con bastantes preseleccionadas en los últimos años. Fallera es «desde que nací. Primero de una comisión de Mislata» y aterrizó en el Mercado Central «con 7-8 años por mi mejor amiga. Llegué a ser fallera mayor infantil en 2015 y diez años después he repetido». Con Archer por partida doble, porque su padre es José Vicente Archer, presidente desde ya hace bastantes años. «Es un regalazo. Ha sido el mejor compañero de sueño que podía tener. Es un pilar fundamental de mi vida, un referente, un ejemplo a seguir, su pasión por las Fallas que es desbordante. Lo veo todos los días cómo trabaja por la falla y por la Federación de Primera A». El pasado mes de marzo fue fallera mayor y fue bruja. «La figura de la Exposición del Ninot era yo misma. Guardo un recuerdo precioso del ninot de hicieron Palacio y Serra». Que ya no existe. «No: me quemaron. Me habría gustado salvarla, pero me temo que no me dejaron llevarla a casa». Una cuestión de espacio. «Pero tengo fotos, tengo vídeos y tengo un recuerdo imborrable». Y más: «estoy en un voluntariado de la Fundación Esycu, dedicado a la atención a la niñez durante su estancia hospitalaria. Estamos con ellos en el Hospital Clínico y en la Fe, para hacerles la estancia más amena, dibujarles una sonrisa y ayudar a las familias». También pueden dibujarle a ella una sonrisa en el Roig Arena, aunque sea en el puesto ocho.

Mar Vivanco i Marco

LA SEU - LA XEREA - EL MERCAT
FALLA DOCTOR COLLADO
23 años

Un presente muy fallero: Doctor Collado y Burriana

Mar Vivanco forma parte de una familia muy vinculada tanto a la comisión de Doctor Collado como a la vida comercial del centro

Mar es Logopeda «especializada en Atención Temprana». De momento ejerciendo, «con niños de 0 a 6 años con problemas en neurodesarrollo. Llevo un año y medio trabajando». De hecho, antes de terminar el máster ya estaba dando unos primeros pasos firmes. Un trabajo procedente no de la enseñanza, sino de la rama sanitaria. Y no le importa con ello echarse a la carretera. «Trabajo en un Centro de Atención en Burriana, que reúne niños procedentes de la zona. Y de verdad que no me supone nada ir y volver cada día, porque la experiencia es fantástica». Y eso, tras los habituales vaivenes que se tienen durante la formación. «Mira, en principio la Logopedia no era mi opción, pero el destino me llevó allí y lo que tuve claro es que quería trabajar con niños, por eso me especialicé en Atención Temprana y por medio de la tutora de prácticas me dijo que buscaban una logopeda en Burriana» -también un santuario fallero donde los haya- «Estoy súper agradecida». Ahorra unos kilómetros: el camino no es ValènciaBurriana, sino Foios-Burriana, donde reside. Llegó a Doctor Collado procedente de otra comisión: «la familia paterna era de Daroca-Padre Viñas. Mi padre era fallero desde niño y a mi me apuntaron antes de nacer. Hubo un momento que cambié a Doctor Collado, que es la parte de mi familia materna. Por mi prima y mis tíos». Y ahí hay pedigrí vecinal. Y tanto, porque «mis tíos tienen un comercio allí, un puesto de venta de paellas del Mercado Central». Entendámonos que es «menaje, no cocinarlas». Teniendo en cuenta que esa prima es Paula Ortiz, corte de honor 2017, hay que remitir a que ese puesto tradicional se extiende generaciones atrás. Y ahí empezó una nueva historia. «Entre que mi prima sí que era de toda la vida, mi primo tiene una edad parecida a la mía, el «Venga, vente, ya veras, te lo pasarás genial...» Me encontré otro tipo de falla». Y ahora, a vivir nuevas experiencias. No fue fallera mayor infantil y ha ido directamente a fallera mayor. «En mi comisión va por antigüedad. Y yo la tenía porque cuenta desde adulta. Mi grupo de amigas ya lo había sido y me tocaba a mi». Y lo compagina con «todo lo que sea bailar. Tanto la danza clásica como la contemporánea o los bailes regionales». Y lo comparte con la familia: yo soy hija única, pero si contamos los primeros segundos, somos más de treinta. Mar Vivanco Marco no es Mar Vivanco Marco, sino «Vivanco i Marco», con la «i» en medio porque mi nombre siempre es en valenciano. Como en valenciano se cantan los trece nombres más esperados en el Roig Arena.

Ariana Olmier Carbonell

ZAÍDIA
FALLA NADOR - MIRACULOSA
28 años

Del simulacro de huracanes al tornado de emociones falleras

Ariana, profesora de inglés con plaza asegurada por oposición, ha desarrollado antes la labor docente en Miami

«El primer día de clase, lo primero que hago es escribirlo en la pizarra: Ariana». Y aún así, está claro que llevará a confusión con Adrianas o Ariadnas. «Ahora ha salido Ariana Granden y eso ayuda. Me llaman igual Ari que Ariana y me gustan las dos. Mis padres me querían poner María al principio, pero al final empezaron a buscar en libros de nombres y ya ves que fueron a por uno más original». Es profesora de Inglés en un colegio público. O sea, «con plaza asegurada, aunque soy muy de cambiar y vivir experiencias nuevas. De momento me he sacado la oposición, estoy en un colegio, puedo cambiar a otro...». Se llama seguridad y tranquilidad para el futuro. «Es calidad de vida». Su día a día es cruzar desde cerca del barrio fallero «vivo por Juan XXIII» al docente, en La Fonteta. «El primer año estás de prácticas y eliges entre una lista que te dan y al siguiente ya te dan la definitiva». Todo un mundo. Pero ella destaca de si misma la capacidad «para salir de la zona de confort. He sido au pair en Londres, estuve en un colegio concertado, monitora de verano, y he estado de maestra en Estados Unidos un curso entero, dentro de un programa ministerial que te conceden la oportunidad de ir. Yo estuve de profesora de español en Miami». Con lo que no le han faltado «ni los simulacros de huracanes ni las medidas de seguridad de tener el aula cerrada por si entraba alguien armado». Pero da igual: «El Roig Arena serán tensiones, pero también ilusiones diferentes. Vivir las Fallas desde la experiencia que voy a tener es increíble». Nador-Miraculosa se deja ver por lo más alto periódicamente. «Es mi familia de toda la vida, la de mi familia, mis amigos... todos estamos allí». Y, al final, las que fueron de la corte se entrecruzan: «soy cuñada de Patricia Marset: soy la novia del hermano de su marido». O sea, su concuñada. «Y tengo relación con Mar López de Briñas, que fue corte infantil en 2012, sus padres y los míos son íntimos y su padre ha sido mi presidente. O, por ejemplo, Mireia Carrasco Amat, que fue infantil en 2006 y somos amigas desde niñas. Si, lo he vivido de cerca siempre» No fue fallera mayor infantil «y eso que me insistieron: los amigos en la falla... pero mira, no fui. Mi hermana lo ha sido, mi hermano presidente infantil...» pero no se vio en aquel momento. «Pero de mayor sí que tenía claro que no me lo iba a perder. He sido ahora por circunstancias de la vida: la oposición, lo de Estados Unidos... ha sido este año y mejor imposible». Aún puede ser mejor si se une a la galería de honor de Nador - Miraculosa.

Olga Chisbert Dolz

ZAÍDIA
FALLA SAGUNT - SANT
GUILLEM
23 años

Encantada de hacer viajes de ida y vuelta desde Albuixech

Olga Chisbert es una de las no pocas candidatas que ya estuvieron preseleccionadas de infantiles

Apenas un par de falleras de Sagunt-Sant Guillem han alcanzado un puesto en la corte de honor a lo largo de las épocas. Ahora irán al estreno en el Roig Arena por partida doble, con Jimena Noguera en infantiles y con Olga Chisbert en mayores, esperando que la noche del 27 acabe en fiesta grande. En el caso de Olga sería el refrendo a una trayectoria fallera iniciada desde su nacimiento en un territorio que parece convertido en tierra intermedia: «mi madre era de Molinell-Alboraia y mi padre, de Peset Aleixandre. Cuando se casaron se mudaron al a calle Alboraia, pero conocieron gente de la comisión y allí que se apuntaron y ya estaban cuando yo nací». Pero ahora viven carretera arriba: «vivimos en Albuixech», lo que este año les ha hecho recorganizarse para que la fallera mayor, ella misma, estuviera cerca del meollo. «Me alquilé un piso no cerca de la falla, sino al lado. De asomarme al balcón y verla ahí, casi tocarla». Le tocó ser fallera mayor por proceso de selección natural llamado «acuerdo entre las que somos de un mismo grupo de amigas para hacerlo una detrás de otra. Yo he sido de las últimas. Me venía muy bien este año por haber terminado los estudios, tener horarios flexibles y, en definitiva, poder hacerlo y pasarlo tan bien como lo he hecho». Llegará a las pruebas, además, con los 23 años recién cumplidos en agosto. Unas pruebas que no le caen de raro porque está en el camino de vuelta que recorrió en el año 2013. Es una de las bastantes candidatas que ya estuvieron en una Fonteta infantil. No tuvo suerte, pero lo tuvo todo muy cerca porque «de mi preselección salimos tres y una de ellas fue Carla González, que después sería la fallera mayor infantil de València». En lo profesional no ha hecho más que dar los primeros pasos. ¿Adivinan en qué? Efectivamente: en las aulas. «Soy profesora de Educación Infantil. La carrera la terminé en el mes de diciembre» y va haciendo camino. «He trabajado de profesora de inglés con niños pequeños y este verano, de monitora de tiempo libre». En Meliana en concreto. Atrás quedan los años de carrera «un Erasmus en Noruega» y «la perspectiva de que ahora tengo toda la vida por delante». Para seguir el camino de «mi madre. Soy la segunda profesora de la familia. Y no: nunca he sido alumna suya. Mi madre nunca quiso». Si es de SaguntSant Guillem, no hay acto más emblemático la concentración motera del día de la Crida. «La primera vez que se celebró fue mi año de fallera mayor infantil». Ahora ha vuelto y nada le gustaría tanto como pasar del «Vespa la Falla» al «Vespa la corte».

Sara Gómez Donaires

ZAÍDIA
FALLA AVENIDA PORTUGAL -
FRAGATA
25 años

La fallera del día redondo: preselección y cumpleaños

Sara Gómez no olvidará el pasado 13 de julio, en el que su aniversario se remató con una elección que la comisión no tenía desde 2007

La expresión «depende de lo que venga y de lo que pase», aplicado a una maestra de Educación Primaria que es preseleccionada tiene su razón de ser. «De lo que venga» es lo laboral. «Soy interina y estoy a la espera de ofertas». Y «de lo que pase» es, obviamente, el Roig Arena. En definitiva, «en julio había unas primeras adjudicaciones de plaza, en las que me desactivé. Y en las siguientes ya dependerá de lo que pase». O sea, si sale elegida seguramente tomará un descanso y si no, se apuntará para cubrir interinidades «y te pueden mandar a Vinarós o a Orihuela para cubrir esa interinidad». Ha sido este su primer año de acudir allá donde haya un sitio disponible. «He estado en Catarroja y en Chiva». Dana uno, dana otro, «no me pilló en ese momento pero en el de Catarroja, que era una escuela de adultos y teníamos que hacer docencia online. En Chiva era de primaria y sí que afectó en el techo, pero nada grave, afortunadamente». Le llega ya con 25 años porque hizo un requiebro académico. «Empecé estudiando Traducción e Interpretación, pero con la idea de ser profesora de idiomas. Con el tiempo vi que la Traducción no me llenaba por lo que me fui con Magisterio a tope. Sé todo lo que acarrea hacer la oposición, pero tendré que seguir intentándolo porque no hay plazas para todos». Por lo menos, la primera oposición, la fallera, sí que la sacó. Y por partida doble: fue preseleccionada el mismo día de su cumpleaños. «Un regalo inesperado». «En 2012 fui infantil y la preselección fue el día antes». Quizá por eso, entonces no salió preseleccionada. Para la comisión es todo un acontecimiento, porque «no hemos tenido nunca una fallera en la corte y preseleccionada, una, en 2007, cuando la final aún no era ni en la Fonteta. Y llevando siempre candidata. Después de tanto tiempo hacía perder un poco la esperanza. Pero, mira, ha vuelto». Es «portuguesa» por proximidad. «La falla más cercana a la casa de mis abuelos en Marxalenes. Mi tía es fallera de toda la vida y me apunté por ella. detrás vendrían mis padres, mi hermano...». Ahora, tras la tarta de chuches el segundo día de pruebas con el jurado, remata el año de fallera mayor. «Me tocaba ya hacía un par de años porque va por antigüedad y en caso de que haya más de una, por sorteo. Me esperé un año por la oposición. Este año sí porque he podido hacer el máster online. Y lo he disfrutado». Y más que puede hacerlo, aunque sea sin tarta.

María Navarro López

BENIMÀMET - BURJASSOT - BENIFERRI
FALLA NÁQUERA - LAURI VOLPI
28 años

Protagonista de una llamada en agosto con premio sorpresa

María Navarro es la candidata convocada tras una renuncia en su sector. Lo toma como un regalo con la ilusión de que la historia tenga un final apoteósico.

Se dice que la vida se compone de pequeñas y grandes casualidades. Andaba María Navarro un día cualquiera de primeros de agosto, en el despacho de restauración de edificios, donde trabaja mientras remata el TFG de Arquitectura, cuando recibió una llamada desde la Junta Central Fallera donde, tras confirmar una y dos veces su identidad, le comunicaron que el partido continuaba. «La verdad es que me fui de la preselección sin saber que yo era la suplente». Y tras la renuncia de una se las preseleccionadas, se encuentra ahora con «un regalo, una segunda oportunidad. No en las circunstancias que hubiese querido, por ser por una renuncia de una compañera a la que aprecio, pero que voy a disfrutar hasta donde se pueda con toda la ilusión del mundo». La vida fue un torbellino desde entonces. «Bueno, ese día ya no pude ni trabajar de la de llamadas que recibí y de la sensación de, de repente, y cuando ya no te lo imaginabas, pienses que eres preseleccionada». Vale que no pudo participar en la «punxà», pero la vida no se acaba ahí. Incluso participó en la Batalla de Flores «porque nos tocaba a las falleras mayores del sector». Representa a la comisión de NáqueraLauri Volpi. «Cuando se creó la falla hace cincuenta años mis abuelos se apuntaron desde el primer minuto. Después mis tíos y mi madre, que son cinco, mi madre fue fallera mayor infantil, y a mi me apuntaron con tres años. Yo misma fui fallera mayor infantil en 2008. Hace ya años que quería repetir y lo he hecho ahora, que podía correr yo ahora con los gastos y las exigencias». Toda preseleccionada, como ciudadana que es tiene alguna particularidad. «De verdad que me da envidia la gente que es capaz de leerse una novela de tirón o una trilogía... pero a mi lo que me gusta es leer poesías. De todo tipo». Una curiosidad con los tatuajes. Un par de ellos son en los dedos por una razón: «Tengo dermatitis atópica, con lo que los anillos me dan reacción y no puedo llevar. También llevo una amapola por mi abuelo, el de Albacete, porque me llevaba de niña a ver los campos de amapola y en el tobillo es con la letra de mi abuela «iaia, sempre amb tu». Lo de Albacete está relacionado con el TFG «Estoy restituyendo el castillo de Peñas de San Pedro». El pueblo paterno. «Suelo ir más al pueblo del abuelo materno, Losa del Obispo, pero a Peñas también voy». Ahora afrontará también el TFG más inesperado, pero no menos ilusionante.

Mª Carmen Mengó Domínguez

BENIMÀMET - BURJASSOT - BENIFERRI
FALLA ISAAC PERAL - MICER
DOMINGO MASCÓ
25 años

La fallera que recibió el apoyo ante la adversidad

Maestra que ha hecho carrera a base de ‘correturno’ y que ahora prepara un nuevo salto mientras ejerce de monitora de extraescolares

«Son cosas que no esperas que vayan a pasarte, pero a cambio, me regaló cosas muy bonitas». Carmen Mengó se emociona cuando revive el episodio. «Ver a toda la comisión ayudando para acabar la falla. Sentirme respaldada y apoyada en un momento de tanta adversidad». Porque le tocó la desventura de que no le acabaran la falla. Siguiendo el particular mal fario de la comisión porque «ha sido el tercer año en el que, o nos dejan tirados o no se cumplen las expectativas. En mi caso fue que la falla no se acabó». No hace falta que lo diga porque basta con rodar el monumento para darse cuenta. «De los errores se aprende y me dejó, como digo, una experiencia de amistad y compañerismo». Aquel mal remate de fiestas se ha atenuado con la satisfacción de ser preseleccionada y seguir soñando. «Soy fallera por mi madre, que nos apuntó de pequeñas. Yo no fui fallera mayor infantil y, por contra, mi hermana lo fue dos veces. La razón es la que es: yo era de las que no quería vestirse, la que se ponía mala solo de pensar en ponerse los moños. Y es verdad que tuve la oportunidad y no quise. Cuando fui creciendo y cambié pero para entonces ya era demasiado tarde. Estaba para pasar a mayores. Y ahora soy la que se pone los moños el día 15 y no se los quita hasta el 19. Y me he podido sacar esta espinita. Curiosamente, la que ahora no ha sido fallera mayor adulta es mi hermana». Habla mucho de las mujeres de la casa porque «somos tres chicas, mamá, mi hermana y yo, que hablamos de todo: trabajo, amistades, fallas... y ahora voy a ser tía». Aprovechó sus habilidades: «me gustan mucho el dibujo y las manualidades y le hice el «baby shower» -la revelación del textocon una nube de cartón. Tiraban de la cuerda y salían los papeles». ¿Azules o rosas? «Azules, que además era lo que yo quería». Con la cuestión profesional se aprende un nuevo término dentro del complejo mundo de las educadoras. Ahora mismo es educadora infantil «pero trabajo de monitora de comedor y extraescolares mientras termino la carrera de Maestra de Educación Infantil. Es decir, pasar de 0 a 3 años a 0-6 años. Para tener mas ventanas y posibilidades en lo que más me gusta» pero durante mucho tiempo ha estado de ‘correturno’. Es decir, «las sustituciones puntuales. Te llaman al día, ¿hoy quieres trabajar en el colegio tal? A esta hora te esperan». Bajas de uno o dos días, no excedencias o bajas de larga duración. Un recolector de puntos. Ahora ya ha ido creciendo «y estoy ya cuatro años en el colegio Lloma Llarga. Me viene muy bien por el número de horas que estoy para poder acabar la carrera» y en el futuro, lo que todas: «hacer la oposición y conseguir plaza». Ahora tiene la otra oposición esperándola. Hoy conocerá al tribunal.

Aitana Gallardo Gregori

BENIMÀMET - BURJASSOT - BENIFERRI
FALLA MARÍA ROS - SANTO TOMÁS
21 años

Los cielos pueden esperar a la azafata de tierra y aire

Aitana trabaja de auxiliar en la empresa familiar de transporte de viajeros con personas con diversidad funcional, pero su futuro está en las aeronaves.

Es Aitana candidata de altos vuelos. «Tengo el título de Tripulante de Cabina y acabo de terminar la formación de Agente de Pasaje» o sea, «Azafata de Tierra» en «el aeropuerto de Manises». Algo que recuerda mucho, mucho, a la actual componente de la corte de honor también de Burjassot, Carla Marcos. «Y tanto: fue ella la que me aconsejó la academia en la que he estudiado». Pero, ahora mismo, no está ejerciendo de ello. «Estoy trabajando en la empresa familiar de transporte de viajeros por carretera» y en su caso «soy auxiliar de rutas de centros ocupacionales talleres y diversidad funcional. Disfruto mucho, son personas increíbles» pero reconoce que quiere dedicarse «a lo mío, a los vuelos. Lo que llevo queriendo de toda la vida. Y que me permitirá lo que más me gusta: viajar». Pero trabajando. «He hecho prácticas en maqueta de simulador, pero en tierra sí que he estado facturando y haciendo embarques». Nueva a estrenar. «Ya podría ejercer, pero estando con lo que estoy ahora mismo no puedo aún trabajar en algo que te lleva de un sitio a otro». Sobre todo, porque hay un Roig Arena por medio. «Según lo que ocurra tomaré decisiones». Aitana es la segunda de cuatro hermanos y fallera de María Ros-Santo Tomás. «Mi madre me apuntó de pequeña. Estaba en la calle de mis abuelos. Ella había sido la segunda fallera mayor infantil que tuvo la comisión de Mendizábal, de la que mi abuelo fue fundador y donde también me queda familia». Y fue fallera mayor infantil dos veces, pero no seguidas. «Primero fui en 2015, donde fui preseleccionada y después en 2018». Un salto que no es nada normal. «Ese segundo año no había representantes y un amigo y yo dijimos de repetir, porque habíamos sido fallera mayor y presidente infantil en años anteriores y no queríamos dejar a la comisión sin representantes». No coincidieron en su primer año, el de 2015, donde tuvo un acompañamiento doble: «mis presidentes infantiles fueron mis hermanos gemelos». Hugo y Dani, que así aparecieron en el Extra de Fallas. Y volvió ahora, antes de echar a volar «porque me considero una persona muy decidida. Quería ser diez años después» y tuvo suerte: «éramos tres y fue por sorteo, con papelitos y salí yo. Se cumplió lo que yo quería con un poco de fortuna». Si la fortuna (que aquí no será por papelitos) continúa en el Roig Arena, se quedará en tierra, pero gustosamente.

Laura González López

OLIVERETA
FALLA BARRI DE LA LLUM
29 años

«Diseñadora de sonrisas» tras visitar a una fallera mayor de València

Ortodoncista por vocación y bautizada de valenciana en la Pila de Sant Vicent, completa con ilusión un año de fallera mayor que buscó desde hace tres años.

Laura González es «diseñadora de sonrisas» y hasta en lo más fundamental de la vida debían entrecruzarse las Fallas. «Cuando tenía 14 años me pusieron la ortodoncia. Me la puso Covadonga Balaguer. Claro que sabía que había sido fallera mayor y no había más que verla, la planta, la elegancia...» y con el tiempo ha acabado siendo «odontóloga y ortodoncista». O sea, el mismo camino para diseñar esas sonrisas. «Primero hice los cinco años de Odontología. Estuve trabajando para seguir formándome y después sí que me atreví con el máster, pero debía tener bien claro que quería serlo». Y en ello está recién masterizada. La fórmula laboral de estas profesionales es montarte la clínica propia o «ser autónoma y trabajar en varias clínicas. Yo acabo de terminar el máster y, no, aún no me plantó montarme una clínica. Veremos qué me depara el futuro. Ahora trabajo en Paterna y en Lliria, sabiendo que lo que he elegido y para lo que me he preparado es, efectivamente, lo que me gusta». Y ahora defenderá los colores de la falla Barri de la Llum. Esa que el escudo es una peineta con forma de bombilla. «Es mi falla y es mi barrio de toda la vida. Vivo allí, a dos calles de la falla». Su padre llegó a València «desde Ronda, cuando tenía diez años y desde que llegó le gustan las Fallas. A mi me bautizaron vestida de valenciana en la Pila de Sant Vicent Ferrer, lo mismo que a mi hermano. Me apuntaron a la falla desde el primer momento». Y ha hecho la escalera natural: «fui fallera mayor infantil en 2006» y ahora mayor no por falta de ganas, sino por sobreproducción: «es que en la falla somos seiscientos». Y la consecuencia es que «siendo fallera desde el principio, quise ser fallera mayor con 26 años y no pude por antigüedad. Quisé ser con 27 y tampoco. Solo he podido ser con 28. Todas las que salimos somos de estas edades porque somos mucha gente, somos mucha gente de toda la vida y además, en la comisión te lo ponen muy fácil para ser». Independizada junto a «Coco», su perro, pero no lejos de casa, Laura defenderá la baza de «una persona de una familia humilde, que persigue su sueño». Que si sale bien, le permitirá diseñar su propia sonrisa perfecta.

María Luján Juan

OLIVERETA
FALLA MERCADO DE CASTILLA
24años

Fallera desde el minuto uno y psicóloga más que habilitada

La fallera del Mercado de Castilla sabrá quiénes serán los jurados de los que depende su futuro el mismo día que su cumpleaños

Casualidades de la vida: María Luján cumplirá 25 años el día que su suerte empiece a estar echada: es cuando la asamblea y la presidencia de JCF elija y desvele las personas de las que dependerá su futuro: el jurado. Un proceso que ya vivió en el otoño de 2012, y del que recuerda que «ese día, el de mi cumpleaños, es cuando no cuando los eligieron, sino cuando nos los presentaron». Vuelve a la arena de las pruebas como representante del Mercado de Castilla. «Es mi vida. Mis padres son fundadores, directivos... he vivido en el Mercado de Castilla. Es mi infancia, es mi juventud. Bajar a hacer play back, declamación, belén...». Y nuna más interiorizado lo de «bajar» porque «ya sabes que estamos en los bajos del Mercado». Un auténtico paraíso. «somos unos provilegiados, lo sé, porque tenemos un casal grande y alrededor no hay edificios, tan solo un colegio. Yo, por ejemplo, vivo cerca, pero no al lado, porque no hay fincas. Ahora están haciendo una nueva, pero no nos preocupa: los haremos falleros». Contaba que fue fallera preseleccionada para 2013, es decir, fallera mayor infantil en 2012. «Siempre hemos dado por hecho en casa que, algún día, tocaría. Fui en 2012 y pensé en lo de hacerlo diez años después» algo muy recurrente. «Tenía 21 añitos y, sinceraente, no me veía. Me dije que cuando yo, verdaderamente, sintiera que ha llegado el momento habría un 20 de marzo que diría «ahora». Una de mis mejores amigas fue fallera mayor el año 2024, lo vivi de cerca y ya sabes cual fue el día que fuimos adelante». El 20 de marzo, claro. La tradición fallera es materna «que lo fueron de Els Generals, cuando vivían en Benicalap. Mi padre no había sido fallero y cuando llegaron a Mercado y él tenía veinte años.. pues eso, entró de cabeza. Es el más fallero de todos en casa». En lo profesional tiene los planes muy bien trazados -aunque haya que dilatarlos si los hados del Roig Arena le son favorables-: «Soy psicóloga, con máster de Psicología General Sanitaria, que es el habilitante, el que te obligan a tener para ejercer. Ahora tengo previsto empezar en otoño el de Psicología Criminal y Forense, que es el ámbito más jurídico. Hay posibilidades en lo privado y lo público. Me gustaría trabajar de lo que me gusta, de psicóloga». En la arena. «Y no descarto hacer un tercer máster. Y luego ya en cuatro años máximo, poder presentarme a las oposiciones jurídicas en juzgados y penitenciarías». Ha vivido rodeada de chicos, «mi hermano mayor y mi mellizo, que fue presidente infantil un año antes que yo». y las Fallas dejan sitio «a m i otro 50 por ciento», que es «la danza clásica, de la que he hecho la carrera profesional. No son pocas las ocasiones que me lo planteé. Tenía que irme fuera de casa... me dio un poco de vértigo. Y además la decisión era después del covid. No te niego que se me ha quedado la espinita de irme a una compañía. Sigo practicando todas las semanas, pero pienso que las cosas pasan por algo». Y pueden pasar por algo y muy grande.

Zoe Molino Tomás

OLIVERETA
FALLA BARRIO VIRGEN DE LA FUENSANTA
22 años

Un nombre de ‘vida’ para estrenar a Zoe en lo más alto

El santoral de la corte se enriquecería si sale una fallera con raíces granadinas y origen en el barrio de la solidaridad

Si sale elegida, sería la primera. La primera Zoe en el santoral de la corte, claro. «Desde luego, nunca coincido con personas que se llamen como yo». Natural. «A mi madre le gustaba muchísimo y tenía muy claro que la segunda hija se llamaría Zoe». Que significa «vida en griego, y me define totalmente. Soy una persona con mucha vida interior, muy extrovertida, me gusta hablar con las personas y, sobre todo, me encanta vivir». Pues a seguir viviendo cosas es lo que le depara el futuro más inmediato. Es fallera «de las de antes de nacer» de la falla «de mi familia. La que es mi casa. Vivo muy cerquita del barrio». ¿Eran del barrio? «Si». Entonces eso puede tener historia, porque los primeros pobladores del barrio de la Fuensanta no lo fueron por gusto: realojados de la riada del 57. «La historia es dura. Fue una época muy complicada pero también, una vez más, tanto València como muchos otros sitios, como en este caso Murcia, cuya patrona da nombre al barrio, la solidaridad se demostró. Me enorgullece ser de un barrio que viene de la solidaridad». Y en concreto, «mi abuela y todos sus hermanos vinieron del Cabanyal» por circunstancias no deseadas, que se dice en este caso. Los «molinos», por contra, vienen de Granada. «Toda la familia paterna. Mi pueblo, al que voy en agosto, es muy cerca de Sierra Nevada. Se llama Conchar». Menos de 300 habitantes censados. «Me siguen desde allí y también me gusta mucho sentirme identificada con esa parte de mis raíces». Ahora intentará que allí se siga hablando de ella. No fue fallera mayor infantil «por circunstancias de la vida» que se dice. «Y este año he sacado la niña interior para disfrutarlo por las dos, por mi de pequeña y por mi de mayor». Hasta este año ha estrenado la condición de Experimental. «Y estoy muy contenta con el resultad y el mensaje que es totalmente yo. «I tú, qué veus?». y yo veía dos caras formadas por ramas y el ninot que era un corazón muy rojo que me representa». En lo no fallero es Educadora infantil y estudiante de pedagogía «la ciencia que estudia la Educación, pero que no te limita a una edad. Es la generalidad de la enseñanza». Y, a la vez, trabaja de dependienta en una tienda. «No, no en un comedor escolar, pero también lo he hecho». Me gusta la orientación, los centros de atención temprana... Por lo que su situación es «en proceso de». Voy a empezar Segundo y me quedan dos más». O tres años si las cosas, en lo fallero, se ponen exigentes.

Celia Gaspar López

ALGIRÓS
FALLA MANUEL CANDELA - BEATRIZ TORTOSA
25 años

Especialista en venta digital... y en correr los «Superhalfs»

Su año de fallera mayor ha sido especial por el recuerdo a su madre, que faltó cuando podía haber sido infantil.

Rica en matices. La vida de Celia puede ser favorable: «estoy muy feliz donde trabajo: llevo la tienda digital de Consum y el servicio a domicilio» y a veces traer algún revés: «no fui fallera mayor infantil porque el año que me tocaba faltó mi madre y en los siguientes años le tocaba a niñas que eran mayores que yo. Sí, ya sé que suena raro pero así fue. Mi padre, que es mi «papi-mami», me dijo que mi sueño se cumpliría con el tiempo. Pude presentarme a una preselección porque la niña que le tocaba no lo hizo y ahora sí que me ha llegado el momento. He cumplido mi sueño, que también habría sido el de mi madre». Sin olvidar: «En la ofrenda llevaba su enagua, que es muy especial y en el ramito llevaba una cintita». Defenderá los colores de la falla Beatriz Tortosa. «Vivía en el barrio y es la falla de toda la vida, la de mis y mis abuelos y mis tíos... Yo nací un 13 de marzo y el 14 ya me estaban apuntando. Es la falla de debajo de casa. Ya no vivo allí, pero no me importa seguir haciendo el paseo. Vivo en la zona de Cánovas, pero cruzo el puente de las Flores y estoy en seguida. Andando o en Valenbisi». La habíamos dejado en las oficinas centrales de Silla, controlando la venta on line del supermercado naranja. «Cuando terminé los estudios me tocó allí las prácticas. Trabajaba de lunes a jueves y, los viernes y sábado estaba en la tienda de la calle Sueca». Exprimiendo el día a día. «Hubo una vacante y me ofrecieron entrar exactamente en el mismo sitio en el que había estado de becaria. Formo parte de un equipo de técnicos con un jefe de área. En la entrega a domicilio las tiendas preparan los pedidos por franja, resolvemos los problemas que surjan... Sí, es un trabajo entretenido. No te aburres». Un trabajo al que ha llegado tras estudiar ADE. «Y este año he compaginado el trabajo con un máster en Dirección y Gestión de Proyectos. Quiero seguir creciendo». Y decíamos que es rica en matices porque las aficiones deportivas no son cualquier cosa: «me gusta nadar, ir en bici..., pero sobre todo correr. Ahora estoy con el medio maratón. Me he apuntado al reto de las «Superhalfs», que son las seis más importantes de Europa. Ya tengo València y Berlín». Defensora del turismo deportivo «porque es una forma maravillosa de hacer deporte y viajar». Viene de correr la media de Formentera y «en la próxima de València quiero bajar ya de dos horas». Igual hay suerte y no la corre: es el 26 de octubre. Si un sobre le es favorable, igual está, pero presidiendo la salida.

Marina Escrivá Salvador

ALGIRÓS
FALLA
RUBÉN DARÍO - FRAY L. COLOMER
28 años

La ilusión de triplete para una gran cantera de falleras

Rubén Darío busca su tercera cortesana consecutiva en una joven «UX» que ya conoce la experiencia por su hermana Elia

Marina Escrivá es UX. Es decir, profesional de Diseño Gráfico de Experiencia de Usuario. Y es más cosas: «he trabajado diez años de diseñadora gráfica, pero ahora estudio Desarrollo de Software. También he sido profesional de Danza Contemporánea del Conservatorio. Y durante siete años he estado trabajando en el Museo de la Catedral haciendo proyectos de actividades y en la tienda de recuerdos». Alma inquieta. «No puedo estar solo en una cosa. He estado trabajando y estudiando siempre. Lo de la Catedral lo dejé a finales del año pasado» porque tenía un nuevo oficio: «fallera mayor, claro, que quería vivirlo a tope». Y con Marina, Rubén DaríoFray Luis Colomer buscará seguir mostrando su particular magia: la de una comisión humilde, de barrio, que aparece por la corte de forma recurrente. «Hemos tenido hasta tres dobletes: en 1985, 1988 y2012. Y ahora hemos tenido corte de honor en los dos últimos ejercicios: Martina Dorado en 2024 y Claudia Ausina en éste. Somos una falla muy familiar y cada éxito es un orgullo para todos. «. Una felicidad que también han vivido en casa: «mi hermana Elia fue corte infantil en 2004». Ella tenía cinco-seis años «y sí que me acuerdo, aunque yo era muy pequeña. Ellas siguen teniendo mucha relación». Han pasado 22 años «y ahora están, imagínate, con las bodas, los primeros hijos...». ¿Cómo llegó a Rubén Darío? Pues casi de origen: «Mis padres son de Patraix de toda la vida. De hecho, es un barrio al que le tengo mucho cariño. Mi familia llegó a Rubén Darío cuando casi no había casas. Estaba Mestalla, el colegio del Pilar, donde yo también he estudiado... y algunas pocas fincas. Se apuntaron porque son muy falleros. Mi padre, por ejemplo, es el tesorero. Mi madre había sido en su barrio, en Tres Forques-Cuenca y luego volvió a ser fallera mayor allí. Se presentó a la preselección y todo, con mi hermana y mi hermano ya en casa. Faltaba yo por llegar. Y cuando ella llegó, casi, casi: «fui fallera mayor infantil y preseleccionada en 2008». Un proceso que compartió con preseleccionadas que lo son también este año, como Sandra García, Blanca Hernando, Mar Sendra o Alicia Vendrell. Y fallera mayor de espacio seguro. Porque hay que recordar que Rubén Darío ha sido reconocida durante su año como la primera comisión «gluten free». «Que es una forma de dar seguridad a nuestros falleros celíacos. Yo no lo soy, pero me he puesto al día y cuentan con todo mi apoyo. Desde mi primera cena de fallera mayor, que fue plenamente apta para celíacos, para que la pudieran disfrutar plenamente». Ahora le queda a ella disfrutar plenamente de lo mismo que vivieron en casa hace ya un tiempo.

Alba Carrero Macián

ALGIRÓS
FALLA JOSÉ Mª HARO - POETA MAS Y ROS
23 años

Diseñadora de Interiores e hija de artista fallero

Es la hija de Sergio Carrero y no dudó en irse a trabajar a Barcelona y seguir como fallera mayor hasta el último día del cargo

«Estoy trabajando en Barcelona y he estado yendo y viniendo. Al jurado de la preselección se lo dije y lo tengo claro: si me comprometo, me comprometo. Ahora que ya sé lo que me espera, me he pedido vacaciones en septiembre. Me quedo todo el verano trabajando allí. Si luego hay más... pues tendremos que decir adiós al trabajo. Al final, la vida se basa en oportunidades. Lo que tengo ahora me llegó el 21 marzo y me fui de València siendo aún fallera mayor de la comisión. Iba y venía a mis actos y si ahora no hay que seguir trabajando, pues asumo. Como asumiría cualquier otra cosa». Y Alba Carrero esperará otra oportunidad con todo el futuro por delante. «No he diseñado ninguna falla. Yo le puedo echar una manita pero todo es de él. Respeto muchísimo el trabajo, pero no me veo como artista fallera. Es un oficio muy comprometido, muy duro. Mi padre siempre está trabajando. Me gusta mucho lo que hace y el oficio, como trabajo terminado, es excepcional. Pero fíjate, tiene riesgos que yo, por ejemplo, no puedo asumir: me da miedo las alturas. Cuando le veía subido al cadafal de la Virgen... a mi dame manos, dibujar y pintar, y alguna vez lijar». Desvelamos, porque de casta le viene a Alba: ese Carrero y pertenecer a la comisión de José María Haro remite a Sergio Carrero, el artista y miembro de la comisión. Su padre. Ella no hará arte para quemar, pero arte, si: es Diseñadora de Interiores. «Estudié en la Escuela Superior de Arte y Diseño de València, ahí en la plaza de Viriato, y ahora estoy trabajando de eso. Acabé el año pasado y estoy en el mercado laboral. Trabajo para una empresa que hace activaciones de marketing de empresas y stands de Ferias» Su nombramiento fue a traición. La mejor. «No tenía un ejercicio determinado para serlo. Quería acabar la carrera y compaginarlo tranquílamente con el trabajo. Este año me fui a la falla con las amigas, «Vamos, que hoy dicen quien es y luego nos vamos por ahí». Allá que voy con mi básico, mi vestido negro, mis botas y de repente dicen el nombre: «Alba Carrero Macián». Iba de negro pero me quedé blanca, pero blanca. Si, era mi ilusión absoluta, pero ahí estaba en búsqueda de trabajo... ni me lo planteaba. Pero mi madre me apuntó un día y guardaron la lista. Ni siquiera sé... si mi padre estaba enterado o si se llevó él también la sorpresa». El caso es que, en ese mismo momento firmo el contrato para hacerle la falla grande. «Ya me la hizo cuando fui infantil». Ahora podría darse el caso de que, en la Batalla de Flores de 2026, nuevamente, una carroza de Especial A fuera de Sergio Carrero, y que fuera la de la fallera mayor y la corte de honor. Y que una de ellas fuera Alba Carrero. Sería una buena historia.